one i've been missing.

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«A quien he extrañado.»

Miles 42.

Miles bufó agotado sentándose en su cama. Su jefe lo había obligado a quedarse trabajando hasta tarde, la cereza del pastel había sido que había empezado a nevar justo cuando terminó su turno. Llegó a su departamento cubierto de nieve. Por suerte, su mamá estaba trabajando en el hospital. Si lo hubiese visto, seguramente se habría reído de él.

Miles se quitó sus botas y las dejó a un lado, disfrutando la sensación de por fin poder recostarse en su cama luego de un largo día. Ahora podría disfrutar de sus pequeñas vacaciones navideñas y no tendrá que volver a ver la cara de su jefe hasta el próximo año. Escuchó un pequeño toque en el marco de su ventana, la cual estaba abierta.

― ¿Qué quieres? ― dijo sin mirar hacia la ventana, pensando que seguramente era uno de los idiotas de sus amigos.

― Esa no es la forma apropiada de saludar a tu novia. ― Miles se levantó y su semblante se suavizó al verte entrando a su habitación por su ventana. Se había vuelto costumbre.

Miles y tú han sido novios por cuatro años y tres meses. Aunque él definitivamente no es el tipo de hombre cariñoso y amoroso, eso cambiaba cuando estabas con él.

― Perdón, amor. ― suspiró al verte con la ceja levantada. ― Ven aquí, por favor. ― él se hizo a un lado en la cama, abriendo sus brazos esperando a que te unieras a él en su pequeño descanso.

Sonreíste dulcemente quitándote tus botas y te subiste a su cama. Te acurrucaste a su lado y Miles suspiró sintiendo la tranquilidad y el amor del momento. Ambos habían anhelado este momento desde que se despertaron en la mañana.

― Te extrañé hoy. ― murmuraste suavemente contra su pecho.

― Yo te extrañé más. ― él responde antes de inclinarse para besarte suavemente en los labios. Te sostuvo en sus brazos, su cuerpo presionado contra el tuyo, sentiste el calor de su cuerpo contra el tuyo. Sus manos acariciaron ambos lados de tus mejillas, y se echó hacia atrás lentamente después del beso, mirándote a los ojos mientras lo hacía. Te envolvió en sus brazos, su mano acariciando tu espalda.

― Mm. Estás calentita. ― susurró haciéndote soltar una pequeña risita.

― Y tú estás de muy buen humor. ― bromeaste acariciando su espalda suavemente.

― Es que me haces débil, ma.

― ¿Entonces es mi culpa? ― reíste alzando una ceja.

― Mhm. Es tu culpa. ― él responde susurrando en tu oído, besando el lado de tu cuello lentamente. Sus manos empezaron a rondar por todo tu cuerpo.

― Mm, Miles... Es tarde para eso. ― murmuraste suavemente, pero disfrutabas sus besos en tu cuello de igual forma.

― Nunca es demasiado tarde. ― él susurra para luego levantarte, posicionándote sobre él. Pero sus planes se vieron frustrados cuando se escucharon un par de campanas desde lejos. Jadeaste de emoción poniéndote de pie y acercándote a la ventana.

― ¡Amor, ven a ver! ― sonreíste emocionada asomando tu cabeza por la ventana. Se trataba del pequeño desfile navideño organizado por la comunidad. Miles siempre decía que la gente sólo desperdicia su tiempo y su dinero. En cambio, a ti te encantaba ver la felicidad en las demás personas, y te divertía ver al hombre disfrazado de Santa interactuar con los niños.

Miles suspira levantándose y camina hacia la ventana. Mira hacia afuera, y la sonrisa que tienes en tu rostro y la emoción en tu voz derrite su corazón. Envuelve su brazo alrededor de tu cintura y te tira hacia él, envolviendo su otro brazo alrededor de ti y sujetándote fuerte. Te besa en la mejilla y pone su mano libre en tu espalda solo para mostrarte cuánto te ama.

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⏰ Última actualización: Feb 01 ⏰

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miles morales|one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora