Capitulo 4

712 74 2
                                    

Me desperté a media noche con un dolor de cabeza, era insoportable, busque en mi bolso mis supresores para ocultar mi olor, vaya sorpresa que me lleve al ver la última botella vacía.

- No no no, esto no puede ser cierto ¡Esto no puede ser cierto maldición!.

Busque bajo mi cama, en el armario, el baño por todas partes pero no encontré nada, entre en desesperación y busque ingredientes en mi bolso para preparar la poción, me faltaban la mayoría de los ingredientes, Crookshanks dormía plácidamente en la cama, se Heche un vistazo, salí de mi dormitorio, con algo de fe encontraría todo en el Bosque Prohibido. Salí lo más rápido que pude, estaba hirviendo y estaba segura de que en cualquier momento liberaría feromonas, finalmente llegué al bosque, me adentre más en el en busca de los ingredientes que necesitaba, ¿Dónde encontraría menta? Seguí buscando, hacía bastante frío, o quizás se deba a mi alta temperatura. Había reunido ya casi todos los ingredientes solo me hacía falta la menta, la maldita menta ¿Que no lo puedo hacer sin la menta? ¡Claro que no! Por algo están escritas las instrucciones. Seguí buscando por un rato pero empeore, me sentí fatal, no tenía fuerzas para seguir, sentí que alguien tocó mi hombro, me separé asustada de forma brusca.

- Por Merlín Granger, estás hirviendo en fiebre ¿Que haces en el Bosque Prohibido? - Se notaba furiosa, sus feromonas eran deliciosas - ¿No me has escuchado?

- ¿Que haces tu aquí? En dado caso, tanto tu como yo tenemos la misma culpa por estar aquí - ella soltó una sonora risa, sentí hervir más mi cara.

- Soy la Prefecta de Slytherin, Hufflepuff no pudo hacer su ronda hoy así que me dieron la tarea a mi, te vi salir de las instalaciones te seguí pero te perdí - dijo con cierta frustración - te busque por todas partes, decidí aventurarme buscando aquí, vaya que me impresionó que estés aquí.

- Relájate, no soy persona de problemas Parkinson

- Quizás, pero no explica el que estés aquí ¿Que haces aquí si no es buscando problemas?

- Lo que sea que esté haciendo, no te incumbe Parkinson ¿Entiendes? Si me disculpas - me di la vuelta para seguir buscando

- No tan rápido Granger - me tomo del hombro con fuerza, me giro para que mi mirada de encontrará con la suya, sus ojos se veían hermosos, incluso más que los de Ronald... - Granger... Estás hirviendo - suspiro - No diré nada, pero porfavor vuelve a tu dormitorio y toma algo para tu fiebre

- ¿Que crees que estoy haciendo genio?

- No lo se ¿Morir por la temperatura? Estás hirviendo y el viento aquí es muy frío, vamos a mi dormitorio te daré algo para tu fiebre - me tomo del brazo y comenzó a caminar

- ¡No! - me separé a la fuerza, ella desprendió sus feromonas llenas de preocupación y enojo

- ¿Que demonios te pasa Granger? Estoy tratando de ayudarte ¡Deja de ser tan terca!

- Tu no lo entiendes Parkinson...

- ¿Ahora soy Parkinson? Apenas ayer me llamabas Pansy ¿O ya lo olvidaste?

- Porfavor Pansy, déjame sola - me sentía cada vez peor

- No me pidas eso porque no lo haré, permíteme ayudarte Granger, para ser una simple fiebre lo estás tomando muy en serio

- ¿Sabes dónde puedo conseguir menta? - pregunté evitando su comentario anterior

- Si, tengo menta en mi dormitorio

- Entonces te acompaño a tu dormitorio, vámonos - la tomé de la mano y camine en dirección a su habitación, podía sentirme caliente y sus feromonas, estaba... ¿Feliz?.

Sentía como si el camino hubiera sido el más largo que haya recorrido en toda mi vida, esto me recordó a la guerra, recorrimos largas distancias pero en este preciso momento sentía que eran cortas en comparación a esta... Cuando entramos a Hogwarts fue Pansy quién tomo el control llevándome a su dormitorio de prefecta, entramos, estaba todo muy bien ordenado y limpio, había algunos libros más que nada para decorar.

- ¿Para que necesitas la menta? - preguntó abriendo un armario

- Como dije antes, eso no te incumbe Parkinson

- ¿Sabes? Aveces eres un tanto grosera Granger

- ¿Y tú no?

- Con seguridad puedo decir que no, apuesto a que soy más educada que tú - Cerro el armario, se dirigió con paso elegante hacia mi y estiró su mano, donde tenía menta - Si, es menta

- Gracias

- No tan rápido - dijo apartando la menta de mi vista - ¿Para que la quieres? Y no haceptare un "No te incumbe" ni nada relacionado como respuesta valida

- Solo dámela - trate de tomarla por la fuerza sin éxito

- Podría hacer esto siempre

- ¡Que me la des! - brinque para tratar de tomarla, calculé mal y cai encima suyo, ambas caímos al suelo, podía sentir lo que había entre su entre pierna, tanto ella como yo estábamos rojas - Disculpa, yo...

Nos miramos por un rato, no recordaba por qué habíamos venido a su habitación pero a decir verdad, ya no importaba el motivo, sus ojos me encantaban... Se veían hermosos muy hermosos a mi parecer, pude sentir sus feromonas, ella estaba atraída, atraída por mi, olia a verde, me encantaba... No se cuál era el motivo, pero comenzé a recortar la distancia entre ella y yo, tenía miedo de como reaccionaria, o más bien, de lo que estaba haciendo, me quedé quieta ya muy cerca de ella, no sabía si seguir

- Te has acobardado cuando estás a punto de lograrlo ¿Y son los Gryffindor la casa de la Valentina? - Dijo con un tono provocativo, el cual funcionó.

Sin nada más que perder la bese, la bese de una forma tímida, ella correspondió el beso, lo que era un beso inocente estaba evolucionando a uno que era todo lo contrario, su lengua exijio entrar y no se lo negué, cerré mis ojos, me tomo de mi cadera, me encantaba su tacto, me encantaba sentirla... De la nada paro, abrí mis ojos para verla, estaba sorprendida

- Vainilla, Hermione ¿No eres una beta? - Maldición, la fórmula - Hermione, respóndeme

- No, oculte mi aroma este tiempo... Tenía miedo de lo que hicieran y yo... Bueno yo...

- Tu celo

- No lo se, siempre lo contuve

- Hermione esto está mal, estoy mal, tienes novio y bueno yo

No la deje continuar, no sabía que pasaba pero me gustaba, la bese y ella me correspondió otra vez, no era nada del otro mundo, solo besos y una que otra caricia que me hacía estremecer, nunca había llegado a tanto con Ron, estaba segura de que perdería el control si seguíamos así

- Pansy...

- Te amo

Mi serpiente Where stories live. Discover now