I. De noche

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Frío. Miedo. El grito de Valentina hizo despertar a su amiga Clara. Un grito que manifestaba horror y pesadez. Al principio no lo entendió, tal vez era una broma casual de pijamada, sin embargo, a Clara le recorrió un escalofrío por toda la piel al escuchar gritar a su amiga algo como: "¡CLARA, TUS PADRES, TUS PADRES!"
Se levantó de un salto, se calzo las pantuflas y rápidamente fue corriendo hasta donde se encontraba Valentina, en la habitación de los padres de Clara. Se quedó observando muy extrañada a la chica, que lloraba desesperada y murmuraba cosas inaudibles. Al ver lo que ocurría, sintió que le dieron un golpe en el estómago, se puso pálida, se mareó, entró en shock. Era la escena más amarga que pudiera imaginarse una joven de 16 años, cualquier persona quizás. Quiso pensar que solo era una muy mala pesadilla pero para su gran horror no lo era. Los padres de Clara yacían muertos en la cama terriblemente demacrados, una muerte tormentosa seguramente. La sangre cubría toda la sábana, sangre de un rojo carmesí fulminante a la vista. Clara vomitó al intentar articular una palabra y comenzó a llorar angustiada.
— ¡QUE OCURRIÓ, DIOS MIO, QUE ES TODO ESTO VALENTINA DIME QUE ES TODO ESTO! —gritó Clara llorando y temblando a la vez, no sabía si temblaba de frío o de miedo, pero temblaba.
— ¡NO SE, CLARA! —grito también Valentina—, ¡ESCUCHÉ RUIDOS Y CUANDO VINE VI TODO ESTO!
Clara la miro fijamente. Sentía que el corazón le saldría del pecho, y que el ruido de sus latidos despertaría a todo el vecindario. Valentina evaluó la escena una vez más.
—Llamare a la policía... —dijo Clara en un leve rumor apagado. Sentía un nudo en la garganta.
— Clara, pero van a creer que fuimos nosotras... —le dijo Valentina.
—¿¡CÓMO VAN A CREER ESO VALENTINA?! ¡SON MIS PADRES, NECESITO AYUDA! —grito Clara.
Entonces Clara se dió la vuelta muy enojada, dirigiéndose a su habitación en busca de su celular. Al entrar, tropezó con la mochila de Valentina y de ésta salieron muchas cosas, entre ellas, de un cuaderno rojo salió una hoja suelta con varios garabatos y un escrito que decía "Esta noche te quitaré lo que más amas"...
Clara sintió un escalofrío recorrerle desde la espalda hasta la nuca. Las náuseas regresaron, y la voz de Valentina la saco de su horrenda estupefacción:
—No debias ver eso —dijo Valentina fríamente.

— Así es, señor oficial —exclamo Valentina llorando desconsolada con sangre en la cara—, esa chica estaba loca, mató a sus padres y luego quiso atacarme ¡tuve que defenderme!

Policías y ambulancias rodeaban aquella casa. Valentina había cometido un acto atroz. Pero la mentira tiene patas cortas...
De noche, suceden las mejores (o peores) cosas, de las cuales a veces solo la Luna es testigo.

Relatos de la LunaWhere stories live. Discover now