Capitulo 8

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Capitulo narrado por Carlos.

Desperté, era poco antes de las 10 de la mañana. No sentía el trasero, pero estaba feliz por eso, demasiado feliz.

Mi cabeza estaba descansando sobre el pecho de Miguel. La poca luz de ayer durante la noche y la madrugada de hoy no me permitió ver lo bien que se veía el cuerpo desnudo de ese hombre, sin duda era mucho mejor de lo que se veía en pantalla.

Me levanté y me dirigí al baño para lavarme el rostro, estando ahí decidí que sería mejor bañarme todo el cuerpo. Llene el jacuzzi (que venía incluido en la habitación) con agua lo suficientemente caliente como para sentirme a gusto. No paso mucho tiempo cuando escuché la puerta del baño abrirse, me asusté a pesar de saber quien entró.

-Disculpa, pero yo también me quiero bañar.- dijo, sonando increíblemente formal.

-Hay suficiente espacio para los dos...- Aveces desearía cerrar la boca, yo digo las cosas sin pensar y está vez no fue la excepción.

Y el no se la pensó ni un minuto cuando ya estaba dentro conmigo. El estaba detrás de mí y yo estaba dándole la espalda, encima de su... Eso.

Moví específicamente mi trasero para levantar aquello, Miguel notó eso y con sus manos sostuvo mi cadera para ayudarme con eso; me empezó a masajear los pezones lentamente al mismo tiempo que giro mi rostro para empezar a besarme tanto la boca, cuello y parte de la espalda.

El jacuzzi era grande, por lo que ahora el estaba sentado con su miembro totalmente "levantado" yo estaba frente a él y comencé a meter lentamente esa cosa en mí, no tardé mucho en dar sentones. Ambos nos abrazábamos y besábamos muy apasionada y salvajemente. Llegamos al orgasmo, el dentro de mi y yo entre los dos.

No habíamos terminado.

Salimos de ahí para volver a la cama, el me saco cargándome en brazos y me dejó en el colchón delicadamente. Una vez más estaba metiendomela bruscamente. Me encantaba. Yo lo agarraba fuertemente de la espalda y mis piernas hacian lo mismo en su cadera. El también me abrazaba y tenía su rostro entre mi cuello, no me importaba mucho si me dejaba chupetones.

Se había vuelto a venir dentro de mí.

Probamos muchas otras posiciones, unas fueron mejores que otras. Pero nunca dejo de haber placer. Primeramente debido al pene de Miguel, esa cosa era enorme. La segunda también es a causa de ese hombre, sus movimientos son precisos. Infalibles. Todo en él es perfecto.

Ambos estábamos desesperados, no parecía que fuéramos a acabar. Cuando parecía que por fin habíamos logrado quedar tranquilos, me distraje un momento y metió su lengua dónde había metido ya su polla. Lo chupaba muy bien.

Él solo me repetía lo mucho que me movía. Es imposible estar tan calmado en una situación así. Aún así, intenté evitar moverme y solo sostener fuertemente la sábana y algunas almohadas. Mientras yo estaba boca abajo el volvió a penetrarme. Sería mentira decir que no lo disfrutaba...

Habíamos salido ya del motel. Fuimos un momento a comer y después a la playa, empezamos a hablar de cómo nos iba en nuestras ocupaciones.

Compramos algunas cosas para no hacer tan aburrida esa salida. Hubo un momento en el que, como niños pequeños, fuimos más adentro en la playa para jugar con unas pistolas de agua. Cualquiera que nos viera podría pensar que somos unos idiotas. Comimos también algo de pizza y bebimos, Miguel, sobre todo, bebió un poco más de lo debido, no cambiaba mucho a cuando está sobrio. Pedimos un taxi y fuimos camino al hotel.

Tras preguntarle al español si prefería dormir en habitaciones separadas y que éste me diera una respuesta incoherente decidí que sería mejor dormir juntos en su habitación. Nos cambiamos de ropa (él sin ningún cuidado de taparse) y nos acostamos. Al principio estábamos alejados por algunos centimetros, yo dándole la espalda, estaba apunto de dormir cuando el castaño, medio adormilado y terriblemente ebrio, se acercó y me abrazó por la espalda.

— Hueles terriblemente a alcohol. — dije, no me molestaba el contacto físico, pero si ese olor.

— Lo siento. No podía alejarme tanto de ti. — se excusó.

— No seas ridículo, literalmente estamos compartiendo cama. —

— Si para ti es ridículo está bien, solo quería decirte que te amo. —

Se separó de mi y se puso boca arriba, ahora fui yo quien fue con él a abrazarlo, él correspondió.

—... Yo también te amo.— hablé de manera muy baja.

...

Gracias por leer.

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⏰ Last updated: Feb 11 ⏰

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«Cyber sex» ⟨Mikelex⟩Where stories live. Discover now