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Wil

Casi seis meses desde que decidí ser aun más feliz al lado de Joy. Joy ha sabido como hacernos sentir bien, siempre al pendiente de las niñas, que no les falte nada y mucho menos amor. Sin duda él es el hombre que amo, tal vez eso suene raro, ya que años atrás estuve casado y con una excelente mujer; Cataleya fue la luz de mi vida, y quien me regaló a mis dos hermosas hijas. Mientras ella estuvo viva, ella se encargo de que nunca nos faltara amor, paz y armonía, era un alma tan pura y llena de vida y mi trabajo es siempre hacerles saber a mis hijas que su madre aun sigue con nosotros, que ella nos cuida desde el cielo.

— Papi. ¿Estás bien?

— Zoe, casi me sacas un susto. Claro, cielo, estoy bien. ¿Comiste ya toda tu cena?

— Si, o lo que había de ella. Joy volvió a quemar todo y solo cortó lo que no se miraba negro. —reí por eso.

Con Joy nos turnamos para hacer la cena, y siempre que le toca a él, terminamos cenando cereal.

Bajamos a la cocina donde claramente había un característico olor que se sentía siempre un día de por medio.

— ¡Api! ¡Corre! ¡Api Joy quema la casha!

— ¡Oye! Yo no quemo la casa, jovencita, solo que el horno esta averiado siempre que yo lo uso.

— Bueno, ¿quién quiere cereal?

...

Ese tal profesor Carlos no me gusta, esta siempre muy pegado a Joy, y él es muy despistado como para notar la doble intención de Carlos, pero hasta un ciego vería cómo él mira a mi hombre.

Oh no viejo, consigue el tuyo.

— Profesor Jonhson, ¿qué tal está?

Bien hasta que apareciste.

— Muy bien, profesor Baker.

Claramente no preguntaré sobre su día.

— ¿Sabes dónde esta Joy?

— ¿Por qué? ¿Te gusta?

Cálmate, pareces un niño.

— Mmm, lo iré a buscar a su oficina.

Saqué mi celular y le timbre a Joy.

Hola, cariño.

Cierra la puerta con seguro de tu oficina.

¿Por?

Cierrala, si escuchas que tocan, no estás, adiós. Te amo.

Colgué y sonreí.

Tardó cinco minutos en volver Carlos y venía con cara desilusionada.

— Veo que no encontraste a Joy, Carlos.

— Si, en otro momento será. ¿Sabes si el profesor Lewis tiene libre mañana?

— No, estará en mi casa.

— Mira, Wil, no sé cual es tu problema, pero lo que yo quiera con Joy no es asunto tuyo. Solo te pediré algo, no te entrometas y podemos llevarnos bien.

— Carlos Carlos Carlos ¿no supiste? Lamento decirte y desilusionarte pero, Joy es mío, MI hombre, con quien me levanto cada mañana en la misma cama, así que si tú no te entrometes, podrías no caerme tan mal.

— Eso lo veremos, Wil. Cuida tu espalda.

Y sin más, se dio media vuelta creyendo que ganaría esto.

Está mal si cree que podrá arrebatarme al hombre que amo.

Yes, daddy (Gay) +18 || 2Where stories live. Discover now