Nosotros completaremos su felicidad [AU Moderno]

🌟 | Reencuentros y los primeros | 🌟

Xue Yang frunció los labios ante ese recuerdo, se sentó a la orilla de la cama, gruñó en frustración y fue al escritorio, ¿Saben qué?, que se joda su yo del futuro, que ahora tiene que llamar a Mo XuanYu antes que Nan Zhu lo regañara por no hacerlo.

Solo esperaba no estar cometiendo algún error.

En la noche tenía que decirle la verdad a la mujer, no podía mentir que no conocía a Mo XuanYu como lo hizo antes, tenía que decírselo.

Y con ese pensamiento en mente, puso su celular en su oído y espero que lo atendieran, mientras, tomó el cuello de su polera y lo olió.

-(No apesta a cigarro)- pensó rechinando los dientes -eres una mentirosa tía Zhu- dijo, segundos antes que contestaran la llamada.

-¡Achu!- estornudo con fuerza, moviendo su cabeza violentamente.

-¿Estás bien?- pregunto preocupado secando su pañuelo y dándoselo.

-Si...- dijo apenada y se limpió la nariz con el pañuelo ofrecido -gracias, tal vez me esté resfriado-.

-O estén hablando de ti- comentó el Señor Xi.

-Cosas malas seguramente- dijo ella segura, doblando el pañuelo y devolviéndolo -lo siento- se disculpó, no quería ensuciarlo.

-No se preocupe, eso es lo de menos- dijo tranquilo el Señor Xi.

El Señor Xi guardó su pañuelo, tomando nuevamente los documentos que había dejado en la mesa y los entregó a la mujer, la cual no dudo en tomarlos para revisarlos detalladamente, frunciendo sus cejas al leer los nombres de sus familiares, mientras el hombre llamaba a la camarera para que lo atendiera.

Mientras pedía un café negro amargo, de paso un trozo Cheesecake para él, y un trozo de Chiffon para la pelinegra, en ese tiempo le llego a Nan Zhu su pedido, aunque lo ignoro completamente, siendo el Señor Xi quien agradeció y se disculpó en su lugar.

El Señor Xi miro esto con normalidad, ella era así cuando leía documentos importantes, era como si se desconectara del mundo en su totalidad hasta que terminara de leerlos, era así desde que recordaba.

Desde que comenzó a trabajar con ella tras la muerte del Señor Bai, su tutor legal desde que quedó huérfana de padre.

-(Él Señor Bai era igual, no había nada que lo detuviera hasta que terminara)- recordó con algo de nostalgia a su antiguo cliente, viendo, una vez más, su figura reflejada en Nan Zhu –(Extrañare estas reuniones cuando se vaya)- pensó.

Como abogado con una larga carrera de décadas, tenía una larga lista de clientes en su memoria, algunos no eran de su agrado, y otros, como Nan Zhu y su difunto tutor, el señor Bai Xu, les tenía un cariño especial debido a que podía pasar un agradable conversación una vez resueltos todos los temas legales.

Y clientes como esos, además de fieles a su persona por sus habilidades, eran difíciles de encontrar, después de todo, casi nadie le gusta estar con un abogado para hablar de temas tan personales como sus vidas fuera del trabajo.