Casco al corazón 💗

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Todo en la vida de Sunny pasaba tan rápido, ahora la pequeña poni ya era una adolescente. Durante todos estos años, Sunny aprendió a ver el mundo con otros ojos, le gustaba explorar y encontrar en cada aventura y desaventura a su verdadero yo. Todo esto fue posible gracias a sus queridos padres.

En una mañana de abril, la poni soleada se levantó con una gran actitud, ya que sería el décimo quinto aniversario de sus papás; ella quería asombrarlos con el mejor regalo de sus vidas.

Tenía todo perfectamente planeado y, cuando llegara la tarde tendría la oportunidad de organizar su sorpresa; puesto que sus padres habían decidido pasar tiempo juntos para honrar este día tan especial.

—Ustedes no sé preocupen, estaré bien —les decía la poni.

—Si hay alguna emergencia, no dudes en llamarnos —le contestó Argyle impaciente.

—Entendido, pero estoy segura de que no lo necesitaré.

—Te queremos, hija. Regresaremos lo más pronto posible —se despidió Sunrise mientras la abrazaba.

—Yo también los quiero.

En seguida su papá la abrazó y, por último, Sunny se quedó en la puerta hasta que sus padres ya no sé divisaban a lo lejos.

Fue hasta ese instante cuando la poni se puso a organizar todo. Primero haría sus fantásticos cupcakes: tres de ellos tendrían la forma de un unicornio, pegaso y poni terrestre. Y los demás representarían a las Guardianas de la Armonía. Entonces sacó de su escondite todos los ingredientes para decorar los pastelillos.

Luego puso a calentar el horno mientras hacía la mezcla, la cual consistía en agregarle mantequilla, huevos, azúcar, harina, polvo para hornear, esencia de vainilla y un poco de leche. Todo esto, lo batió sin parar hasta que tuviera la consistencia perfecta. Lo vertió en los moldes y por fin lo llevó al horno.

Mientras estaban listos; se concentró en hacer el betún y lo pintó con colorante vegetal de diferentes colores. Después, moldeó cada una de las figuras que llevarían los cupcakes, hizo un pequeño cuerno para el unicornio, unas alas para el pegaso y una herradura para el terrestre. Sin olvidarse de hacer también las cutie marks de las seis heroínas de Equestria.

Cuando pasó el tiempo suficiente, sacó del horno los deliciosos cupcakes. Ahora era el turno de la decoración. Sunny, ya era una experta en esto; gracias a las enseñanzas de su padre, quien le ponía magia a cada uno de sus postres. Juntos, habían creado los cupcakes de unicornio.

Con mucha precisión, tomó la manga pastelera con el betún adentro; creando la clásica forma de una montaña. Cada uno, tenía su propio color; el de Rainbow Dash era el más colorido de todos, ya que simbolizaba la melena arcoíris de la poni.

Como detalle final, esparció las chispas sobre los pastelillos para que parecieran más coloridos y brillantes.

—¡Listo! —exclamó Sunny mientras embozó una sonrisa de satisfacción. Sin duda eran los mejores cupcakes de su vida.

Se dirigió a la venta y se percató del que el cielo se pintaba de un azul oscuro. Sus padres no tardarían en llegar, entonces se subió a toda prisa a su cuarto y sacó de su escondite un cartel muy grande hecho por ella el día anterior. Después fue por unas mesas pequeñas, unos manteles y tomó los cupcakes para colocarlos en su lugar. 

 

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Sunny Starscout: La poni en busca de aventuras 🌟Where stories live. Discover now