Mi querida plebeya

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Luego de que Onee-sama se fuera a Sousa me la pasé con Rei durante los días restantes en la academia, desde aquel enfrentamiento, algo había cambiado dentro de mi...

Los halagos de Rei ya no me molestaban en absoluto, me gustaba ese lado de ella.

Las vacaciones estaban cerca y unos días antes de partir a Euclid, ví a Rei a lo lejos, quería decirle que había una nueva receta que Blume había lanzado al mercado...

Pero la ví con alguien más.

"Oye Rei no te gustaría jugar una partida de ajedrez, desde que regresaste con Claire no me has hablado" — dijo Rod.

"Ew... Rod-sama, lo siento mucho, pero como sabes tengo deberes como su sirvienta..."

"Eso no es excusa, solo será un rato" — rió Rod, para luego tomar la mano de MI REI.

En ese momento ninguno de los 2 me vio, pero mordí el pulgar de mi mano izquierda con rabia.

"Cómo se atreve ese hijo de..." — sentía dolor, nadie más que yo Claire Francois, hija de Dole Francois ministro de finanzas, podía tomar la mano de Rei.

"Me las pagarás Rod -sama..."

Ese día Rei llegó tarde al trabajo, Rod la acompañó para disculparse conmigo.

La manera en como ese sucio asqueroso tocaba el hombro de mi amada Rei, me hacía querer asfixiarlo, ah... Solo yo puedo tocar a Rei, maldita basura.

Ese día cité a Rod-sama a través de una carta que le dejé en su habitación.

Me aseguré de que el lugar fuera lo suficientemente espacioso para hablar con el.

"Oi, Claire que hacemos en este lugar?" — Rod se rascó la cabeza confundido.

"Rod-sama, te gusta Rei no es así?" — pregunté directamente.

"Eh~? No me digas que estás celosa? Por supuesto que me gusta, es la mujer de mis sueños" — confesó con una sonrisa.

"Ya veo... Es una lastima" — me acerque a Rod.

"Claire...?"

"Rei... Es mía, no me quites lo que es mío" — le susurré al oído.

...

Desde la perspectiva de Rei

Misha no se encontraba en mi cuarto, ya que salió a hacer unas compras y no volvería hasta mañana.

Me encargue de darle las buenas noches a Claire-sama.

Hoy su comportamiento era extraño, no paraba de mirar a Rod-sama como si fuera un bicho raro.

Por supuesto, no me molestaba que ella tuviera esas actitudes, al contrario, me gustaba que fuera dominante y atenta conmigo.

Pero algo se sentía extraño...

Estaba conciliando el sueño cuando alguien tocó la puerta de mi habitación.

"Quien será a estas horas..?" — pensé para mis adentros.

Me levanté y cuidadosamente abrí la puerta, para encontrarme a Claire-sama.

"Buenas noches Rei, puedo pasar?" — Claire-sama sonrió de manera extraña.

"Eh... Si..." — un poco confundida la dejé pasar.

Claire-sama entró y al percatarme noté que estaba tranquila y no emitía palabras.

"Claire-sama, ocurrió algo?" — le pregunté.

"Rei... Hoy tuve una pesadilla muy horrible..." — claire se me acercó y me abrazo asustada.

"Y-ya veo... Misha no está, así que si quieres puedes dormir en mi cama, yo dormiré en la de arriba" — dije alegremente.

"No espera..." — ella me tomó el brazo, "quiero estar contigo..." — susurró.

Gulp.

No entendía bien lo que sucedía, pero no era momento para dudar, así que ambas nos acostamos en mi cama.

El espacio era un poco reducido y mi corazón latía con fuerza.

Claire se quedó dormida de inmediato en mi pecho, su manera de respirar era encantadora, fue entonces cuando noté algo...

Su cara tenía un poco de sangre...

En el momento en que intenté tocar su rostro por mi cuenta, Claire-sama me fulminó con la mirada.

"Que estás haciendo Rei?" — dijo como si fuera una amenaza.

"Yo um... Quería acariciarte el cabello..." — dije temblando.

"Mi cabello está aquí arriba" — claire tomó mi mano y la posicionó en su cabello.

"Lo siento es que..." — necesitaba una excusa para investigar más.

"Rei...?" — Claire-sama me observó con curiosidad.

"Eres hermosa" — agarré su mentón y la besé.

"Hm..." — Claire se sonrojó y juntas nos unimos en un apasionado beso.

Esa noche terminó de manera erótica, pero algo que sabía con certeza, es que eso definitivamente era sangre.

Al día siguiente Rod-sama no apareció por ningún lugar, todo el mundo lo estaba buscando.

Hasta que...

"¡KYAAAAAAA!" — unas estudiantes gritaron en el patio de la academia.

Me apresuré de inmediato a ver qué sucedía, ya que al pertenecer a los caballeros de la academia, debía supervisar que ocurría en los alrededores.

Lo que encontré fue...

...

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La cabeza de Rod-sama.

Yandere ClaireWhere stories live. Discover now