Hanagaki Takemichi, alguien que era fanboy de los populares de su escuela, tanto que incluso parecía obsesión, cada mañana, los saludaba, se apegaba a ellos. Hasta que surgió un problema que causó su fin. Recibió un disparo en el entrecejo, y murió...
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Takemichi soltó un gemido con cansancio.
Se encontraba practicando patadas y golpes de defensa personal en su patio, quería aprender a defenderse y saber dar pelea para no volver a morir en un posible futuro. Llevaba una semana así y se notaban los resultados, tenia más flexibilidad y resistencia, y su fuerza incrementó. No había peleado contra nadie pero había mejorado mucho, ya no era el débil de antes, y sabía crear estrategias con tan solo leer los movimientos del oponente.
Su especialidad eran las patadas, había aprendido la mayoría de estas y estaban casi perfeccionadas, brindaba empeño a su rutina de fuerza y agilidad, su esfuerzo estaba dando frutos.
Estos días no se había aproximado a ninguno de Bonten, en sus clases hablaba con Kakucho ya que el azabache era el que mayormente empezaba las conversaciones, salía más con su grupo de amigos, especialmente con Hinata. Y se sorprendía al notar que algunas personas los miraban con envidia, y los rumores de que eran pareja no se esperaron a escuchar.
En pocas palabras su reputación iba mejorando a poco, algunos de su salón incluso le tiraban indirectas y cumplidos por su lindo cuerpo.
- ¡Takemichi! - Una voz femenina le llamó, y de la puerta salió una joven de cabellos plateados amarrado en un moño y ojos esmeraldas brillantes, en sus manos cargaba dos botellas de agua junto una toalla sobre sus hombros.
Estaba vestida con un suéter sin mangas negro, y unos short deportivos del mismo color, una sonrisa adornaba su rostro y detrás de ella salieron una castaña con una pelirosada.
- ¡Senju! Gracias por el agua, no sabes cuanto te amo. - Dice, tirándole un beso. Ganándose una risa de la mencionada.
- Yo también te amo, bebé. - Le sigue la broma acercándose peligrosamente al chico con un guiño seductor.
Las risas de las otras muchachas no se hicieron esperar, era normal el coqueteo entre el squad, eran como una familia, y se unieron más cuando entrenaban juntos para pelear mejor y el mayor dejó su insistencia con la Bonten.
Kawaragi era dueña de Brahman, su pandilla no pertenecía a Bonten, era libre, era casi una hermana para Takemichi, a ella no le importó que fuera un Fanboy, es más. Compartían muchas cosas en común y se volvieron amigos. Se conocieron mejor y ya estaban muy cómodos con la presencia del otro para coquetear descaradamente, sorprendentemente la ojiesmeralda era buenísima en eso.
El mayor se sonrojó débilmente, ambas miradas se conectaron para después romper en risas como las demás.
Después de unos segundos las risas cesaron y Takemichi se estiró - Ahh, sabes ya no me gusta entrenar. - Hace un puchero y Senju le da un golpe en el hombro.
