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4

4 semanas después...

4 semanas.

4 malditas semanas y todo parecía haber dado un giro en su vida.

Todo estaba raro. Clara había dejado de hablar con ella de la nada y empezó a pasar más tiempo con Jim y Toby, siempre que ella  la veía por el rabillo de ojo decidía a ignorarla y seguir hablando con los otros. Eso le dolió y mucho.

No recordaba como empezaron a separarse, pero estaba segura que fue el día en que la llamó para invitarla a una pijamada en su hogar y que de la otra línea se oían extraños ruidos de objetos siendo arrojados contra algo o alguien. No sabía que había pasado en ese entonces, le pedía de manera preocupada que le dijera si todo estaba bien pero ella cortó la llamada con un ¡Te llamo después! Y sí. Jamás le volvió a llamar.

Eso era lo primero; lo segundo era que, hace dos semanas Jim actuó muy raro en un ensayo de la obra, ocasionando que le pareciera desagradable la actitud que tenía con sus compañeros y sobretodo el que le haya dicho que tendría una inmensa suerte de salir con alguien tan valiente y apuesto como él. ¿Lo más raro de todo eso? Que pareció volver a la normalidad al día siguiente, disculpándose con la Srta. Janeth, con los demás y sobretodo con ella. Aceptó sus disculpas, con lástima ajena, pero las aceptó.

Lo tercero; ahora mismo se encontraba sacando un libro de su casillero, y podía sentir tres miradas dirigidas a su dirección. Dismuladamente se volteó, como si se estuviera viendo en el pequeño espejo que tenía pegado en el interior de su locker. Claramente y de una forma muy obvia, Clara la veía por el rabillo, mientras le susurraba algo a los chicos, por su expresión  podía deducir que estaba molesta, Toby le parecía expresar algo de forma preocupada y Jim buscaba calmarlos a los dos, mirándola una que otra vez, de forma apenada.

¿Qué rayos les pasaba?

—¡Stella!— se giró al oír su nombre. Cerró la puerta de su locker.

—Mary, ¿Qué sucede?— le sonrió con la ceja alzada abrazando su libro con una mano mientras que la otra terminó sosteniendo su cintura.

—Sé que Clara ha dejado de pasar tiempo contigo y también con nosotras— 'Ella hizo una mueca, esperando que no se notara que esas palabras le seguían doliendo —¡Pero tengo una idea! ¿Qué tal si tú y...?

Darci pareció llegar corriendo hasta ustedes, estaba transpirando y les habló a ambas, buscando recuperar el aire.

—¡Y yo..!— les pidió que la esperaran antes de que pudiera seguir hablando —lamento llegar de imprevisto. Se suponía que ambas— miró mal a Wang —, te diríamos para salir. Pero al parecer alguien decidió irse minutos antes de la hora de física— la asiática rió nerviosa acomodando un mechón de su cabello.

—¡Bueno ya! Pero si no hubiera salido antes de la clase del entrenador Lawrence, tal vez 'Ella se habría ido a su otra clase sin saber que queríamos invitarla a salir con nosotras— esto le estaba empezando a causar gracia a la nombrada.

—Lo sé, pero si no te hubieras ido antes, el entrenador no me habría obligado a hacer las cinco planchas que te faltaron— la mirada de Stella viajaba de Darci a Mary y viceversa.

—Bueno pues, te agradezco que hayas hecho mis ejercicios faltantes, ¿Contenta?— Darci rodó los ojos. Ambas se miraron mal antes de reír.

Así eran, a veces peleaban por tonterías y luego se arreglaban. 'Ella sonrió alegre al ver a sus amigas reconciliarse de una forma tan rápida.

—¡Bueno ya! El punto Stella es que queremos salir contigo a algún lugar, ¿Qué te parece ir al restaurante Bistro Benoit? No es por nada pero...— se acercó al oído de su amiga y le susurró — he oído que hay un chico guapo de camarero ahí— rió bajo antes de apartarse de Stella. Darci supo por la mirada de su amiga de camiseta gris con estampado de calavera, lo que la asiática le había dicho. Rodó los ojos sonriendo divertida —¡Pero! Sé que solo él atiende en la noche. ¿Qué les parece la idea, eh? Así tal vez quiera pedir mi número.