Capítulo 2 - Hermanos

654 79 30
                                    

Ser hermano mayor no es cosa fácil, no cuando cuatro niños dependen de ti. Por supuesto, él que no sea fácil no dice que no quiera serlo, John Dory ama a sus hermanos más que a nada en todo el mundo.

Recuerda la primera vez que supo que sería hermano mayor, era joven y no sabía nada de cómo ser un buen hermano mayor. Recuerda que le preguntó a todo el que pudo sobre ser un buen hermano mayor, incluso creó su propia lista de cosas que él pensaba lo harían un buen hermano mayor, como por ejemplo, cuidar de que no se lastimen, los pequeños hermanos necesitan mucho amor, cuidarlos cuando se enferman. Había hecho este libro de recortes que Spruce aún guarda como un especie de tesoro.

Como sea, el día que su primer hermano menor nació estaba tan emocionado por ello, tan ansioso que no podía contener su emoción, cuando por fin lo conoció y lo pudo sostener en sus brazos fue sin duda inolvidable, solo bastó mirarlo para saber que iba a amar a su pequeño hermano incondicionalmente.

No pudo evitar llorar mucho por su emoción y su hermano soltó una risa, su primera risa fue para él y John lo adoro, sabría entonces que amaría mucho a su hermano.

Siempre cuidaba de él, le leía cuentos y lo ayudaba todo lo que podía por cuidarlo lo mejor posible, tuvo que aprender mucho sobre cómo cuidar a un pequeño hermano pero John Dory adoraba cuidarlo a pesar de todo, incluso le cantaba con frecuencia.

Todo era perfecto al inicio, luego a pesar de que su padre le dejaba todo el trabajo a su abuela y él aún quería a su hermano.

— ¿Hermano cuándo vendrá papá? — Spruce preguntó mientras tomaba su mano. John no tenía una respuesta para dar pero le sonreía.

— Pronto, muy pronto ya lo veras. — Sin embargo cuando su padre regresó no fue lo que esperaba ya que un nuevo hermano apareció.

Clay se unió a ellos, John amó a su nuevo hermano pero empezó a darse cuenta de lo difícil que se estaba volviendo.

— Papá por favor no te vayas, tienes que quedarte, te necesitamos. — John Dory lloró mientras le suplicaba a su padre quedarse, pero este solo lo miró con molestia y lo alejó con un empujón.

— Eres el mayor, encárgate tú mismo. Deja de llorar, ya no eres un niño. —John Dory se mordió el labio intentando no llorar.

— ¡No le hables así a tu hijo! — Su abuela Rosiepuff le gritó y fue la primera vez que los vio discutir. John no sabía qué pensar, estaba asustado y retrocedió.

— ¿Hermano? — Spruce se asomo y los adultos no lo notaron ya que seguían discutiendo pero para John la voz de su hermano fue reconocible.

Corrió hacia él y le sonrió a pesar de que intentaba no llorar, quería ser fuerte para sus hermanos.

— E-esta bien Spruce, solo es un pequeño desacuerdo. — John lo abrazó y cubrió sus orejas para que no escuchara nada de eso, lo llevó a su habitación y estuvo con él toda la noche.

A la mañana siguiente su padre se había ido. John no quería tener estos sentimientos pero empezaba a estar resentido con su padre por dejarlos, se prometió a sí mismo que nunca abandonaría a sus hermanos.

Cuidar a Clay fue como empezar de nuevo, solo que Spruce estaba ahí también, parecía feliz con un hermano menor y permanecían juntos siempre, los cuidaba y jugaba con ellos, no dejo de lado a ninguno. Fueron unos años muy alegres y pacíficos.

Se adecuaron a una rutina diaria, cantaban cuando podían y John Dory les contaba maravillosas historias.

Todo fue bien hasta que él volvió a aparecer, su padre, Spruce se alegró de verlo, Clay no lo conocía y John solo se mantuvo al margen.

《Libertad》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora