~I wanna get freaky on camera~

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Para este punto, Carlos estaba totalmente dominado por las hormonas, estaba en una posición que dejaba ver de frente su cuerpo, su pene erecto mientras iba reaccionado al movimiento de sus manos.

Miguel, mientras tanto, disfrutaba de lo que presenciaban sus ojos.- Ahg~ Mierda ahh~ te ves tan ah~ jodidamente sexy~ - estaba a punto de derramar sus fluidos.- estoy- apunto de~ ahh~-

Carlos le interrumpe - ¡espera! Tengo algo que puede hacer que lo disfrutes más~- al mayor le molesta que lo interrumpan mientras se da placer, pero le intrigó lo que podía hacer ese chico.

El colombiano saco de un cajón, de uno de los muebles que están al lado de su cama, una caja, la abrió y sacó su contenido: juguetes sexuales.

-Tal vez no los usemos ambos pero... Me puedes decir cual quieres que use y pondré la cámara en el mejor ángulo para que puedas verme~-

-Me gusta la idea~ y yo que pensaba que eras un angelito, ~eres travieso y te tendré que castigar~- decía Miguel con su voz gruesa.

El menor tenía muchos, muchos dildos, de todos los tamaños y colores, tenía uno que otro uretral vibrador. Los ordenó por tamaño, para que el español los pudiera ver.

-Todos se ven bastante bien, podría decir que nuevos, pero no creo que no los hayas usado nunca... Quiero que uses los más grandes- estaba decidido, quería ver sufrir al menor.

-¿P-pero estás seguro?- Carlos es... Digamos que su entrada es pequeña, cuando probó esos juguetes le dolió.

- Sí, quiero que utilices esos... ¿O qué? ¿Te duele?-dijo con tono burlesco.

-N-no- mintió. Seguido de ello, sacó un lubricante de la misma caja de dónde sacó lo demás, lo colocó en su dildo, se puso un poco en su ano. Estaba nervioso. Esa cosa era enorme. Se puso en una posición en la que estaba acostado boca arriba y abierto de piernas. Decidió no pensarlo más e introdujo esa cosa gigante en el. Le dolió, pero era una mezcla entre dolor y placer.

-¡Ah!- ah~ ahg ¡duele! Mgh- sus gemidos eran una mezcla interminable de emociones y reacciones.

Para Miguel era todo un espectáculo. La fascinó ver sufrir al menor, por supuesto que el seguía masturbándose.– Ahg~ mmm~  ahh~–

Ambos estaban concentrados en su actividad, mientras Carlos estaba soltando algunas lagrimas por el dolor, Miguel le prestaba toda su atención. El primero se estaba volviendo loco frente a la cámara.

Durante el transcurso dela llamada, se iba poniendo más erótico el asunto, el pelinegro se ponía lencería que tenía, la modelaba, se movía fluidamente. No le importaba nada. Miguel, atónito, quería devorarlo, hacerlo suyo, marcarlo como su propiedad, desinteresado en todo lo demás.

–Gime mi nombre, pequeño~– Su voz grave lo hacía ver tan varonil, algo excitante a simple vista.

Carlos volteaba de reojo a la pantalla de su computadora, lo veía a el, su enorme miembro era algo fenomenal, lo escuchaba gemir y gruñir, cada palabra que le decía para calentarlo, el lo escuchaba. –Mierda, ahh~ M-Miguel~ oh Dios- mmm~– Obedeció las órdenes antes dichas.

1 hora y 53 minutos, tiempo de duración de la llamada, tiempo en el que disfrutaron de ver la pantalla de aquellos aparatos electrónicos por los que tenían comunicación, fue espectacular la explosión de placer y hormonas de cada uno. Lo querían repetir, tantas veces fuera posible.

El latino estaba agotado, recostado en su cama le hizo saber al europeo que no podía más, fue suficiente... Por el momento.

Miguel reía un poco –Gracias por ésto... ojalá se vuelva a repetir algún otro día– dijo antes de despedirse –Nos vemos luego, hay que descansar, cuidate– Colgó.

–Hasta luego...– dijo antes de quedarse profundamente dormido. Había sido demasiado para el.

                                  ...

               💛 Gracias por leer 💙
       

«Cyber sex» ⟨Mikelex⟩Where stories live. Discover now