waste〈 taesan x leehan 〉

20

—Shh —Taesan ponía su índice entre sus labios, mientras cada paso que Leehan daba, generaba sonido.

Leehan encogía sus hombros y sonreía, mientras a su vez, apretaba la mano de Taesan, firmemente entrelazada con la suya.

Le había prometido mostrarle algo, siquiera una pequeña parte de aquel tan esperado álbum (por Leehan y por una gran parte del mundo).

Finalmente llegaron a la puerta, la cual Taesan abrió, y al dejarle pasar primero, volvió a cerrar.

—Uh, ¿haremos más que escuchar una canción? —dijo coqueto.

—No, nadie puede verte aquí. Deja eso para después, ven aquí.

Tomaron asiento frente al gran panel de control, el cual se veía imponente, profesional y no entendía ninguno de sus botones.

Aprovechando que su novio parecía entretenido con su laptop, echó un vistazo a todo el estudio. Era amplio, tanto donde estaban, como la cabina.

Pudo ver la batería (seguramente de Jaehyun), tres bajos totalmente diferentes por un lado, y más o menos unas cinco guitarras del otro. No le sorprendía, a decir verdad.

—¿Por qué tantas guitarras? Caprichoso.

Rio. —Tienen diferentes sonidos, exagerado.

—Bien, ¿y mi canción?

—Dime un letra.

—Mm... Qué tal C de Cerremos la puerta con llave y comámonos a besos mientras escuchamos tu álbum.

—No haremos eso —automáticamente el menor puchereó—. Pero te puedo mostrar "casual sabotage".

Lo miró, alzando sus cejas. —De acuerdo, me conformo.

Taesan asintió mientras buscaba la pista.

—¿Pero luego me vas a mostrar otra?

—No.

—¿Entonces prefieres hablar de cualquier otra cosa a mostrarme una canción?

—Sí.

El contrario acercó su silla, y leyó en la pantalla el título de la canción, "casual sabotage". Pero su pareja no presionó play, simplemente lo dejó ahí, con sus ojos algo perdidos.

Leehan tomó su mano. —¿Quieres tomarnos de la mano mientras lo escuchamos?

El cantante asintió. Y entonces Leehan pudo entender la expresión en su rostro. Tal vez estaba nervioso de mostrarle algo totalmente escrito y producido por él.

—Bien. Sabes... Como hace ¿cinco, seis meses? Nos conocimos... Eso es... increíble.

—Lo sé. No creí que mi malhumorado y lindo "vecino" terminaría robando mi corazón.