Nadie lo había extrañado tanto en tan poco tiempo.

—Los peores cuarenta minutos de mi vida —susurró ella, dando pasos lentos hacia él.

—Me preocupa saber que temes que te abandone, pero me consuela saber que me extrañarías —susurró él y con cuidado dejó las bolsas con compras en el piso.

Lily recapacitó sobre lo sucedido y entendió que sus inseguridades iban a volverla loca. Necesitaba domarlas o iba a volverse loca.

—Es complicado, yo... —Ella mostró su frustración.

—Lo sé —susurró él—. Tengo el mismo miedo. —Se plantó frente a ella con decisión—. ¿Qué sería de mí si me abandonas, Lilibeth? —le preguntó mientras sus manos se metieron por su cuello—. He pensado en la respuesta muchas noches. —Tomó sus mejillas con suavidad—, pero siempre llego a la misma conclusión.

—¿A la misma? —le preguntó ella con los ojos brillantes.

Suave lo abrazó por la espalda. Quería sentirlo tanto como él la sentía a ella.

Chris asintió y con total franqueza le confesó:

—No quiero perderte, Lily. No quiero que te vayas, por eso escribí ese contrato, para que nunca me dejes. —Se miraron a los ojos con dulzura—. Sé que era retenerte contra tu voluntad, pero ¿qué más podía hacer?

Ella se rio y se levantó en la puntita de sus pies para abrazarlo por el cuello. Él le correspondió, por supuesto y se abrazaron un largo rato.

Les costó soltarse y cuando lo hicieron fue de forma recíproca.

Ella no pudo negar que el contrato era lo más tóxico a lo que se había enfrentado nunca; tampoco quería justificar sus actos atiborrados de inseguridad, pero, mierda, ella sí quería que Christopher la retuviera y no le importaba si era contra su voluntad.

Si existía un lugar en el que quería quedarse para siempre, era a su lado.

—Traje la cena —le dijo Christopher con una sonrisa—. Y traje esos croissant que tanto te gustan.

—¿La cena? —preguntó ella, bastante descolocada.

Chris asintió y suspiró antes de abrirle un poco más las puertas de su corazón.

Puso su mano en su hombro y mirándola a los ojos le confesó:

—Quiero que cenemos todos juntos. —Ella apretó el ceño. No entendía mucho—. Vi a mi familia romperse muchas veces, Lily. Discusión tras discusión, siempre parecía que nos quebrantábamos un poco más, hasta que el cristal explotó y no hubo vuelta atrás. Nada ni nadie pudo unir los fragmentos rotos... —Tuvo que esconder la mirada breves instantes para recomponerse y luego continuar—. Hoy lo vi otra vez, con esta nueva familia que formamos y... —Frunció los labios.

No supo cómo continuar.

Lily tenía los ojos bien abiertos. Había escuchado y sentido cada palabra y, pese a que un nudo amargo se acentuaba en su garganta, tuvo que decirle lo que sentía en ese momento:

—Nuestra familia. —Se miraron ilusionados. Lily se aclaró la garganta y con una sonrisa juguetona le dijo—: me parece muy valiente de su parte que quiera proteger a su familia, señor Rossi.

—¿Sí? —Él se mostró seductor.

—Sí —le confirmó ella—. ¿Y sabe en qué lo convierte eso? —Le miró a los ojos con intensidad. Él negó—. En el hombre de la casa, señor Rossi.

Christopher separó los labios al escucharla y no pudo aguantarse. Se hinchó de algo desconocido, de algo que se le metió por debajo de la piel y que lo hizo sentir orgulloso de: "en quién se estaba convirtiendo".

Le gustó ser el hombre de la casa, más si era ella quien lo decía.

Prepararon la mesa para cenar, entre risas divertidas que atrajeron al resto de la familia.

El Señor L apareció curioso y sus muecas tristes se esfumaron cuando vio a su hija sonreír feliz, ser libre y disfrutar de sus carbohidratos sin preocupaciones.

Lily fue a buscar a Sasha y le pidió que se olvidara de todo. Las palabras ofensivas no importaba, porque no la definían.

Se reunieron los cuatro, pero Christopher puso un quinto puesto en la mesa y nadie pudo entender sus razones.

Cuando estaban comiendo, Chris puso un croissant relleno de jamón serrano, verduras y quesos en el puesto vacío.

—Cenamos con fantasmas —se rio Julián.

Chris le sonrió.

—En realidad, es el puesto que espero que Romy ocupe pronto —confesó con soltura, pero con una seguridad que a Lily le tocó profundo.

—Christopher... —hipó ella aguantándose los sollozos.

Por encima de la mesa, sin miedo a nada, él cogió su mano y le dedicó un suave beso en los nudillos.

Su beso fue calmante para lo que sentía en ese momento y se rio aliviada cuando vio a su padre alzar su copa y brindar.

Comieron, se rieron y se olvidaron del mal rato que Nora les había hecho pasar con su egoísmo.

Curaron las brechas esa noche y supieron que no podrían romperlos con tanta facilidad.


***

Buenas, feliz domingo

poco tiempo tenemos, pero andamos por aqui, dejando capis.

El de la vez pasada fue una puta bomba. Lily y su padre pusieron en su lugar a la vieja Nora. Se lo merecia, solo es una cochina interesada. Y obvio, la peli se la robó Rossi, cuando la sacó a patadas. Amé esa parte.

Capi de hoy, intenso, hermoso, doloroso. Uno viaja por todas las cochinas emociones.

Lily y Chris son fragiles AUN, digo, estan formando algo hermoso, pero una pequeña accion del otro pone en dudas todo. Ella pensó que se había ido y solo pasaron 40 minutos. kajajaajja

A Chris le dolió ver como la familia se rompía. Él lo ha visto muchas veces y claro, ahora sabe que puede hacer algo para revertirlo *-* Él vio a su familia romperse por completo, no iba a permitir que a esta nueva familia que tan seguro lo hace sentir, le pase lo mismo.

Tronqui el filósofo apareció, (aunque en el fondo sabemos que es Chris quien piensa tan lindo), dejó en claro que todo final es un comienzo *-*

Chris fue a buscar la cena para reunirlos a todos. AMEEEE COMO LOCOOO el puesto de Romy, siento que eso le da esperanzas a la familia: ay, tan divino

PERO MAS AMÉEE Y AQUI DIGO QUE LILY SABE SACAR AL MACHO QUE SE RESPETA, cuando le dice que se ha convertido en el hombre de la casa *-* esa niña si que sabeeeeeeeee la amoooo, soy su fan

chicas, agradecidos por los que saben esperar y entienden que Caro tiene vida full, pero que no los abandona.

Ella le da gracias a Taylor S por este capi, porque dice que la inspiró mucho, sobre todo cuando hablan de fragmentos, de romperse, de curarse *-*

con amor

C&C

Suya por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora