TODO EN 30 DÍAS

I: El Inicio

Toc Toc

– Adelanté - Digo sin levantarme de la cama, pase la noche pensando que será de mi..

– ¿Morgan? - me levanto e intento tapar con la sábana, últimamente e decidido dormir en ropa interior, y lo último que podía pensar era ver entrar a la chica que a sido responsable de todas mis fantasías eróticas..

– No quise interrumpir - dice posándose frente a mi – pero creo que a llegado el momento de confesarte lo mucho que me gusta - hace una pausa posando su dedo en mi labio  de forma juguetona - Danieelllll..

Daniel

Daniel

Escucho a lo lejos los grito de mi ¿Madre?

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Me levanto asustado, mirando a todos lodos buscando, buscando a Morgan, mi madre solo me ve, se que sabe lo que estuve soñando, pues mi erección me delata y rápidamente intento  taparme.

– Daniel! - se lo que me va a decir, así que Intentó rápidamente cambiar el rumbo de la conversación.

– ¿Hoy vendran los abuelos a casa? - pregunto lo obvio, ella solo asiente y esa mirada acusadora que tiene, no me permite pensar.

– Necesito que cuides a tu hermano mientras voy hacer las compras.

No me esperaba eso. Pero hoy me quedé a ver con los chicos en el club, es mi único día libre en la universidad.

– Sabes que hoy iré al club, no podré cuidar a Matías - trato de no verla a los ojos, son intimidantes - Puedes decirle a mi tía que venga por el.

Se que mi tía Fanny está muy ocupada en su pastelería, pero siempre a sacado tiempo para nosotros. Ella no puede tener hijos, así que nos trata como que si lo fuéramos.

– Ya hablé con ella y hoy esta de viajé - Me dice caminando a mi ventana - Tu amigos tendrán que esperar, primero la familia Daniel.

La habitación quedó en silencio, no se que responder, se que no tengo escapatoria y lo mejor que puedo hacer es no seguir con esta conversación.

Me levanto de mi cama, ya con la situación calmada, camino hacia mi Madre y le doy un beso en la mejilla. No sé lo esperaba, no soy muy afectuoso y muy reservado.

– Hace tiempo que no recibo unos de eso - me dice en un todo melancólico - ¿Cuando cambiastes tanto?

– Quizás cuando crecí - digo alejándome antes de que ella intenté abrazarme. No soy fan de los abrazos.

Ella suspira, la veo algo apagada o triste. Se que algo le sucede, pero no soy capaz de preguntar que le sucede.

Camina hasta la salida, antes de abrir la puerta se da la Vuelta y con una sonrisa forzada me dice:

–Recuerda que regresa tu padre de su viajé - claro, era eso - Sabes que se enoja si no estamos todos a la hora de cenar.

Asiento en forma de respuesta, se lo difícil que es hablar de mi padre en este casa..

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– Matías tienes que comerte toda la sopa - Matías juega con su comida, tiene toda su silla manchada de sopa y su cara solo indica que lo está disfrutando.

– Si no comes, vendrá el coco a comerte hoy - se queda en silencio, está técnica en muy buena en el. No sabe que es, pero igual lo asusta.

Matías solo tiene 11 meses, pronto cumplirá el año. Mis padre tuvieron un descuido y Entonces llegó a nuestra vida un bebé, después de 20 años.