chapter eight

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- No podrás creer lo que sucedió anoche.

- Lo viste desnudo.

- ¡No! - la mire horrorizada - Claro que no.

Layla a sido una de mis pocas amigas en la ciudad para mí suerte trabajamos juntas desde hace algunos meses, es la única persona que sabe de Lewis desde el principio después de conocerlo.

- ¿Entonces qué?

- Desperté en su casa.

No sé cómo ni cuando llegue hasta esa habitación, esa mañana me desperté desorientada con un leve dolor de cabeza me sentía mal los recuerdos de la noche anterior aparecían y solo recuerdo haber cenado y puede que después me allá excedido un poco tomando copas de champagne sin control después de eso no recuerdo nada más.

- Más te vale haberte levantado en su cama.

- Pues no, en su cama no.

- ¿Encerio? - asiento

- Cuando desperté ya se había ido.

Soy consiente que salí de aquel cuarto como una completa loca caminando con mis tacones en las manos despeinada y con el poco maquillaje en mi cara corrido mientras iba caminando perdida por los inmensos pasillos de la casa.

- Lastima. - hablo mientras se acerca para ayudarme - El no tendrá casualmente un amigo que pueda presentarme.

- ¡Layla! - la reprendo

- Te gusta.

- ¿Qué?

- Me refiero a que si sientes algo por el. - me mira expectante

- No lo se, es difícil pensarlo y aunque me llegará a gustar se que jamás se fijaría en alguien como yo una chica común y corriente alguien muy diferente a lo que está acostumbrado.

Esas palabras salen de mi boca aunque me gustaría decir lo contrario no puedo el es un piloto exitoso aparte famoso no le falta nada cualquier mujer en la fas de la tierra puede estar a sus órdenes las veces que el quiera y no son las típicas mujeres como yo a él le gusta salir con personas de su misma posición social.

El es una persona influyente mientras yo, solo soy yo.

- Janick, tu eres una mujer única y hermosa, créeme yo también llegaría a pensar así pero eres capaz de conquistarlo si te lo propones pero creeme eso ya no importa. -

- ¿A que te refieres con eso?

- Me has estado contando todo sobre el desde el día en el que se conocieron en el puerto hasta hoy.

- No logro entender. - no se que había tomado Layla para que me estubiera diciendo todo esto

- Con el tiempo entenderás.

- Estás loca. - niego con la cabeza

- Entonces si tiene algún compañero que me presenté. - eleva las cejas de manera coqueta

- ¿Porque insistes tanto con eso?

- Yo solo quiero salir de la pobreza. - encoge los hombros

- ¿Y la única solución es un hombre? - digo sarcásticamente

- Pues no es la única, pero si mi única opción. - una sonrisa burlona sale de sus labios - Y no me vengas a decir nada que tú ya tienes a un hombre con bastante billete detrás.

- Es cierto.

- Te envidio. - bufo

- Lo sé.

Soltamos ambas una carcajada que fue interrumpida por uno de los trabajadores del restaurante.

- Janick el jefe quiere hablar contigo.

- ¿Para que?

- No tengo idea, solo me dijo que estuvieras en su despacho lo antes posible. - sus palabras me cayeron cómo un balde de agua fría

«Habré echo algo mal»

- Voy enseguida. - dije quitándome los guantes amarillos de las manos

- Suerte.

- Gracias. - supongo que la necesitaré

                                 ( ... )

Caminaba por el pasillo jugando con el orillo de mi camisa blanca impaciente tenía miedo por lo que pudiese decir sobre mi o darme alguna queja alusiva al trabajo. Tocó dos veces la puerta y una voz me hace saber que puedo pasar.

- Janick te estaba esperando. - su voz me resulta asquerosa

- Eso me dijieron jefe. - trato de mirarlo con la mejor cara

- Siéntate. - no lo pensé mucho y hice caso

- ¿Sucede algo?

- Para serte franco si. - lanza un sobre de papel a mi dirección - Ábrelo.

Tome el sobre color café que hacía tirado sobre la mesa, lo abrí lentamente y este para mí mala suerte contenía una carta de despido a mi nombre junto a una pequeña suma de dinero en efectivo.

Muy pequeña a mi parecer.

- ¿Mi carta de despido?

- No la vez, claro que es tu carta de despido.

- ¿Porque ahora y con tan poco dinero a cambio? - le dije un tanto desesperada

- Hemos tenido problemas con la financiación del restaurante y ante está crítica situación decidimos despedir a la gran mayoría del personal. - le da una calada a su cigarrillo dejando un desagradable olor en la habitación

- No me parece justo que despidan al personal y aparte paguen una miseria. - perdí toda mi cordura

- Pues no hay otra opción. - deja su cigarro en un pequeño plato de vidrio para después mirarme - O la tomas o tebas de aquí sin nada

Imbécil.

Justo ahora justo en este momento que necesito más que nunca algún ingreso económico juraba que este trabajo iba a ser mi salvación y sería más estable que los múltiples empleos anteriores. No sé cómo pagaré la renta de mi departamento o cosas simples pero esenciales para mí.

Que haré no lo se pero tendré que pensar en una alternativa lo más pronto posible.

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        ( 𝐌𝐞 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚 𝐚 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐢𝐫 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 )

              𝑺𝒂𝒚 𝒚𝒆𝒔 𝒕𝒐 𝒉𝒆𝒂𝒗𝒆𝒏 | Jerry16

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⏰ Última actualización: May 14 ⏰

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𝑆𝑎𝑦 𝑦𝑒𝑠 𝑡𝑜 𝒉𝑒𝑎𝑣𝑒𝑛 ✶ 𝑙.𝒉𝑎𝑚𝑖𝑙𝑡𝑜𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora