This Love | One Shots Bughead | +18

• Nuevo hogar •

- ¡Mami! -la niña corrió hacia la cocina emocionada para ver a su mamá que servía chocolate caliente en tres tazas. - ¡Mami, voy a poner la estrella!

Betty sonrió. - Princesa, ese árbol es demasiado alto...

- Ya se, pero papi dijo que puede subirse a la escalera y cargarme, así yo llego. -explicó. - Vamos.

- Espera, ten tu chocolate. -le tendió la taza más pequeña. - Con cuidado porque está muy caliente...

Ella asintió y la tomó, entonces ambas volvieron a la sala donde todo estaba lleno de cajas vacías donde anteriormente habían estado todas las decoraciones del arbol guardadas.

Jughead estaba frente al árbol de tres metros con la estrella en sus manos. - ¿Ya? -miró a su hija.

- ¡Si, papi! -ella asintió dejando su taza en la mesa de centro de la sala y se acercó a él.

- Con cuidado. -pidió Betty.

- Soy super papá, obvio no nos pasará nada, Betts. -dijo como si fuera lo más obvio.

Betty sonrió. - Lo sé, pero igual.

- A ver, amor. -Jughead se agachó para tomar a su hija en brazos. Subió las escaleras con cuidado y luego la levantó. Alessia estiró sus brazos y dejó la estrella dorada justo en la punta, luego hizo click en un botón que tenía y las luces se encendieron.

- ¡Sii! -celebró la niña.

Jughead rió y bajo las escaleras con ella y la dejó en el piso.

- ¿¡Te gusta, mami!? -miró a su mamá.

Ella asintió sonriente. - Si, se ve hermoso, mi niña.

- Es cierto. -Jughead concordó. - ¿Quieren elegir una película mientras yo ordenó todo esto? -señaló las cosas de la sala.

Ellas asintieron. - Sip. -aceptó Betty. - Te esperamos en nuestra habitación.

- Ok. -Jughead dijo mientras ordenaba todo. - ¡Que no sea enredados otra vez! -pidió cuando ellas ya estaban subiendo las escaleras.

- ¡Ya veremos! -exclamó Betty desde arriba.

Rato después, la película llevaba al menos cuarenta minutos reproduciéndose y la niña ya estaba profundamente dormida.

- Iré a llevarla a su habitación. -dijo Jughead. - Porque así no puedo abrazarte. -se quejó, ya que ella estaba justo en medio de los dos.

Betty rió pero asintió, entonces el se levantó y la tomó en sus brazos para ir a dejarla a la habitación de al frente. Cuando regresó se metió bajo las mantas con su esposa y la abrazó.

- ¿A que hora vienen los chicos? -cuestionó escondido en su cuello.

- En la noche. -ella respondió. - ¿Tienes sueño?

- Sipi. -él susurró.

Betty sonrió y dejó un beso en su frente. Entendía porque estaba cansado, la última semana había sido muy ajetreada para ellos ya que se mudaron del departamento en el que vivieron más de tres años juntos a aquella casa.

La casa era bastante grande, tenía cuatro habitaciones arriba, una sala abajo que conectaba con la cocina y un jardín trasero gigante.

Y además de estar llevando todo del departamento a la casa también la habían estado limpiando y arreglando a su gusto. Sobre todo ese día se habían estado preparando para recibir visitas y celebrar su primera navidad en esa casa, por lo que pasaron la mayor parte del día decorando.