El Omega Perfecto

IV

Ya había pasado una semana desde la caída emocional de _____, el matrimonio Todoroki comenzó con la búsqueda de su hijo mayor, ellos no iban a parar hasta encontrarlo, para eso mismo empezaron a cotejar datos junto con los de la liga de villanos, ellos eran los villanos más jovenes y donde podría estar su hijo Touya.

—aquí esta el registro que se tiene de la liga de villanos–dijo el pelirrojo dejando una carpeta frente a su esposo

–creí que esto iba a ser más difícil–dijo mientras descartaba personas con rapidez hasta detenerse en uno en especial–este es nuestro hijo–dijo mostrando el archivo de Dabi

–¿cómo sabes que ese es Touya?–preguntó haciendo que el albino lo viera feo–¿qué?–

–Dabi tiene la misma estructura ósea que debió haber tenido nuestro hijo, tiene los ojos de los Todoroki y tiene un quirk de fuego, ¿quieres muestra de ADN o qué?–preguntó molesto, su esposo a veces era muy lento, como su hijo menor

–cierto, ¿vamos a buscarlo nosotros solos?–sabía que su hijo se iba a alterar demasiado y probablemente intenten un ataque

–sí, es mejor dejar esto en secreto por el momento, ningún héroe debe saber de esto, ni siquiera la zorra de Hawks–claramente al albino no le agradaba Keigo después de verlo tan pegado a su esposo

–de acuerdo, intentare averiguar lo más que pueda, ¿iras a patrullar?–preguntó el pelirrojo sentando a su omega en sus piernas

–sí, así que necesito que te quedes en casa en la noche–por su tono el omega no estaba preguntando o pidiendo opinión

–claro, tengo que irme a trabajar, nos vemos después–levanto al omega de sus piernas levantándose, al terminar su beso el alfa partió de su hogar dejando al omega solo quien se acosto en el sofá, sus hijos y su alfa no estaban, el podía descansar un rato.

Una semana paso mientras ambos héroes se dedicaban a la busca de su hijo, intentando encontrar una forma de estar cara a cara, para la suerte de ambos Touya no era tan sigiloso como pensaba, el omega claramente noto que si hijo lo estuvo siguiendo por casi dos días, esto iba a ser más fácil de lo que pensaban.

–nuestro hijo lleva siguiéndome dos días–dijo con una pequeña sonrisa, el resto de sus hijos no estaba en casa por lo que podían hablar tranquilamente–

–igual que cuando empezó a caminar, nunca se quería soltar de tu pierna–el alfa recordó cuando su hijo no era un criminal, era un mimado completamente por su mamá

–era tan dulce cuando se agarraba de mi pierna y tenía que dejarlo en su corralito para poder ir al baño–esos habían sido buenos momentos, lastima que las cosas no terminaron bien

–supongo que ya tienes un plan–menciono el alfa cortando el momento

–lo voy a llevar a un edificio antiguo, el jardín de niños de Touya que compramos como recuerdo, voy a intentar detenerlo, tengo esposas antiquirk, dardos tranquilizantes y agujas con somnífero, tu no e vayas a acercar a ese lugar, no lo quiero alertar más de lo necesario–dijo, su esposo pelirrojo lo observaba muy confundido

–¿vas a casar un león?, ¿para que tantas cosas?, es nuestro hijo-dijo recibiendo un golpe de parte del albino

–puede que sea nuestro hijo pero ya sabemos que tan fuerte es, no amemos el alcance de su quirk así que debo estar prevenido, debo irme, regreso en dos horas con nuestro y si no, eres viudo–dijo como si nada saliendo de la casa sin dejar contestar a su esposo.

El omega comenzó a caminar hacía el antiguo jardín de niños, a los 20 minutos sintió a su cachorro llegar, entro con tranquilidad al edifico, un edificio demasiado grande, lo suficiente para 15 aulas para niños.

–¿no piensas darle la cara a tu madre?–preguntó el albino mirando a su hijo quien soltó una pequeña risa

–te subestime demasiado al pensar que no me habías notado–dijo con una sonrisa el menor acercándose

–siempre has confiado en tu madre, es obvio que ibas a ser descuidado–dijo, se encontraban a 5 pasos de distancia

–esperaba que nos costara más tiempo el dar contigo, pero fue repentinamente fácil–

–¿me han estado buscando?–preguntó sorprendido el joven, él creía que ya lo habían olvidado

–desde que sentimos nuestro lazo de nuevo comenzamos a buscarte, y aquí estoy, vengo por ti–dijo, el de cabellos negros se puso alerta

–yo no regresare con ese bastardo–dijo con enojo, el contrario suspiro

–sabes que jamás te dañaría con mi quirk—dijo antes de dispararle un tranquilizante que el menor se comenzara a marear–pero nunca dije nada de objetos–dijo esposando a su hijo al verlo caer noqueado–lo siento Touya, es momento que tus padres tomen las decisiones por ti–pensó tomándolo en brazos.

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