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PODÍA JURAR QUE LOS DIENTES DE AQUELLOS LOBOS ERAN INCLUSO MAS GRANDES que su mano así que en cuanto los tres los vieron en seguida corrieron por sus vidas, comprendieron en seguida que no eran normales debido a que su tamaño era mucho más grande que el de uno habitual al igual que sus ojos, los ojos de esos lobos parecían mucho más humanos que de un animal además de que al ser bastante grandes no podían aguantar su propio peso así que el estar arriba de un árbol era una manera de huir de ellos.

Algo que lastimosamente no pudo saber los del distrito dos quienes ahora estaban tratando de salvarse a ellos mismos mientras esos lobos los arrastraban lejos de ahí una horrible imagen que no pudo ver, solo escuchaba los gritos y llantos, aunque debía de admitir que los lobos eran bastante lindos debido a su pelaje bicolor.

- ¿Qué les dan de comer a los animales en el capitolio? - cuestiona el Bennett viendo como se alejaban los lobos - Porque si los ponen así de grandes yo también quiero -

Tuvo que tragar sus propias palabras debido a la mirada de Jonnson y de Cresta que no podían creer que esas fueran las palabras de castaño.

En cuanto pensaron que ya era seguro bajar lo hicieron para luego comenzar a caminar hacia el sentido contrario de los lobos esperando no verlos de nuevo ya que los tres resultaron heridos en esa persecución, Eliot ahora tiene un rasguño en su espalda baja, Charles lo tiene en su pierna izquierda y finalmente Luna tiene una herida en su mejilla derecha.

De pronto escuchan un ruido y al elevar la mirada notan que son paracaídas, al ofrecer son regalos de los patrocinadores así que no dudan en agarrarlos, eran tres uno para cada uno y se noto en seguida ya que tenía el número de su distrito.

Mantente con vida mi Luna. F

Era lo que estaba escrito en el regalo de Luna quien resivió medicina, justo para sus cortadas así que sonrío contenta.

- "Sean fuertes, Mags" - lee en voz alta Eliot sacando unos cerillos

- "La fuerza bruta también ayuda, Beetee" - lee Charles dejando ver un cuchillo

- Hubiera sido mejor que nos mandaran comida - opina el Bennett

El rubio y la ojiazul lo miran mal, pero eso ya no importaba ya que lejos de ahí escucharon un grito y risas fue cuando los tres comenzaron a correr, sus corazones estaban latiendo muy rápido mientras que se alejaban de cualquier tipo de amenaza para luego resbalar por la tierra callando cerca del río, aún así siguen escuchando otro grito así que en cuanto ven una cueva no dudan en esconderse.

Los tres ahí escondidos ven como el chico del distrito doce cae sin vida cerca del río mientras una chica del distrito siete le clava un hacha, mientras que otro chico del distrito uno lo apuñala con una lanza, ambos ríen con gozo viendo como la vida del pobre chico acaba ahí y su cañon suena.

- ¿Cuantos van? - dice el chico

- Por hoy al menos unos tres o cuatro, hasta este punto seremos los últimos en quedar de pie - responde la chica

Ambos estaban cazando a todos los chicos mientras, algo que quizás ninguno de los tres noto fue que se estaban agarrando de las manos mientras estaban ahí escondidos.

- Diez o once  - susurra el chico rubio

Diez o posiblemente once de ellos aún queda con vida, tratando de sobrevivir para poder salir de ahí con vida. Al ver como ambos chicos se alejaban por fin ellos pudieron salir de su escondite cada uno con una expresión de terror, de los veinticuatro que habían llegado ahora solo quedan quizás once de ellos, en tres días todos ellos fueron callando uno por uno.

- Uno de nosotros debe ganar - dice decidido Charles - Quien sea, pero uno de nosotros debe ir a casa -

Los del distrito cuatro asienten, aún estaban agarrados de las manos algo que no se habían dado cuenta hasta que Luna mira su mano y mota que tiene agarrado la mano de ambos jóvenes.

- Lo siento - se disculpa dejando el agarre

- No me molesta -  dice Eliot

- No me incómodo  - dice Charles

Ambos lo dicen al mismo tiempo, ellos se vieron al escuchar las palabras del otro.

- Es mejor buscar donde podemos dormir - sugiere Cresta comenzando a caminar pasando por en medio de ambos

Ella era la única que notaba aquella mirada de ambos chicos, Eliot quería protegerla, no la amaba de una manera romántica, solo quería protegerla mientras pueda, pero Charles... Él realmente le gusta, la chica ojiazul con bellas pecas era su primer amor juvenil por eso mismo también deseaba protegerla y se sentía amenazado del chico Bennet quien básicamente dijo ante todo Panem que estaba enamorada de Luna.

Mientras tanto la chica tenía la cabeza en sobrevivir y lo más importante era pensar en su madre, era una mujer dulce que siempre la cuido, su amada hermana quien siempre inventaba lo que sea para entretenerla y finalmente estaba Finnick el chico que provoca mariposa en su estómago o que sus mejillas ardan al si quiera pensar en él.

- ¿Tienes familia? - pregunta Eliot hacia Charles

Era de noche, todos ellos estaban en los árboles para poder esconderse con un pedazo de cinta para evitar que caigan.

- Si, un hermano y mis padres ¿Y tu? - responde el rubio

- Solo tengo a mi padre - contesta Bennett

No era necesario preguntarle a Luna, ella misma había dicho que vivía con su madre y hermana.

- ¿Tu madre y hermana son iguales a ti? - cuestiona de repente Jonnson

- No, ambas son pelirrojas, pero tenemos los mismo ojos y las pecas - contesta la joven cansada

Durante todo su camino suelen hablar de ellos mismos compartiendo algunos datos innecesarios de ellos mismos, querían conocerse bien así que básicamente sabían varias cosas el uno del otro, por ejemplo que el hermano pequeño de Charles se llamaba Charlie algo chistoso para ellos o que el padre de Eliot tiene un muy mal peinado y que suele molestarlo por ello.

𝐎𝐂𝐄𝐀𝐍 𝐄𝐘𝐄𝐒ᵗʰᵉ ʰᵘⁿᵍᵉʳ ᵍᵃᵐᵉˢWhere stories live. Discover now