🌷 Capítulo 2: Somos amigas

126 11 17
                                    

• • ┈┈┈┈ ๑ ⋅ ⋯ ୨ ୧ ⋯ ⋅ ๑ ┈┈┈┈ • •

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


• • ┈┈┈┈ ┈┈┈┈ • •

Latte estaba sentada al frente mío. Ojeaba unas hojas de papel y luego tomó un libro de la mesa con una portada vacía y lo abrió a la mitad de las hojas. Yo leía un libro más pequeño, que a comparación del libro que ella sostenía, el mío sí tenía título; El caballero y su compatriota. Latte parecía muy concentrada en lo suyo, supe que se sumergió en la historia de su libro cuando la vi reírse al voltear la página.

—¿Pasó algo? —le pregunté.

—Oh, esta escena es muy graciosa. —me dijo ella sin soltar el tomo ni dejar de leer.

—¿De qué trata? —quise saber.

—De un caballero que se enamora de su compañero y juntos se escapan de la gran guerra. Es muy romántico. —me contestó y por fin alzó la vista del libro.

Me paré de mi sillón blanco y fui a sentarme a su costado. Latte se arrimó para darme espacio. Tomé el libro de sus manos y regresé la página para saber qué era tan gracioso. Una escena en la que el caballero mayor, el almirante, se encontraba desnudo en una bañera con su subordinado y ambos pasaban un momento incómodo.

—Es el mismo libro que yo estoy leyendo.

—¿Verdad? Solo que a mí me prestaron el tomo que fue borrador. —me respondió con una sonrisa.

—¿Y que te parece? —pregunté.

   —Es bueno. Pero solo esa escena es buena. La trama parece algo lenta y los personajes se sienten algo planos. ¿Usted que cree, Majestad?

  —¡Creo que Rose es muy profesional! —la veneré. Latte se llevó una mano a la nuca y sus cachetes se sonrojaron. Se quedó sin palabras por un momento y eso me hizo sentir feliz, por alguna razón. — Yo también pensaba lo mismo.

  —Debe ser porque es el primer libro de la autora. —me explicó ella. — Estuve encargada de leer otros de sus borradores, aunque ninguno pasó el filtro para ser publicado. Es una pena, pero creo que la ayudará a mejorar.

   —Seguro que sí.

Observé los demás libros apilados sobre la mesa de porcelana. Era un total de siete uno encima del otro, en una especie de ciudad edificada hecha de libros apilados. Todos eran de color verde, lo que significaba que eran los otros borradores que Latte debía leer. Me fijé en que, como el primero, ninguno tenía título en la portada. Tomé uno que estaba encima de una de las torres y lo abrí. El título decía Un mago y su aprendiz. Era un libro delgado, casi como un fólder. La pasta era gruesa a comparación del pequeño ramillete de hojas engrampadas que había adentro.

   —El de aquí, ¿lo has leído? —le señalé la portada de cuero verde con el dedo. Ella bajó su libro un rato, sin soltarlo de la página en la que estaba, y me observó.

La ruta de la PrincesaWhere stories live. Discover now