Parte única

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Todo comenzó hace aproximadamente un año, cuando conocí a mi novio, Jungkook. Nos conocimos en una pequeña tienda local de mi pueblo, yo iba un poco molesto porque había tenido una reciente discusión con mi madre, sin embargo, justo en el momento cuando nuestras miradas se cruzaron, todo rastro de molestia se esfumó. No hubo ningún contacto entre nosotros más que una que otra pequeña sonrisa, cosa que me había puesto muy nervioso.

Finalmente terminé por pagar y me marché del lugar, nada fuera de lo normal sucedió después sino hasta luego de unos cuantos días, pues me volví a encontrar con el mismo chico de la tienda. Al principio creí que solo se trataba de una bonita casualidad, pero todo comenzó a ponerse extraño cuando empecé a verlo en todas partes, lugar al que iba, lugar en donde lo veía.

En una de esas ocasiones, no pude resistirme más y me animé a hablarle, fue muy amable conmigo e incluso intercambiamos números. Estuvimos semanas en contacto y saliendo en plan de amigos, todo iba marchando bien, yo me estaba ilusionado y era obvio que él también.

Pasaron al rededor de cuatro meses cuando finalmente decidimos formalizar nuestra relación, todo era perfecto, aunque había un problema; a mi mamá no le agradaba él, por alguna razón siempre que intentaba mencionarlo automáticamente su semblante cambiaba y trataba de desviar el tema, incluso había veces en las que intentaba presentarme a otros chicos, hijos de sus amigas o incluso algunos vecinos, cosa que hacía molestar demasiado a Jungkook y por supuesto a mí también.

El tiempo continuó pasando y yo comencé a enfermar, al principio empecé con algunos fuertes resfriados, los cuales pude tratar sin ningún problema. Sin embargo, a medida que pasaban las semanas todo parecía empeorar, mi apetito desapareció y dejé de comer sin siquiera darme cuenta, mi cabello comenzó a debilitarse haciendo que incluso mechones se cayeran tan solo con peinarlo, mi piel estaba demasiado pálida y mis ojos hundidos como si no hubiese dormido en días. Todos estaban preocupados, todo el tiempo me hacían chequeos pero no lograban encontrar la razón por la cual me encontraba así.

Estaba asustado, todas las noches escuchaba a mi madre llorar desconsoladamente fuera de mi habitación mientras oraba por mí, me sentía mal por ella. Lo único que me daba fuerzas en ese momento era Jungkook, quien a pesar de todo se encontraba tranquilo, siempre me calmaba diciendo que todo estaría bien, yo le creía ciegamente.

Un día mi madre entró furiosa a mi habitación y comenzó a gritarle cosas horribles, yo no entendía nada, mi visión estaba borrosa y apenas podía escucharlos. Jungkook se acercó a mí y me susurró que regresaría, débil asentí para luego observarlo marcharse mientras mi madre se acercaba sollozando, tomó mi mano pero de inmediato la rechacé, estaba molesto por haber hecho que él se fuera.

Me quedé dormido sin pensar en nada más, pero a las pocas horas un escalofrío me hizo despertar, Jungkook estaba sentado en el borde de mi cama acariciando mi mejilla mientras me miraba con una sonrisa. No le tomé mucha importancia a pesar de que era de madrugada y solo me limité a recibir sus caricias sin preguntar nada. A medida que pasaban los minutos volví a sentir mis párpados pesados y lo último que logré escuchar antes de quedarme dormido nuevamente fue su voz diciéndome que todo estaría bien.

No sé cuánto tiempo pasó, pero cuando desperté me sentía completamente renovado, todo rastro de debilidad y dolor se habían marchado, me miré al espejo y mi aspecto lucía impecable, como si nunca hubiese enfermado. Contento, decidí bajar para mostrarle a mi madre, pero cuando abrí la puerta de mi habitación me encontré con Jungkook, esperándome con la mano extendida y una enorme sonrisa en su rostro. No dudé en abrazarlo para luego entrelazar nuestras manos y bajar las escaleras juntos, felices como nunca. Estaba dispuesto a enfrentar a mi madre diciéndole que no permitiría que siguiera interponiéndose en mi relación, sin embargo, cuando llegamos a la parte de abajo mis ojos se abrieron como nunca y una desesperación comenzó a apoderarse de mí.

Había mucha gente reunida en mi casa llorando frente a un ataúd, lentamente me acerqué y mis piernas comenzaron a fallar cuando lo ví, un cuerpo inerte dentro de éste, « mí » cuerpo inerte se encontraba ahí. Automáticamente corrí hacia mi madre quién desconsoladamente lloraba por mi partida, traté de llamarla y tocarla pero nada funcionaba, ella no podía escucharme.

Grité y patalee como loco sin ser escuchado, hasta que alguien me tomó del hombro, me giré y era él. "Ahora nadie podría separarnos", me dijo. Al escucharlo un miedo inexplicable comenzó a recorrer por todo mi cuerpo, pues su voz sonaba completamente distorsionada y su apariencia se había transformado, ya no era más el chico que había conocido alguna vez, ya no era Jungkook, ahora era una horrible entidad demoníaca. Fue entonces que todo cobró sentido para mí, pero ya era tarde, muy tarde, pues finalmente había conseguido lo que quería.

Mi alma.

Him -  #kookmin OSDove le storie prendono vita. Scoprilo ora