-19

484 28 0
                                    

Después del concierto ambas tomaron el primer vuelo a roma para llegar a tiempo a los partidos. Algo destruidas pero había valido cada minuto.

Ahora Maia y Paulo tomaban mates solos porque Oriana se había ido.

— Boluda. — le dijo Paulo con su típica tonada.

— ¿Que paso?

— ¿Viste que Guardiola siempre elogia y nunca lo mete a ju? — La Roccuzzo asintió.

— Ay si, lo odio al pelado ese. — dijo Maia.

— Mal, encima Juli es un re jugador. — tomo del mate.

— Es verdad, el pelado tobogán de piojos, es un pelotudo, tiene un re jugador y lo pone en el banco. Pero bueno.... ¿Viste a Ferrari?

— Si, es un desastre en esta temporada.

Maia asintió mientras cebaba mate.

Los dos se pusieron a ver sus celulares.

- Pau - llamo ella casi em un susurro.

- ¿Que queres? 

- Que seco de mierda, por eso rusher es mejor amigo. - hablo ella empujándolo. - Bueno como te decía me escribió pablo.

- Upa, que te escribió el culiado?

- Dijo que esperaba que viera sus partidos con España. 

- Decile que si no interfieren con nuestros partidos, que lo veíamos todos. - hablo el futbolista,

Maia asintió hasta que recordó lo mufa que eran, lo pensó  mejor.

'si no interfiere con argentina te aseguro que los veo 💕'

Le escribió rápidamente al español y volvió a su charla con el cordobés.

Desde de comer los tres estaban jugando a las cartas, Maia iba ganando y se lo presumía a Paulo.

— Que te hace vo' que siempre ganó yo. — dijo el.

Oriana los grababa y reía por la situación.

Maia rodó los ojos por el comentario del Cordobés y siguieron jugando por un rato.

— MAIA. — grito Paulo una vez que la castaña le puso un hielo en la espalda. Ella solo reía y el trataba de sacarse el hielo de la espalda.


(...)



Maia tuvo una charla con Paulo sobre las cosas que estaban pasando y finalmente terminó dándole un par de consejos bastante buenos.

Abrió la puerta de la habitación de s hotel, tiro su cartera al piso y se tiró a la cama mirando el techo. Tenía muchas cosas que pensar, el trabajo, su familia, los partidos, la distancia con Pablo. Una lágrima recorrió su mejilla, la limpio rápidamente y se cambió para dormir. Pero lo último que hizo fue dormir.

Al otro día tenía muchas ojeras pero tenía que recomponerse y prepararse para al fiesta de lo campeones a la que llegaría con Paulo al otro día.

Oriana ya se encontraba allá, ahora solo faltaban ellos dos. La noche callo y los dos estaban en el aeropuerto para partir a Buenos Aires, Argentina.

Se sentaron en sus asientos asignados y Maia se escondió en sus auriculares con la vista pérdida en la ventanilla. El viaje fue bastante largo en el cual se durmieron la vida, por fin habían llegado a Argentina.

Al llegar al país Paulo fue a concentrar con la scaloneta y Maia lo acompaño.

— Tengo sueño. — dijo ella.

— ¿Vos me estás hablando enserio culiada? Dormiste en un viaje de catorce horas y tenes sueño.

— Y bueno, estoy de acá para allá, de viaje en viaje quiero dormir en una cama, no en el asiento de un avión.

Mientras charlaban ninguno de los dos se dio cuenta que los de la selección argentina estaban presenciando su conversación.

— ¡Ay! Hola. — saludo Maia al verlos.

Se saludaron todos entre si y se pusieron a charlar. Horas después Scaloni y Aimar habían preparado una cena, con todos los familiares.

Maia se encontraba charlando con las mujeres de los futbolistas, cuando las mujeres se fueron un par de minutos.

— Maiaa. — dijeron ellas a la par. — llegaron estas flores para vos.

La Roccuzzo las miro sorprendidas, tomo el ramo de flores y leyó la nota que contenía.

— Es.. Pablo. — dijo ella a los futbolistas que la miraban expectantes.

— ¿Pablo? ¿Y por que te manda flores Pablo? — preguntaron ellos.

— Bueno porqué.- pensó bien como decirle al saber lo dramáticos que eran. -Pablo y yo... ahora..somos estamos juntos.

Las botineras le dieron el ramo rápidamente y se fueron.

— Chicos ya se que..no les gusta mucho esto, pero se van a tener que ir acostumbrándose. — Dijo Maia y rápidamente corrió a dónde estaban las chicas.

— La nena....tiene novio. — dijeron procesando las palabras de la castaña. — ¿¡LA NENA TIENE NOVIO!?

Se escucho desde afuera y las botineras rieron al escuchar a sus parejas así.

— Que tierno que es Pablo. — Dijo Karen Cavaller la mujer del cuti.

— Es verdad, No les hagas caso a esos pesados, vos contanos todo. — dijo Agustina Gandolfo y las demás mujeres asintieron.

Maia contó como habían surgido las cosas, como fue el primer beso, como habían peleado en su momento, cómo llevaban la distancia y los regalos que el español le hacia.



💌

Maia, ArgentinaWhere stories live. Discover now