- 911 ¿Cuál es su emergencia?
- Soy Amelia Roberts, necesito bomberos, mi auto se quema...
Las llamas se llevan lo que ahora es mi pasado, pero en algún momento fue mi doloroso presente el cuál quiero quemar y empezar de cero. Los Angeles es mi nuev...
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Ayer fue un poco confuso todo, Buck y yo llegamos a casa y Albert estaba con nuestra vecina la cual Buck no supera, pero ese no era el caso.
Hoy sería uno de esos días donde me comeré el mundo y no solo porque se publica uno de los libros más importantes para la editorial, si no porque sería el día en que le diría a Buck que sería padre.
Si, decidí que sería el día en que se lo contaria. Ya es momento y en unos meses será más que obvio que estoy embarazada y aunque me guste esa idea de que se entere solo y me ahorro la molesta conversación no puedo esperar tanto porque probablemente me odiaria.
- No sabes lo emocionante que es todo esto aquí- Dije al teléfono mientras ayudaba a poner unos globos - ¿Es curioso que me estresen más los globos que la publicación del libro?
- Ujum - responde el bombero al otro lado de la línea
-¿Buck? ¿Estás bien?
- Amm si, solo... Estoy viendo algo.
- Estás ocupado, no te molesto más. Trabaja bien - No, tranquila Lya, solo estoy esperando algo.
Dudosa fespondi- Está bien. Cómo te decía, los globos son cosas muy estresante y ni siquiera he tomado café. Voy a colapsar en cualquier momento
- Es mejor que no lo hagas, por lo que me has contado te necesitan mucho en ese evento.
- Pues Miranda la secretaria que me asignaron, parece más molesta que yo, creo que unas cosas salieron mal con los postres
- Bueno, creo que tú secretaria si odri colapsar, ¿Sabes lo que es una crisis de postres en un evento de libros? Prácticamente por eso va la gente.
Reí ante su declaración.
- Por la gente, te refieres a ti y alguno de los bomberos que puedan venir, ¿no? - Escucho como también rie al otro lado del teléfono - Entonces me encargaré de solucionar esa crisis por mi cuenta.
- Ms vale que sean ricos esos postres, despues de este trabajo todos saldremos agotados
- ¿El hombre sigue en el techo?
- Si, no creo que baje por un tiempo.
- Que mal, pero mira el lado bueno, luego todos podrán venir a leer y comer un poco. ¿Vendrán cierto?
- Claro que sí, te prometí que estaría contigo y eso haré. Se lo nerviosa que te ponen esas cosas - De solo pensarlo llevo una de mis uñas a la boca - De hecho puedo apostar que te estás comiendo las uñas ahora.
Mierda - Odio que me conozcas tan bien
- Lo se todo, Lya.
- Ya, presumido. Te dejaré para que trabajes como un bombero, mientras yo me encargo de los ricos postres que te prometí, porque siempre cumplimos nuestras promesas.
