022

678 57 0
                                    

Realmente todos los pedidos de ayuda no funcionaron

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Realmente todos los pedidos de ayuda no funcionaron. Nos dejaron, nos dejaron como perros en navidad.

Suni bajó la mirada, sabía que nadie iba a ayudarlos

─¡Por favor llevenme con ustedes! ─gritó Ji-min.

Cheong-san agarró de la mano a On-jo y a Suni. ─¿No podría llevarse solo a algunos?

No dieron una respuesta amable. Empezaron a tirar tiros hacia arriba.

─¡Se lo suplicó, llévese a unos cuantos, por favor! ─rogó Cheong-san.

Al oír nuevamente los disparos, Gyeong-su fue directo hacia Suni y la abrazo.

─Nos abandonaron, ¿cierto? ─lloriqueó Suni.─¿Ya nadie vendrá a salvarnos?

¿Por qué lo hicieron?

Tal vez pensaron que eramos unos malditos zombies.

Entonces, nos habrían matado. No sé habrían ido, sin antes matarnos.

Suni ya no escuchaba. Sentía como su mundo se desvanecía. Nada importaba ahora, su última esperanza de ser salvados se había ido.

Cheong-san apagó el fuego y empezó a patear todo. ─Esto es inútil. Ya nadie vendrá.

Gyeong-su se acercó a su amigo. ─Amigo, cálmate. Vamos a encontrar alguna salida.

Suni se dejó caer al piso, lastimandose sus rodillas en el proceso. ─Cheong-san tiene razón, vivir es una pérdida de tiempo.

El coreano la miró. ─No digas eso Sun sun, vamos a salir de esto. Siempre lo hacemos.

Suni negó mientras miraba como sus manos temblaban. ─En algún momento, vamos a terminar muriendo de hipotermia. Hay dos opciones, nos matan los malditos zombies o morimos por el frío. Estamos sin comer desde hace días.

Nadie le prestó atención. Gotas empezaron a caer del cielo.

Suni miró hacia arriba. Odiaba la lluvia, pero anelaba poder beber algo. Su estómago estaba vacío.

[...]

Todos habían armado un plan para salir de la azotea. Suni tenia miedo.

─Sun sun. ─Gyeong-su susurró, mientras la ayudaba a levantarse del piso mojado. ─No te separes de mi, por favor.

El coreano la tomó de las manos, entrelazandolas. La castaña asintió en silencio.

Empezaron a bajar las escaleras con cuidado. Estaba todo lleno de Sangre por todas partes.

─Siento que en cualquier momento voy a vomitar. ─musitó tratando de no sentir el olor a la sangre vieja.

Gyeong-su apretó su agarre cuando empezó a escuchar a los zombies. Estaba asustado.

Salieron del colegio hacia afuera. Cheong-san se acercó a su amigo.

─Voy a distraer a ese zombie. Cuida a On-jo. Si algo me pasa, prometeme que las cuidarás con tu vida.

Gyeong-su miró a Suni y asintió. Nunca dejaría que algo le pasara a su chica.

La castaña los interrumpió. ─Dejen de ser idiotas. Aquí nadie va a arriesgar su vida por el otro. Sigamos hasta el muro y crucemos.

Los dos amigos asintieron y empezaron a caminar despacio hacia el otro lado. Todo iba bien, hasta que Suni escuchó un ruido.

"Suni, mi amor"

La castaña giró y vio una silueta conocida.

"¿Mamá?"

Nadie había prestado atención que faltaba en la fila. Ella era la última.

Suni miró a sus amigos correr. Estaban tan lejos. Bajó la mirada a sus zapatos.


¿Realmente valía todo este esfuerzo? ¿En serio iban a lograr salvarse?

L

a probabilidad era muy baja.

"Hija..."

Quería volver a abrazar a sus padres, decirles que los extrañaba.


No servía de nada sobrevivir sin ellos.

¿Los iba a volver a ver? Suni sabía que si. Pero, ¿y si adelantaba la visita al cielo?

La castaña respiró mirando como se había perdido. Había perdido a sus amigos. Ya no sabía a dónde estaban.

Estaba sola.




𝖨 H̶A̶T̶E̶ ˡᵒᵛᵉ 𝖸𝖮𝖴 | 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗆𝗈𝗌 𝗆𝗎𝖾𝗋𝗍𝗈𝗌. Where stories live. Discover now