Capítulo 4

7 3 5
                                    

Naia se despertó de una pesadilla y salió a desayunar.

Seguía un poco confundida por ese extraño sueño,  trató de no darle importancia por el resto del día pero siguieron apareciendo imágenes de él en su cabeza.

[Sigo siendo la misma mierda. Puta madre] Pensaba.

Estaba tan sumida en sus pensamientos que no se dió cuenta de que ya había pasado la hora de partir a la escuela. Salió corriendo  agarrando su mochila y pudo llegar un poco antes de que empiece la clase.

-- ¿Qué haces aquí tan tarde? Pensé que no ibas a venir, me había ilusionado.

-- Cállate payaso de mierda, solo me quedé dormida..

-- ¿Estás bien? Te ves algo alterada -- Dijo Mult un poco preocupado.

-- No te importa. Estoy bien, no es de tu incumbencia, payaso.

-- ¿Qué cadáver te sigue?

-- ¿De qué mierda hablas?

-- ¿A quién viste morir?

-- Ojalá hubiera visto morir a Flower así me cagaba de la risa.

-- Bueno, si no lo querés decir está bien.

-- Además, ¿Por qué hablaría con vos? 

En eso llega el profesor de lenguaje a pedir silencio en el aula.

Naia estuvo extrañamente callada y tranquila durante todo el día. Así pasaron toda la jornada de la escuela, parecía que Naia se quedaba viendo un punto fijo ignorando todo lo que pase a su alrededor. 

Cuando llegó la hora de salida y todos fueron a sus casas, Mult le preguntó a Naia.

-- ¿Estás bien? 

-- Si -- Dijo cortante.

-- Bueno. Por las malas será.

Mult envolvió a Naia en un capullo como la última vez rápidamente.

-- Que mier-

-- No contestaste la pregunta.

-- Si que lo hice pedazo de mierda, sácame de esta cosa.

-- Por cada respuesta falsa, voy a apretar más el hilo. Ahora sí ¿Qué te pasa?

-- Nada que te incumba, mierda.

Mult procedió a apretar más el hilo casi dejándola sin aire.

-- Tal vez no me incumba. Pero me preocupa.

-- Awwwww, ¿Te preocupas por mí? Pues que pena.

-- Si me preocupo algo, aunque según yo te caigo mal y me querés muerto.

-- Créeme que si te quisiera muerto ya lo habrías estado hace rato.

-- Mmmh nah soy el doble de rápido.

-- Y yo el triple de fuerte.

-- La fuerza no lo es todo.

-- Vos porque solo correrías.

-- Nah. Ahora sí, ¿Qué te pasa?

-- ¿Por qué mierda te interesa tanto?

-- Porque me preocupas imbécil.

-- Supongo que no te insulté lo suficiente hoy.

-- Exacto.

Mult siguió apretando el hilo ahorcándola.

-- Agh, e-está bien, te lo diré si me sueltas.

Mult la suelta pero deja unos hilos apuntando a sus ojos.

I Hate To Love YouWhere stories live. Discover now