A͢Z͢U͢L͢ Y͢ B͢L͢A͢N͢C͢O͢ M͢A͢N͢C͢H͢A͢D͢O͢S͢ D͢E͢ R͢O͢J͢O͢ •MizuxOc•

CONOZCO TU SECRETO

Paso un día desde que cure a Mizu, después de la batalla del ejército de las garras, todos los burdeles cerraron, y saquearon toda la casa de Hamata, hubo muchas peleas, así que me tuve que meter para poner orden, al principio no me escucharon pero nada que una buena amenaza no calme las aguas.

Gracias a la ayuda de todas las oiran, separamos lo que a cada quien le pertenece, ya después de eso, pusimos en venta la casa.

Al caer la noche, los burdeles abrieron, pero los clientes no venían para comprar los servicios, sino que eran muchos compradores se presentaban para pedir la casa.

No sabíamos nada sobre cuánto cobrar, pero por suerte unos de los clientes de otras casas era un valuador, así que el se encargo de evaluar el edificio.

Aproximadamente una media hora más tarde, nos mandó a reunir a todas las oiran y a mi para darnos el precio, los lleve a mi habitación y nos dijo que tenía una valoración de 250 mil ryos, todas nos quedamos sorprendidas, pero la avaricia apareció y entre ellas peleaban por el dinero, justificándose que "Hamata les hizo más daño que a nadie", intente detener la pelea opinando que el dinero nos lo dividirnos, pero me pelearon diciendo que yo me quería quedar con una mayor parte.

Nuevamente empezaron a pelear, agradecí al valuador y este salió volando del cuarto, los gritos de las oiran eran insoportables, sentía que en un momento iban a despertar a Mizu, así que las amenace con tirar el dinero al río si no aceptan dividirnos el dinero.

Estás a regañadientes aceptaron y salieron del burdel de madame Kaji, está me miró y me dijo que cuando vendiera el edificio, rápido tenía que ir por el dinero, por qué luego lo agarran y se lo quedan, y creamos conflictos innecesarios que luego no podemos detener.

La noche transcurrió normal, con casi los mismos clientes.

Estuve con mi hermana practicando la lectura, con una poca mejora en la pronunciación.

Pero luego empezaste a quejarte, y entre las dos empezamos a limpiar la herida y a cambiarte las vendas del abdomen, con el poco tiempo se notaba una buena mejora.

Y también tienes un sueño pesado, muy pesado, hasta a veces creía que estabas muerto si no fuera por tus suspiros.

Al parecer estabas muy relajado, o debería decir muy "relajada".-

Mizu me volteó a ver y le alzo la taza de medicina para su herida.

- Necesito que me digas como prefieres que te hablé, como hombre o mujer- lo último lo dije en voz baja. - Está bien si te sientes identificado del sexo opuesto, es muy raro pero

- Me hago pasar por hombre, para mantener alejado a mis perseguidores, y cumplir mi venganza del hombre que me hizo como soy, un monstruo.

- Te vi en batalla, vi lo en realidad eres, y te juro por lo que más quieres, puedes creerme o no, que eres alguien extraordinario, o extraordinaria, tómalo como lo quieras tomar.

La expresión de Mizu es única, un conjunto de emociones acumuladas, sorprendida, agradecida e incrédula, con un toque de "no digas mamadas".

- No es necesario mentir por convivir.

- Te lo digo enserio, mira, la verdad es que yo quiero ser como tú -hice a un lado la tetera y me acerqué más hacia Mizu- me quedé con el ojo cuadrado cuando vi tu técnica de pelea, y esa espada, por favor ¡Esa magnífica espada, es Hermosa!, me la enseñas.

Agarré las manos de Mizu y las uni, acercandome todavía más a su cara.

- ¿Conoces lo que es el espacio personal?

- Si pero no me importa.

- Pues deberías, además, ¿no la tienes?, ya no supe de ella desde que me desmaye.