Capítulo cuarenta y siete

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El daño que el amor hace

Mason

El viento que impacta sobre mi mece mi cuerpo al filo de la terraza del hospital. Bajo la mirada y comtemplo la desolada y fria acera pensando que ahí sería donde mi cuerpo terminaria si diera un paso más.

-Desde ahora aborresco... no odio todo lo que te hizo daño a Beck... y eso me incluye a mi.

Cierro los ojos y por un momento imagino mi cuerpo sobre la acera, inerte, sin vida y cuando parece que estoy apunto de tomar la decisión de saltar un agarre debil en la muñeca me hace balancearse de un lado a otro.

La persona tira de mi mano hasta mandarme lejos de la orilla de la terraza. Frunzo el ceño y llevo la mirada a la persona que aún toma mi muñeca.

-Pudiste haber caído.

Veo el verde de sus ojos y por un momento vuelvo a ver la imagen del rostro de Beck adornado con su hermosa sonrisa, sin embargo rápidamente la imagen se vuelve amarga al recordar que ella ya no volver a verla sonreír, y mi corazón lleno de grietas se oprime fuertemente haciendo que haga una mueca de dolor y acaricie la zona.

Alguna vez llegue a escuchar que si un corazón sufre demasiado los tendones de este se estiran tanto que pueden llegar a romperse, es por ello que una persona puede morir de un corazón roto y creo estoy cerca de morir por uno.

-¿Que haces acá Lydia?- pregunto evitando mencionar el apodo de la pequeña para no pensar en la persona que impuso este, lo cual se me hace muy difícil, sé que ella nunca saldra de mi mente.

Mi idea de no mencionar a la castaña se viene abajo tan pronto escucho la respuesta de la niña.

-Quiero saber cómo está mi tía, nadie me dice nada- desvio la mirada y mis ojos vuelven a cristalizar ante la mención de la chica -. Quiero saber si ella está bien y tú me lo diras- insiste la pequeña al tirar de mi brazo mientras que tengo un debate interno si hacerlo o no.

No creo que sea a mi a quien le corresponda hacerlo, el pequeño berrinche de la niña en el cual chilla querer saber de su tía al mover mi brazo con ímpetu causa que se proyecte nuevamente lo ocurrido dentro del hospital: los reclamos de Grace me aturden junto a la imagen del cuerpo sin vida de Beck se repiten una y otra vez, todo ello logra nublar mi razón y antrs de que lo prevea exploto.

-¡Ella ya no esta!- Lydia da un respigno por mi grito y libera mi brazo para luego retroceder contratendo su rostro en tristeza y confución, me paso la mano por el cabello mientrs suspiro -. Ella está...

No termino ya que mi voz se corta por el nudo en mi garganta giro en mi eje y lucho para no volver a romper en llanto consiguiendo que el dolor en mi garganta aumente.

-¿Ella está muerta?- susurra Lydia con aflicción.

Más que una pregunta parece una afirmación, sin embargo vuelvo la mirada a ella y asiento. La pequeña niega y rompe en llanto al tirarse al suelo tal como si estuvieta haciendo un berfinche, pero en su rostro y llanto se refleja un dolor puro, uno por el que ningún niño deberia pasar uno que aproximadamente a su edad yo pase y nadie estuvo ahí para darme aliento por la perdida de mis padres.

-No... Ella no... Yo le dije que no la quería, pero si lo hago.

Lagrimas gruesas brotan de los ojos de la pequeña. Beck y Lydia jamás se trataron como madre e hija, pero ambas se amaban. Su amor era incondicional e inmenso a pesar de todo.

-¿Ya no volveré a verla?

Le doy un trago a un pomo plateado con alcohol el cual siempre solía cargar mientras voy a la niña quien permance llorando. El ardor por el trago intensifica el dolor en mi garganta. Frente a esta me arrodillo para consolarla. No soy él único que ha perdido a Beck, no soy el único que sufre.

-Todo estará bien- para tí susurra una voz en mi cabeza -. Ya pequeña- digo al acariciar su cabellera miéntras su cuerpo tiembla en sollozos -. Ella no te quisiera ver así.

Esta eleva su rostro hacia mi con rastros de lágrimas -A ella tampoco le gustaria verte así.

Ergo mi postura y hablo mientras ánimo a esta que se ponga -Tu madre tiene razón... todo esto es mi culpa, por eso merezco sufrir.

-Ella te quería- menciona la castaña al estar de pie.

Su confesión incrementa mi dolor.

-Y yo la amaba, pero le falle- murmuro al caminar hacia la puerta de salida.

-¿A dónde vas?- pregunta detrás de mi.

-Lejos, vuelve con tu madre y dile que siento mucho lo sucedido, dile que de verdad ame y amo Beck y no sabe lo miserable que me siento.

Sin más me marcho de la terraza a paso veloz para luego proceder a salir del hospital como si huyera de algo o alguien. Al llegar al estacionamiento por fin lejos del hospital respiro y como si mi cuerpo no pudiera más caego de rodillas sobre el pavimento y vuelvo a romper en llanto dejando nuevamente salir mi dolor. El cual estoy seguro que jamás me abandonara. Mi cuerpo tiembla mientras mis mejillas se mojan y mis lamentos raspan mi garganta mientras sollozo.

-Tranquilo- intenta consolar una voz conocida al darme un apretón en el hombro -. Estarás bien hermano- asegura el dueño de la voz, levanto la mirada encontrandome con Roger que me regala una mirada de aliento, pero llena de melancolia.

-Se fue- susurro mirando hacia la nada dejando salir lagrimas silenciosas.

-Lo sé.

-No pude ayudarla- Roger baja a mi altura y rodea mi cuerpo con sus brazos -. Sin ella mi futuro vuelve a ser sombrio, solitario y jodido, ella era parte de mi... no creo poder vivir un solo día sin ella ¿Cómo lograre hacerlo todo una vida?- pregunto.

Roger solo ejerce más fuerza en el abrazo sin tener la respuesta a mi pregunta. Más lagrimas escapan de mis ojos mientras experimento como mi corazón parece ser molido por alguien internamente, como destrozosan lo poco de de el como si fuera posible destruir algo que está más que roto causando un indescriptible dolor en mi pecho.

Ahora sé porque siempre evite el amor. Siempre me dije que había sido para evitar los compromisos, pero en realidad solo habia sido para evitar lo que justo ahora estoy viviendo. Lo que estoy pasando, lo que me está matando en cada respirar no es nada más y nada menos una muestra del daño que el amor hace.







Capitulo final, aúnque después de este viene el epílogo el cual marcará el final de esta historia.

En caso de que no nos volvamps a ver feliz navidad, feliz año nuevo y felices reyes.

Nos leemos el 2024.

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