- Gracias por ajustar el nudo de la soga Reiko.
- no es nada Ruí, solamente venía por la noticia de que había una princesa aquí, no me la creía al principio pero al parecer es real, pero dejando todo eso de lado, ¿A poco te vas a quedar así viéndola todo el tiempo, Ringo?
Ringo sonríe penoso y volteó hacia otro lado, disculpándose, sin dejar de bajar su adorable guardia.
- Ya va a ser de día, Reiko recoge tus cosas y vámonos de aquí- se paró y se quedó en la puerta esperándome
- Ringo, ¿vas a poder hacer este trabajo? - él solo me respondió con una leve inclinación de cabeza.
- Akemi, perdón, pero yo en este caso no trabajo para ti, vámonos Reiko- salimos del cuarto, sintiendo que algo me faltaba pero no le hice tanto caso, dejé a Reiko en el cuarto y busqué a madame Kaji.
- ¿Puedo pasar?- pregunté afuera de su cuarto, esperando su permiso.
- Pasa Ruí, necesito hablar contigo de algo importante y creo que es de vida o muerte.
Me adentré a su habitación y me senté frente a ella, en estos momentos son los que siento que se me sube la sangre a la cabeza y dejo de pensar con claridad, solo tengo el objetivo que me da madame Kaji o el que yo siento que es el más importante en casos de emergencia.
- ¿te acuerdas de que hace unas horas te pedí que me hicieras un mapa y no te dije él por qué?
- Si.
- ¿quieres que te lo diga?
- si, claro.
- ¿te acuerdas de kinuyo?
- No me digas que...
- ...Le pedí que la mate, y que parezca un accidente.
Me levanté furiosa y rompí en dos la mesa que teníamos en medio de nosotras.
- se supone que yo la iba a rescatar- grité eufórica y enojada.
- Pero tú no puedes matar a un ejército entero.
- ¿Que no puedo qué?, tú no sabes a cuántas personas he tenido que matar para estar aquí, tú no sabes todo lo que he sufrido, tú no sabes nada sobre mí, ¿Quieres ver lo qué puedo hacer en realidad?, tu debiste de pedirme ese favor, debiste de pedirme que lo matara, debiste de pedirme todo eso, No debiste de confiar en alguien más que no sea yo, tantos años he estado trabajando aquí, he cumplido todas tus órdenes, he cumplido tus reglas, he ayudado a tus chicas, te he cuidado la casa mientras te ibas allá a la casa del demonio blanco, me he encargado personalmente yo de matar a todos esos niños bastardos cuando tus chica se quedaban embarazadas, dime lo que no puedo hacer, ¿¡No confíes en mí!?, ¿¡No crees en mí!? ¿¡Tú crees que yo no tengo la capacidad para hacer lo que tú le pediste hacer!?, ¿¡En serio tan poca confianza me tienes después de tantos años estando juntas!?
El silencio mataba, me sentía traicionada, decepcionada, sentía que después de tantos años me tendría confianza, ¿Por qué hizo eso sabiendo todos mis planes?, me siento inútil y fracasada, sentimientos que jamás esperaba sentir aquí, mucho menos de parte de ella, Que la veía como una figura materna, una jefa, un alba pura, si no me iba de ahí, iba a romper en llanto, pero no por tristeza, sino por estrés y furia, que sentía en ese momento saber que todo mi esfuerzo para saber cómo rescatarla, se fue al diablo, debí de ser más rápida... No debí de contarle a nadie... ya entendí, ni siquiera a la persona en la que más confío debí de contarle todas mis planes e ideas.
- No quería involucrarte en esto, sé cuánto es importante para ti, Yo sé que te viste reflejada en ella, yo sé que la protegiste con todo tu corazón, y yo sé que intentaste sacarla del infierno...
Ambas prometimos que no íbamos a dejar que la tocara un hombre, pero por favor escúchame, yo no puedo hacer nada, tengo que proteger a mis chicas de que las maten, tengo las manos atadas.
Le pedí que hiciera nuestra señal, al menos para que entendiera que su mano es enviada por mi parte
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A͢Z͢U͢L͢ Y͢ B͢L͢A͢N͢C͢O͢ M͢A͢N͢C͢H͢A͢D͢O͢S͢ D͢E͢ R͢O͢J͢O͢ •MizuxOc•
FanfictionSabes que más es azul como tus ojos y blancos como mi piel... Azul, como el cielo y mar en un mismo lugar... Blanco, como las nubes y nieve que congelan el mar cayendo desde el cielo. Tan pacificas como aterradoras, cuyo propósito es destruir y amar...
SI VAS A HACER ALGO, HAZLO BIEN
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