🔸️☀️CAPITULO LXVII☀️🔸️

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Nos presentamos nosotros mismos, algo incómodos, aunque la señora Chase parecía muy agradable. Ella se presentó como Mei-yin chase-Zhào. Nos preguntó si teníamos hambre. Reconocimos que sí porque nunca logramos comer, en especial percy quien aunque se comio su emparedado por el camino, todavia era un barril sin fond. ella dijo que nos traería sándwiches y refrescos.

-Querida-dijo el doctor-vienen por Annabeth-le informo con una mirada que demostraba la preocupación que sentía por su hija.

Yo casi me esperaba que la señora se pusiera como loca ante la sola mención de su hijastra, que no quisiera escuchar la simple mención de la adolecente pero apretó los labios con aire preocupado.

-Muy bien. Acomódense en el estudio;
Enseguida les subiré una bandeja-le dirigió una sonrisa a el niño del mar-Encantada de conocerte, Percy. He oído hablar mucho de ti-

Luego sus ojos verdes pasaron hacia mi

-a ti también Nawaki, Annabeth ha hablado mucho de ti. No sabes lo agradecida que estoy de que la salvarás aquel día-le correspondí la sonrisa con la respuesta de que había sido mi deber proteger a los demás.

-¿No le molesta que me quedé a ayudarla?-pregunté ya que siendo sincero no quería perder mucho tiempo en la bella casa que nos retrasaría apenas nos quedaban unas tres horas de sol, además, hace un tiempo no cocinaba o hacía algún tipo de tarea domestica en general, mi magia me había vuelto vago e aquel aspecto y me gustaba esa parte de mi.

-me vendría de maravilla, Nawaki-los demás subieron detrás del doctor mientras yo seguía a la ama de casa. Ella dijo que haríamos algunos sándwiches des mermelada y mantequilla de maní que de no haberla probado antes tendría la loca idea de qué es algo raro pero se forma sorprendente estaba bastante delicioso. Tomando loa frascos comenzó a untar el pan lactal con bastante tranquilidad mientras recuerdos azotaba su vieja mente, recordando como su propia madre le enseñaba a untar mermelada en las tostadas con sus pequeñas manos

La voz de su madre lo había felicitado para pronto seguir el siguiera paso. Probarlos

Llevándose un de sus reciente creación a su pequeña boca pudo sentir la mermelada fría como ella misma, humedeciendo el pan blando a la vez la mantequilla de maní de textura pastosa y algo pesada que por unos ínfimos instantes, sin siquiera proponérselo, lo habían enviado atreves del tiempo a uno de los momentos donde había sido feliz, con ignorancia acompañado de él mínimo sufrimiento que cualquier niño podía experimentar de sonrisas y llanto, superación y caídas, aprendizaje y golpes de realidad llamados vida.

Que bello había sido eso. Pero me dejaba un sentimiento de vacío en mi pecho.

Los niños me sacaron del estupor quienes vinieron a pedir comida al momento en que los aperitivos habían estado cortos sobre el plato de cerámica.

Por supuesto que le iba a dar a los más pequeños

-¿Oigan niños, quieren ver algo genial?-les pregunte poniéndome a su altura. Se mi mano un pequeño jazmín comenzó a crecer hasta alcanzar la madurez con sus pequeños y bellos pétalos blanquecinos . Los pétalos sin dar aviso explotaron en pequeñas mariposas que revolotearon por la sala, los gatos por curiosos empezaron a intentara atraparlas hasta que estos se hicieron polvo que regreso a mi mano

-¡Hooo tienes poderes! ¡Eres un super héroe!-dijo uno de los gemelos que reconocí como Bobby por su color de camiseta.

-¡O un alienígena! ¡Como Superman y Batman!-dijo Matthew con emoción.

-¡Batman no es un alienígena!-le corrigió su gemelo con el cual habían empezado una pequeña discusión.

-¡Si lo es!-aseguró el de azul

renacer en un mundo semidivino Where stories live. Discover now