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Capítulo 3. Suiza.

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→Capítulo 3. Suiza.

Narrador omnisciente

Se escuchaba el crujir de las ramas y las hojas con cada paso que daba, sentía las picaduras de las hormigas y el ardor que estas mismas provocaban. Las miradas de aquellos animales nocturnos estaban sobre ella. La luna resplandecía en su punto más alto iluminando el bosque en el que se encontraba. Una fuerza le dirigía hacia un risco y por más que intentará parar no podía, debía llegar hasta allá, bajo su mirada observando un cuerpo muerto atascado entre ramas salientes del precipicio.

Al ver a esto reaccionó y se alejo rápidamente de allí cayendo sobre su espalda lastimandosela en el proceso, retrocedió asustada y a punto de entrar en el colapso.

—Tranquila, tranquila.— sintió unos brazos rodearla con fuerza y al oír la voz de su novio se relajo.— Aquí estoy.

Respiro con fuerza sintiendo el dolor en su espalda y pies. Dejó salir las lágrimas que estaba reteniendo y se permitió llorar en los brazos del vampiro.

Jasper se había asustado al no verla en la cama cuando volvió de cazar. Habían llegado hace unas horas a Suiza y temió que le hubiese pasado algo. Corrió siguiendo el rastro de la humana encontrando la en ese estado.
Observo la pijama de su chica con manchas de sangre y rasgada en diferentes lugares, sus pies estaban llenos de aquel liquido pero no era solo de ella, podía percibir el aroma de alguien diferente al de ella.
Se quitó el abrigo que traía rodeando a Silvia con él, la cargo en sus brazos al estilo nupcial y emprendió camino hacia la casa.

Una vez llego al hogar se dispuso a dejar a su novia en la cama mientras le preparaba un baño caliente. No le había hablado durante todo el trayecto, solamente se quedaba inmóvil viendo un punto fijo en la pared frente a ella, no tenía ni idea de que era lo que había visto, pero no existía duda en que en verdad le había afectado afecto.

Cuando la bañera estuvo lista volvió a la habitación encontrándose a Silvia en el mismo lugar en el que la había dejado.
Dejó escapar un suspiro y se acercó para cargarla nuevamente en sus brazos y llevarla al baño.

La desvistió teniendo cuidado de no tocar nada indebido y la dejo en ropa interior. La sumergió en la tina y se dedicó a bañarla con delicadeza, Silvia aún no respondía y eso le preocupaba, pero sentía sus emociones y sabía que estaba bien, solo necesitaba asimilarlo todo.
La dejo sola para que se pusiera su pijama y una nueva ropa interior cuando le dió una señal que ella lo podía hacer, espero unos minutos hasta que salió.
Ambos fueron a la cama para recostarse y Jasper se encargo de arropar a los dos, atrajo a la Swan con un abrazo y le beso la cabeza.

—No sé que habrá pasado para que estés así, mi amor, pero yo estoy aquí para tí y no me iré.— la chica volteó y junto sus labios. No fue un beso apasionado, apenas un rose, pero le transmitió perfectamente lo que quería decirle "gracias".— Solo quiero que estés bien, preciosa. Eres lo más importante que tengo en esta vida.