veinte

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⎯ ¿Qué dijiste, JiMin?

A Lilith casi que se le había bajado la presión al escuchar eso, y es que su ex novio forma parte de su pasado, ese del que se supone que nadie en Corea del Sur debía saber porque había escapado a ese lugar justamente para rehacer su vida. Miró atentamente al menor, como tragaba saliva nervioso pero nunca le quitaba los ojos de encima, o tal vez no estaba con nervios, sino enojado porque ella no le contaba las cosas y terminaba enterándose por terceros. Aunque, en defensa de Lilith, ellos no eran una pareja formal, no estaban en obligación de contarse sus cosas, y menos ella que era muy cerrada hasta consigo misma, era obvio que no le contaría absolutamente nada a JiMin, pero él pretendía tener cosas distintas, de un noviazgo normal, cuando no eran novios, y lo que tenían surgió porque ella era lo suficientemente interesada como para darle algo tan básico, y a lo que ya está acostumbrada, como el sexo con tal de que él le dé una oportunidad en el mundo de la fama.

No estaría con JiMin porque ella lo quisiera así.

⎯ Si algún ex novio la lastimó tanto para ser así ahora.⎯ se excusó y casi que la pudo ver respirar más tranquila. Estuvo a nada de reírse en su cara, él estaba un paso adelantado que ella, pero no era momento para que lo supiera, no todavía.⎯ Es muy cruel conmigo, Noona. Yo solo quiero su amor.

⎯ ¿Qué sabes de mis ex novios?⎯ preguntó todavía con el corazón latiendo a mil por segundo. Por un segundo se le cruzó por la cabeza la posibilidad de que JiMin, de alguna extraña y retorcida manera, tenga contacto con John y él lo haya mandado para investigarla o algo así. No se la podía culpar, era obvio que después de su pasado estaría paranoica hasta con la más mínima interacción que pudiera tener con cualquier persona.

⎯ Nada.⎯ mintió levantando sus hombros. Después de saber el nombre de su ex, John, lo buscó por redes sociales y ya se había memorizado hasta aquel diente torcido que tenía, y estaba seguro que si Lilith sabía que él estaba a punto de casarse estallaría de tristeza, o enojo, no sabía bien. Aunque...siendo ex novios no debería importarle lo que suceda, ¿no es así?⎯ ¿Debería saber algo?

⎯ En lo absoluto.

⎯ Bien...¿quiere comer algo?⎯ propuso levantándose de la cama, Lilith lo miró con el entrecejo fruncido ante eso. Suponía que JiMin era de los que no les gustaba hablar sobre el ex novio de una enamorada, era entendible.⎯ Puedo cocinar yo.

⎯ ¿Sabes cocinar?⎯ dijo con algo de burla, sonriendo levemente mientras él lo hacía a lo grande al ver su sonrisa. Asintió efusivamente con la cabeza antes de contestar, dirigiéndose a la cocina del departamento.

⎯ Mis padres no están nunca así que tuve que aprender a hacerlo.⎯ la miró y encontró aquella mirada de lástima que los padres de NamJoon le daban, no le gustaba, por lo que volvió a mirar el interior del refrigerador.⎯ Era aprender o morir de hambre, la primera opción sonaba mucho mejor.

Lilith lo siguió mientras por su cabeza pasaban los recuerdos de su infancia, que había sido cruda, pero no a tal punto. La familia de ella se ausentaba casi todo el día, su madre trabajaba en aquel entonces y quedaban a cargo de las personas que trabajaban en la casa, por ende ellas eran las encargadas de cocinarles, pero no era lo mismo que los padres. Ni ella ni sus hermanos sabían lo que era cocinar galletas con mamá, ver a papá hacer un buen plato de pastas caseras, o terminar en una guerra de harina mientras reían, porque nunca lograron tener esos momentos de familia que, secretamente, tanto habían ansiado. Tal vez, en algún mundo paralelo o una de esas estupideces, podían haber tenido una familia unida, donde lo más importante sea el amor en vez de los ingresos económicos. Que sí, Lilith no iba a mentir, sin dinero no se podía vivir, pero llegaron a un punto en el que los tres hermanos pensaban que sus padres trabajaban exhaustivas horas para no estar con ellos.

Illegal| pjm. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora