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—¿Qué juguetes le gustan a Luna? —le pregunto a Owen cuando entremos a la juguetería.

—Las muñecas le gustan —dice pasando al lado de donde están las muñecas—, pero me dijo que le gustaría tener un auto control remoto, o un tren, o un helicóptero.

—Bueno, entonces vamos a donde están esos juguetes —cuando llegamos ahí, Owen toma un auto y un helicóptero con control remoto, y le digo que tomé un juguete para él.

—Así podras jugar con Luna.

—Gracias, mami, ¿A Ada no le llevamos uno?

Lo considero, tal vez no sea mala idea.

—Sí, llevale uno para que puedan jugar en la casa.

—¡Ya!

                              ♡♡♡

—Mamá, ¿Papá va a hacer la cena? —Ada entra a la habitación cuando me estoy poniendo otros aretes.

—No, no tardaremos mucho, la fiesta de Luna se terminará a eso de las seis.

—Ah, ya.

—¿Por qué preguntas?

—Para ver si podía ayudar, si no llegan a las seis papá cocinará —dice con una sonrisa.

—Si eso sucede le diré que no te deje ayudar —me pongo mis zapatos.

—¡¿Por qué?!

—En primer lugar tienes nueve años, y en segundo lugar, ¿recuerdas cómo terminó la cocina la última vez que ayudaste a tu papá?

—De todas formas papá me dejará, él nunca me puede decir que no —y sale corriendo, niego con la cabeza.

Y lo peor es que tiene razón, muy pocas veces Izan le puede decirle que no a Ada y Owen.

Creo que mejor me preparo para el desastre que será la cocina cuando llegue.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras, Owen está en la puerta esperandome.

—Izan, espero que sepas lo que haces en las próximas horas —grito para que me escuche.

—Lo tendré en cuenta —responde—, vayan con cuidado, los amo.

Salimos de la casa y entramos a mi auto, la casa de Luna está a unos quince minutos, así que llegamos rápido.

Toco la puerta, el padre de Luna abre y nos invita a pasar, la casa no es tan grande, supongo que es porque solo viven él y Luna.

Nos guía hacia el patio y ahí están Luna y algunos compañeros de clase de Owen.

Owen me mira para pedirme permiso de que lo deje ir a donde está su amiga, y le digo que sí, yo también saludo a Luna y le digo feliz cumpleaños, mientras Owen le entrega los regalos.

En unas mesas apartadas de los niños hay algunas señoras supongo madres de los niños, yo decido sentarme en otra de las mesas donde no hay nadie.

No es por nada malo, simplemente no tengo ganas de hablar con señoras que desde aquí escucho criticar lo pequeña que es la casa, e inventar cualquier teoría sobre dónde está la madre de Luna, e incluso algunas decir que el padre de Luna debería casarse para darle una madre a su hija.

Y cuando ven a Luna jugar con el carro control remoto empiezan a decir que eso es lo que pasa cuando una niña no tiene una presencia femenina en su vida, que las niñas deben de jugar solo con muñecas.

¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI existan personas que piensan así y de mi edad?

Mi teléfono suena, Katia me está llamando.

Me paso casi una hora hablando con katia, y ella me comenta que Frank está considerando ir a visitar a su madre, para navidad, ya que la última vez que la vieron fue hace casi dos meses y ella a un no ha conocido a su nieta, Hanna.

Lo que quiere decir que es muy probable que Fred también vaya con Ana y Frida.

—¿Y tú? ¿Qué hay en tu casa?

—Pues espero que no haya nada, estoy en casa de una amiga de Owen, es el cumpleaños de ella.

—¿Dejaste a Izan y Ada solos en la casa?

Sí, toda la familia sabe del desastre de la vez pasada.

—No hubo de otra, ahora estoy rezando a todos los dioses de diferentes culturas que ni sé si existan para que se olviden de hacer la cena gracias a que Ada quiso ver Dragones defensores de Berk.

—Espero esos dioses te ayuden —ríe—, hablando de esposos e hijos solos, yo he dejado a Frank con Hanna dormida, pero ya ha de estar por despertar, me tengo que ir.

—Vale, dile a mi hermano que Ada aún sigue esperando lo que sea que que haya prometido de regalo de navidad.

—Se lo diré.

Unas horas después ya estábamos camino a casa.

—Mamá, ¿es verdad que las niñas no pueden jugar con autos? —Owen pregunta desde el asiento de atrás.

—No, no es verdad, ¿por qué la pregunta?

—Un compañero dijo que su mamá le había dicho eso, y que por eso Luna no debía jugar con autos.

Ya llegamos a casa, bajamos del auto y cuando entramos le respondo.

—Hay algunas personas que piensan así, pero eso no es cierto, los juguetes son para todos los niños, a algunos niños les puede gustar jugar con muñecas y algunos niñas con autos, o les puede gustar jugar con ambos, no tiene nada de malo, ¿está bien?

—Sí —hace una pausa—, ¿Y papá y Ada?

Ahí me fijó en que toda la casa está en silencio.

No creo que sea una buena señal.

—Están en la cocina, ¿por qué no subes y ves un video de Los héroes en pijama?

Cuando Owen sube las escaleras, me acerco a la cocina.

Y no lo creo.

Paso mi mirada por todos lados.

Esto es peor que la última vez.

Hay harina.

¡Harina en el suelo y paredes, e incluso Ada e Izan están cubiertos de harina de los pies a la cabeza!

Hay frutas por todo el piso, también vegetales, y al parecer un microondas dañado.

—No logro entender cómo es que todo esto sucedió en tres horas, pero ambos lo limpiaran, y luego se bañaran, no quiero ni un solo lugar con harina, pediré comida.

Ambos guardan silencio y asienten.

Salgo de la cocina.

Madre mía.


Extra 2/4

Feliz navidad 🎄🥂

(Aún faltan unas horas para navidad en mi país y seguro que en muchos más, en fin, eso no importa)

Por cierto, si a alguien le gustan los comics y leen en Webtoon y aún no han leído "Quiero el divorcio" no saben de lo que se pierden.

















Seremos felices ✔Where stories live. Discover now