❥ ; FINAL - Nuevos comienzos

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—Es culpa de todos... tendríamos que haberles escuchado —susurró Alhaitham. No estaba enfadado con Kaveh, comprendía sus razones y en ese momento le necesitaba demasiado.

Yarim seguía escuchando el revuelo. Quería levantarse, quería abrazar a Kamran. Sintió sus mejillas húmedas y poco a poco pudo alzar su mano a medida que todo su cuerpo comenzaba a reaccionar. Si estaba vivo eso quería decir que él también lo estaba. Fue Alhaitham el primero en darse cuenta de que el menor se estaba moviendo, sus ojos se abrieron de golpe y se separó de Kaveh para ir corriendo hacia la cama de su hijo. Agarró su mano entre las propias.

—Yarim, ¿Me escuchas?

El menor abrió los ojos y miró a su padre. Las lágrimas no paraban de salir.

—P-papá...

—Mi niño... —murmuró el alfa completamente aliviado y no dudó en abrazar a su hijo con fuerza—. Lo siento, ya pasó todo... te quiero muchísimo.

Yarim se abrazó a su padre mientras lloraba. Lo estaba pasando bastante mal, necesitaba estar con Kamran.

—L-le necesito... quiero verlo... —se notaba que su voz estaba bastante apagada.

—Está aquí.

Alhaitham se separó despacio y dejó que Yarim lo viera. Kamran aún no había despertado, tenía un brazo escayolado y varios arañazos y moratones por las zonas de su piel que eran visibles, incluso tenía algunos puntos de aproximación en la cara que cerraban un corte no muy profundo en su pómulo. Le habían desentubado antes de sacarlo de la UCI así que respiraba por su propia cuenta.

Yarim no estaba herido, tan solo había sido la conexión de destinados la que había causado que se desmayara de esa forma. Poco a poco se fue levantando de la cama. Miró a su madre, que permanecía con la pequeña en brazos. Había mucha gente allí, pero su atención recayó en Kamran. Sus ojos se cristalizaron aún más y se puso en pie. Dio un par de pasos hasta la cama y acarició la mejilla del alfa.

—No mueras... —susurró con las orejas completamente agachadas.

Tal vez fué su olor, o quizás su cercanía y el saber que estaba ahí gracias a la conexión de ambos, pero Kamran comenzó a abrir su ojos despacio mientras trataba de acostumbrarse a la luz blanca del techo del hospital.

—Y-Yarim... —dijo con un hilo de voz. Sabía que era él aunque aún no estaba del todo consciente.

El mencionado alzó sus orejas y se acercó para besar sus labios, sin importarle que todos estuvieran allí. Necesitaba eso, sentir su calor, sentirle a él. Como pudo, Kamran lo rodeó con su brazo bueno y de pronto el beso se volvió salado a causa de las lágrimas de ambos. El mayor estaba confuso, pero sabía de alguna forma que todo lo malo había pasado.

—Estoy aquí... —murmuró el omega—. No me dejes...

—¿Qué ha pasado? —cuestionó una vez fue más consciente de la situación. Le dolía todo el cuerpo y no podía mover el brazo, incluso le dolía el pecho al respirar por las fracturas en las costillas.

—Tuviste un accidente y casi morimos ambos... —resumió el menor—. Ahora sabemos que somos destinados.

Alhaitham, que les había dado un poco de espacio, se acercó a la cama y posó su mano en la cabeza de su hijo mayor.

—Papá... —murmuró este.

—Lo siento, chicos... nada de esto tendría que haber ocurrido. Pero ninguno de nosotros va a interponerse —dijo el mayor—. Os quiero y quiero que seáis felices.

Tighnari también quería abrazar a Kamran, pero prefirió dejar su espacio a los chicos. Después de todo tenían que aceptar que había surgido y no podían controlarlo.

Destinos entrelazados (omegaverse) [FINALIZADA]Where stories live. Discover now