10

218 19 3
                                    


Zoe vendrá Zoe vendrá Zoe vendraaaa


Su mente no podía soportar la afortunada bendicion de traer a la chica que le gusta. Esto no hubiera sido posible sin Adrien, que al parecer se volvió super fan de como marinette ve a Zoe.

Marinette aún estaba nerviosa de estar a solas con la rubia pero Alya le ánimo y le dijo que soltara tal como en las películas.

– esto no puede pasar cuando hablo me trabo y estoy segura que todo será incomodo para las dos.

– no te tiras para atrás esto te ayudará mucho – Alya trataba de darle aire con un cuaderno.

Marinette se cruzo de brazos.

– me ayudara a fracasar.

– no seas pesimista, hable con Zoe, tu le agradas mucho solo tienes que ser tu misma, la misma que ella conoció – Dijo Alya

< >


Marinette recordo como se conocieron fue en un accidente en el trabajo de sus Padres, le dejaron un encargo muy pesado dificultandole poder ver adelante que sin darse cuenta, choco con alguien que estaba adentro, las dos cayeron al suelo.

Marinette abrió los ojos rápido al percatarse que se choco con alguien por su torpeza y además porque el encargo estaba en el suelo.

– lo siento mucho, que hice por
dios – se acerco a la chica que estaba
en el suelo – no me di cuenta
hacia donde iba  ¿te lastimaste? ¿Tienes fractura o algo?

El rostro no se lograba ver por el cabello de la rubia, por tanto no se sabía si estaba triste o enojada con ella pero  cuando la vio fue una sorpresa para la peliazul.

La rubia dio una pequeña risa, le hacía gracia la preocupación de aquella que no paraba de estar preguntándole.

– no te preocupes – se acomodo el cabello para verla – solo fue un tropiezó no es nada grave.

Marinette quedo inmovil de solo ver aquel rostro, que los ojos no podían crecerle mas por un calambre. Estaba anonadado de su belleza que el hablar se le había olvidado.

La rubia se río de su rostro para después pasarle una mano al frente.

– ¿te encuentras bien?

Marinette parpadeo rápido frunció confundida de haberse quedado tan tonta.

– s-si l-lo estoy – frunció de nuevo por el tartamudeo.

– ¿segura? Porque te quedaste muy quieta hace unos segundos.

– si b-bueno eso es sol— ¡Oh no! Todo está al suelo.

Marinette recordo lo que boto y se levanto a agarrar las cajas para poner las manzanas revoloteadas  en su lugar

– debo llevar esto de inmediato ¿no se habran dañado?

– creo que están un poco sucias pero no es tan alarmante se pueden limpiar.

Las dos recogieron todas las manzanas y acomodaron las cajas.

– no quedó ninguna rota.

– eso es lo que me alivia.

Sentimientos ProfundosWhere stories live. Discover now