Soluciones eficientes [Rashta/Heinley]

Parte Única

-Oh cielos... - Heinley sorprendido se da cuenta de que la chica no llevaba ropa interior. Su intimidad ya estaba palpitante a pesar de no haber sido tocada. - ¿qué paso aquí?

-No...

La sonrisa de Heinley se extiende ante la revelación de su esposa.

-Eres tan linda... - Dice con el tono más suave, pero ronco que provocan espasmos en Rashta. - Y eres toda mía...

Su aliento se siente tan cerca de su intimidad que Rashta gime. Cuando la lengua de Heinley pasa a un ritmo lento sobre su c*itor*s tembloroso, Rashta chilla.

Heinley hace círculos a su alrededor y lo succiona, algunas veces un poco más fuerte, otras rápido y también tan lento que Rashta no sabe como ponerse.

En el techo se pintan manchas blancas y negras por igual, parecidas a estrellas pintadas. Rashta alucina por la sensación fogosa que endurece los p*zones de sus mamas.

Su respiración errática y lo bruto que Heinley podía llegar a ser abriendo sus piernas, hacen a Rashta enloquecer.

-¡S-Si sigues así...! ¡Ah!

Heinley pasa su lengua por toda la extensión de su intimidad, deteniendo su lengua y jugueteando alrededor de sus labios v*g*nales.

-¡Ah! ¡AH!

Heinley usa su mano para apresar con dos de sus nudillos el cl*t*ris de Rashta, desesperado por un toque. La albina suelta un grito, la corona sobre su cabeza cae al suelo alfombrado haciendo un sonido hueco. Ella se retuerce sintiendo calambres en sus piernas y un nudo que se forma en lo bajo de su estómago. Hay corrientes que la envuelven y algo que estaba a punto de ser liberado.

Saliva cae por la barbilla de la albina quien ya tienen la lengua fuera y un poco de su rímel corrido por las lágrimas.

Su aspecto rápidamente se vuelve luj*rioso y ya el vestido le estorba.

«Más, más rápido... » Piensa deseosa porque Heinley hiciera caso a su petición.

El rubio sonríe y aunque no se detiene si que comienza a moverse un poco más lento. Con sus nudillos apresa al cl*tor*s hinchado y con su índice pasa por encima de este, tan lentamente que en cuanto se acabó el roce Rashta se corrió sin poder hacer nada.

-¡AH!

Las contracciones sacan adelante algo de líquido que Rashta no puede contener. Heinley admira como su esposa se retuerce del placer al que ella había sido expuesta y que él había ejercido.

Sus movimientos erráticos se vuelven relajados cuando la intensidad del org*smo se va disipando. Rashta queda en blanco recostada como una muñeca de trapo.

-Déjame tratarte como te mereces, esposa.

Los ojos grises de Rashta se pierden en la imagen del m*embro levantado y mojado de líquido pres*minal de Heinley, relamiéndose los labios.

[...]

-¿¡Dónde está!?

Mckenna entra furioso al despacho que compartían del emperador y la emperatriz de Occidente sin tocar la puerta.

-¿Um?

El muchacho de cabello azul se detiene al instante cuando ve lo que estaba pasando.

-¿Sucedió algo Mckenna? - Pregunta Heinley tranquilo. -

Mckenna se queda asimilando un momento la imagen. Su furia se fue apaciguando al ver a su primo trabajando sereno en su escritorio.

-... Nada, solo...

Se había enterado que todo el personal que se encargaba de ayudar a Rashta y a Heinley se había marchado antes de lo previsto. Por lo que, conociendo la naturaleza pervertida de su primo, supo al instante que era lo que estaba exactamente tramando. Por ello corrió hacia la oficina para darle una buena bronca y rescatar a la pobre emperatriz de las garras de ese animal.

Mckenna no se esperaba que en realidad todo fuera un producto de su imaginación ansiosa. Ahora no sabía que pensar.

¿Había creído mal? ¿En tan baja escala tenía a Heinley como para pensar que él atacaría a Rashta en la oficina?

-¿y la emperatriz? - Pregunta Mckenna cuando se da cuenta que Rashta no estaba. -

-Descansando en su habitación. La mandé yo, se veía bastante cansada.

Mckenna asiente tranquilo.

-Hizo bien, su majestad. La emperatriz estas últimas semanas ha dado lo mejor de sí y realmente ha hecho grandes cosas. Cuando vea como han quedado las fiestas patronales se sentirá orgulloso.

-Estoy ansioso por ello.

Mckenna sonríe.

-Bien, lo dejaré trabajar su majestad. Intente descansar hoy un poco más temprano para no descuidar su salud. - dice acercándose a la puerta y abrirla para salir. -

-Eso haré.

Antes de salir, Mckenna echó un vistazo rápido a la oficina silenciosa. Algo no lo dejaba tranquilo, pero no sabía que era.

La sonrisa de Heinley se extiende y sus ojos morados se encienden cuando queda solo otra vez.

-¿te c*rriste por qué te exc*ta el echo de que te descubran? - Pregunta exc*tado tomando de la cintura a la albina que ya no podía si quiera jadear. -

Tirada sobre su fuertes piernas, estirada como podía, una Rashta desnuda se recuperaba de aquel intenso org*smo que la llevó a un límite en el que no sabía como reaccionar correctamente.

Heinley tira hacía atrás la silla y hace que Rashta se incorpore y se quede sentada en su regazo. Su cabello albino alborotado y ahora suelto por los bruscos movimiento y el calor acariciaba su espalda y cubría parte de sus mamas er*ctas. El rostro sonrojado e ido de la mujer, lleno de lágrimas y saliva hacían verla más apetitosa a los ojos de Heinley.

El hombre se acerca a su cuello y succiona su piel. Rashta se retuerce sin fuerza para poder si quiera jadear. Heinley admira las nuevas marcas rojas que adornaban su lechosa piel. Luego, toma y pellizca uno de los p*zones de la chica quien cierra los ojos y deja soltar más lágrimas.

-Vamos, dime... ¿Qué quieres? - Pregunta entonces el rubio besando ahora sus clavículas con suavidad. - ¡Uh!

Heinley suelta un ronco gemido cuando siente como su p*ne es apretado por las paredes v*gin*les de Rashta.

-Más... - Musita la albina comenzando a dar pequeños saltos sobre la h*mbría de su pareja. -

Heinley sonríe mostrando sus dientes.

-Buena chica.

***

Rashta siendo alzada por Heinley cuando esta completamente agotada, esta en modo: She's a fairy 🧚‍♀️✨

Y aquí les traigo otro fic sucio de estos dos porque con uno no es suficiente 💋💅

Mckenna tiene un sexto sentido, pero Heinley ya tiene experiencia para que no lo pillen. El datito curioso es que no es la primera vez que estos dos tienen cositas en la oficina 🤪

Espero que les haya gustado.