- 911 ¿Cuál es su emergencia?
- Soy Amelia Roberts, necesito bomberos, mi auto se quema...
Las llamas se llevan lo que ahora es mi pasado, pero en algún momento fue mi doloroso presente el cuál quiero quemar y empezar de cero. Los Angeles es mi nuev...
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— Déjame ver si entiendo. ¿Me estás llamando para celebrar un incendio que salió bien en el cuál no participé?
— No, te estoy invitando a celebrar mi incendio.
— Lo siento Buckley. Estaré demasiado ocupada leyendo...
— lo chistoso aquí es que crees que tienes otra opción — Suelto un quejido.
— ¿Disculpa?
— Linda ponte tu ropa de bar. Iremos a uno — sin decir más cuelga.
Esto era gracioso, sobre todo porque Buck no solía darme órdenes, el sabía que yo no sigo órdenes y no se esforzaba en hacerlo, pero fue lindo que está vez lo intente solo para tener con quien tomarse unos tragos.
A decir verdad no quería hacerlo, pero al menos saldría de casa por un rato y conviviria en otro ambiente con el. Todos estos días solo nos hemos visto mientras estamos en casa, yo seguía ocupada con el trabajo y el con el suyo.
No tardé demasiado en arreglarme, aún tenía maquillaje de la mañana y solo debía buscar mis pantalones de Bar y unas bonitas botas que combinen. Buck pasó por mi y me llevó directo a un lugar donde tomarnos unos tragos.
Cuando entramos solo podíamos reírnos al mirarnos. — Vas a pagar esas papas — Le advertí.
— juro que pagaré todas las que quieras — Ambos nos sentamos en la barra.
Antes de pedir algo en la televisión se escucha la noticia del incendio, con un sonrisa lo miro — Muy bien hecho, Buckley — lo felicité.
Buck sonríe, pero no logra decirme nada porque un señor junto a nosotros habla primero — Que idiota.
Algo indignada me giro hacia el.
— ¿Que?
— Meterse a un incendio haciendo trucos con una cuerda. Solo un imbécil haría algo así de arriesgado.
No sé equivocaba, pero yo quería mucho a mi amigo como para admitirlo en voz alta.
— Oiga oiga, señor al cual no debería levantarle la voz porque es mucho mayor, pero lo haré porque esos imbéciles son mis amigos — ya estaba molesta y ni siquiera había pedido una cerveza
