Give Me More Sugar Baby

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Los cielos de Ooo eran hermosos, tan tranquilos en su mayoría de veces. Llenos de estrellas que lograban llenar de su luz junto a la luna. Era simplemente un momento perfecto para compartir en pareja.

Ahí estaba Bonnibel, montando a un enorme murciélago que la paseaba por los tranquilos y silenciosos cielos de Ooo.
El viento nocturno chocaba con ambas, sin embargo, no parecía molestarles en absoluto. Inmersas en una plática tranquila.

-Al final, mi experimento terminó explotando y ensuciando las paredes de mi laboratorio. Mentita me obligó a salir de ahí y no me dejará volver hasta que todo quede limpio y en orden de nuevo- Bonnibel platicaba su día a Marceline, quien cargaba sobre su espalda a la princesa.

-Imagino que volverás a intentarlo ¿Cierto?- respondió el enorme murciélago, recibiendo una pequeña risa de la dulce princesa.

-¿Te atreves a dudarlo? Por supuesto que volveré a hacerlo, solo es cuestión de hacer ajustes a un par de números- respondía con calma mientras descansaba su cuerpo totalmente sobre la reina vampiro. -¿Y que tal te fue a ti? Aún no me has contado nada sobre tu día-

Marceline lo pensó un breve momento y después soltó un suspiro.

-Nada realmente importante, un perro extraño muy parecido a Jake me dio un bajo sumamente genial a cambio de la casa del árbol, no pude negarme- mencionaba sin mucho interés. -Quiza después te lo muestre-

-¿Le cediste la casa de Finn y Jake? Creí que se la habías obsequiado- refutó con voz divertida. Marceline no dejaba de hacer cosas despreocupadamente, seguro su nueva travesura haría que ambos héroes la pasarán mal por un rato.

-Obsequiar, prestar, intercambiar hasta que me ofrecieran algo mejor... Ya sabes, a veces uno se confunde- responde la vampira con gracia también.

-Eres mala- Bonnibel simplemente le propina un pequeño abrazo al gran murciélago.

Después el paseo se vuelve silencioso, cosa que tiene realmente tranquila y relajada a Bonnibel, caso diferente a Marceline, quien parece perderse un momento en sus pensamientos.

-Y ¿Eso es todo? Creí que tendrías más cosas para contarme- Bonnie parecía curiosa al no tan común silencio de Marceline. A veces no paraba de hablar y hablar sobre las travesuras que hacía.

-Realmente... He sentido que esta última semana nuestros paseos nocturnos se han puesto monótonos- dejaba salir con calma, sintiendo sobre su lomo, como Bonnie se enderezaba un poco, prestándole suma atención.

-¿Te sientes aburrida?- preguntó Bonnie con voz algo preocupada, a lo que Marceline negó de inmediato.

-No me mal entiendas Bonnie. Me encanta salir contigo y adoro que me cuentes sobre tus experimentos y esas cosas que te gustan. Es solo que... Siento que hacer siempre lo mismo le quita algo de emoción al paseo- exponía su punto, logrando que Bonnie se pusiera pensativa también.

No mentía, realmente le agradaba estar con Bonnie, sin importar que es lo que hicieran. Pero de alguna manera hacía falta emoción. Siempre fue alguien realmente alocada y audaz, la inmortalidad la había acostumbrado a hacer todo sin preocupación alguna. Necesitaba adrenalina.

-¿Tienes algo en mente para mejorar eso?- Bonnie parecía comprensiva y dispuesta a hacer sentir mejor a Marceline.

-Realmente hay algo... Pero será mejor que lo guarde para mí- Bonnie podía apreciar algo de picardía en la voz de Marceline ante aquella mención.

-¡Oh vamos! Puedes confiar en mi- La joven de dulce trato de persuadir a su chica.

-Creeme Bonnie, si te lo dijeras me abofetearías. Dejémoslo así- trato de evadirlo, pero conocía a la chica, no dejaría de preguntarle al respecto, o bien, entre la conversación le sacaría la verdad sin darse cuenta.

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⏰ Last updated: Dec 23, 2023 ⏰

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