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El último día llegó.
Al despertar Sev, le dio como era de costumbre a estas alturas, a Sirius su batido de frutas con el supresor. Él omega estaba ¿Normal? Había despertado bien y no lo perseguía por todo el departamento, claro su olor seguía por todo el lugar. Pero él omega estaba tranquilo como en el primer día.
Severus llegó a pensar que Rabastan le mintió o exageró respecto al último día de celo pero todo tuvo más sentido cuando llegó la tarde. Sirius volaba de fiebre y cólicos, su rostro se encontraba lleno de lagrimas debido al dolor.
El alfa no sabía que hacer ya probó de todo y nada funcionaba como mimos o paños fríos para la fiebre y parecía que los supresores ya no le hacían efecto. Estaba jodidamente desesperado y sentía que iba a llorar junto al omega de la angustia.
Sirius: Alfa... -lloriquea, tomándolo del brazo- Duele...
Los ojos del omega estaban dilatados, su entrada no paraba de crear lubricante manchando su ropa interior, lágrimas rodaban por sus mejillas debido al insoportable dolor. Quería a su alfa, quería que lo ayude con el dolor, quería que le diera cariños y sentirse protegido en sus brazos.
Snape sabía, sabía lo que Sirius quería pues su lobo exigía lo mismo. Quería su omega, quería ayudarlo y protegerlo, pero no podía, no quería hacerlo con el pelinegro en ese estado. Mierda, no, no podía.
Severus: Cosita.. no puedo, no quiero hacerlo si tú no estás en tus sentidos -tomándolo delicadamente de los hombros-
Sirius: ¿Alfa no quiere omega? -con tristeza su omega se sentía rechazado-
Severus debía admitir que esa era la frase más larga que Sirius dijo en todo su celo.
Severus: No, no cosita, alfa si quiere a omega, alfa quiere mucho a omega -acariciando su mejilla- Pero.. no quiero cometer un error y que.. me termines odiando, no soportaría perderte Sirius.
Él omega pestañeó un par de veces quedándose callado unís segundos, se acercó más al alfa acariciando su barbilla y labio inferior dulcemente.
Sirius: Nunca mio.
Murmuro antes de juntar sus labios, Sev soltó un suspiro y simplemente se dejó guiar por el menor, abriendo sus piernas y colocándose arriba de él. El pelinegro llevo sus manitos hacia la espalda del alto y las metió por debajo de su camisa, acariciando su suave piel canela y metiéndose su lengua en su boca intensificando más el beso. Arqueo levemente la espalda cuando sus glúteos fueron apretados y masajeándolos al antojo del mayor.
Se separaron con un pequeño chasquido, los labios de ambos se encontraban hinchados y algo húmedos. Snape acaricia con cariño la piel del menor antes de hablar.
Severus: ¿Seguro que quieres que lo haga cosita?
El recibir un asentimiento del contrario se separó para sostenerse de sus rodillas y quitar su camisa quitándole el aliento menor, estiró su brazo hasta la mesa de noche y sacó un preservativo, ahora entendía el mensaje de Rabastan esta mañana. Mientras se encargaba de besuquear su cuello desliza el short y su ropa interior dejándolo desnudo bajo suyo, él omega estaba demasiado húmedo por lo tanto no fue difícil introducir el primer dudo.
