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─¿Por qué no puedo entrar? ─preguntó Cheong-san observando donde estaba su amigo

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─¿Por qué no puedo entrar? ─preguntó Cheong-san observando donde estaba su amigo.

─Tú no tienes que disculparte, Suni sí. ─respondió la señorita Park.

Suni rodó los ojos. ─Esa tendría que ser Na-yeon. Yo solamente dije que olía feo y que parecía un zombie. ¡Además que lo defendí!

─Lo acusaste, también. ─Interfirió Woo-jin.

Suni pusó los ojos en blanco y entró a la sala de video.

─¡Chae Suni, viene a disculparse conmigo, que honor! ─exclamó Gyeong-su sarcásticamente.

─Deja de hablar, Han. ─ordenó agarrando una silla y la colocó en frente de la de él.

─Tú no puedes ordenarme a nada. Además, amas que hable. ─comentó divertido.

─¿En serio? ─inquirió sonriendo.

─Claro, amas que te ponga atención.

Suni abrió la boca para reprender pero la cerró inmediatamente.

─No creo que eso te funcione para conquistar a las chicas, Gyeong-su.─soltó burlona.

─Ay callate, use ese mismo método y tuve muchas novias.

Suni alzó una ceja. Sabía exactamente que Gyeong-su no había salido con ninguna.

─Si quieres, cuando esto termine... vamos al restaurante de la señora Lee. Así sabes como se sinte estar solo con una chica por más de dos horas.

─Por una vez en tu vida, callate. ─pidió Gyeong-su rodando los ojos.

Suni sonrió más cuando sintió como Gyeong-su miraba sus labios.

─Mejor callate tú. ─demandó molesta.

Sabían que estaban jugando, pues no sentían el odio de querer discutir.

─¿No crees que es hora que te disculpes? ─cortó el silencio.

─¿Por qué me tendría que disculpar contigo? ─imploró haciéndose la confundida.

─Por hacer creer a todos que estoy infectado. ─comentó con tono obvio.

─Basta, esa tendría que ser Na-yeon.

─Callate, ¿Por qué nunca puedes ser amable conmigo? ─cuestionó molesto.

Suni sonrió y acercó su silla más a la de él.─Si tanto quieres callarme, callame.

𝖨 H̶A̶T̶E̶ ˡᵒᵛᵉ 𝖸𝖮𝖴 | 𝖾𝗌𝗍𝖺𝗆𝗈𝗌 𝗆𝗎𝖾𝗋𝗍𝗈𝗌. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora