A͢Z͢U͢L͢ Y͢ B͢L͢A͢N͢C͢O͢ M͢A͢N͢C͢H͢A͢D͢O͢S͢ D͢E͢ R͢O͢J͢O͢ •MizuxOc•

CONOZCO TU SECRETO

- Está ahí, junto con su funda -señale la esquina de la habitación donde se encuentra la katana- ¿La puedo usar?

Mizu suspiro y solo dio un pequeño asentamiento, sonreí eufórica.

Salí de la habitación con la espada de Mizu, mi hermana salió de la suya.

- ¿Como te sientes? -pregunto mi hermana.

- Mejor, gracias.

- Tienes el sueño pesado, pensé que por todos los gritos y platicas te ibas a despertar y a empezar a regañarnos -una pequeña risa salió de Reiko y Mizu soltó un bufido divertido.

- Ya estoy al tanto de todo.

- Hablando de eso, todo el burdel te reconoce como un hombre, y queria saber cómo

- Sígueme tratando como él y no como ella, por favor.

- Está bien, prometo no contarle a nadie tu secreto, por el meñique -Reiko alzó su meñique, Mizu confundido, copio el mismo ademán y Reiko junto los dos meñiques y se fue.

- Yo creo que sería bueno que salieras a caminar

- Madame Kaji...

- Aunque te recomiendo que no hagas nada de fuerza, necesitas energías para ir a cumplir tu "venganza"

- Prometo no ser una carga por tanto tiempo, Madame Kaji.

- A mi no me molesta que te quedes aquí, eres bienvenido, nos debes mucho después de todo.

Madame kaji le tocó el hombro y sonrió, para después irse por el pasillo.

Mizu suspiro y salió del burdel, es ya tarde pero no es de noche, al contrario, el sol brilla tanto que hace un poco de calor.

A las afueras del pueblo se encontraban árboles tirados, cortados, perfectamente cortados a la mitad.

Por curiosidad, Mizu se acerco hacia la dirección de los árboles, y ahí se encontraba Ruí, meditando.

Se ve tan concentrada que Mizu siente que la está atrayendo.

Mizu se sento frente a ella, observándola fijamente.

- ¿Quién te dio permiso para salir?

- Madame Kaji me lo dio -nuevamente aparece esa sensación.

- Ya veo -Ruí abre sus ojos y se levanta- si ella dice que lo necesitas, está bien, por cierto, ten, gracias por prestarmelo, por un momento sentí que lo iba a romper, pero no fue así.

Le entrego la espada a Mizu.

- Gracias, supongo.

- De nada, ¿Cuánto tiempo piensas quedarte?

Empezar a caminar hacia el interior del bosque, e invite a Mizu que me acompañe.

- No pienso quedarme mucho tiempo, tengo que salir antes de que sea primavera.

- Primavera es dentro de 12 semanas.

- Lo se, por eso es que estoy reposando, para curarme más rápido.

- Ya entiendo...

El silencio no es incómodo, solo un poco pesado, pero conforme avanzamos, el ambiente es tranquilo, al menos para mí.

- ...Te acuerdas de lo que pasó antes de que te desmayaras.

- De todo.

Nos detuvimos frente a un lago, el mismo donde salgo con las chicas para que se relajen, aunque lo único malo es que es fría.