Esta noche

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La lluvia caía del cielo; los ojos de Murdo se cerraron en un rápido parpadeo. Las luces escasas de la noche en el bosque eran un consuelo para el joven; sus manos frías se entrelazaron, y él miró por la gran ventana, cerrada, por supuesto.

Habían pasado ya unas pocas horas del reciente concierto; aún podía sentir la adrenalina de estar rodeado de gente, o más bien, que mucha gente te vea mientras haces lo que te gusta. Una sonrisa fugaz apareció en su cara mientras recordaba cada centímetro de la cara del otro joven, o siquiera de la chiquilla que había ido emocionada por un autógrafo suyo.

Unas voces se acercaron donde Murdo descansaba; una mujer joven apareció por el largo y oscuro pasillo. Era Elexa, que mantenía una sonrisa mientras su cabello corto se movía un poco; le sonrió mientras se acercaba a él, y Murdo le respondió débilmente.

Elexa se acercó y se sentó como pudo frente a él; ahora los dos veían a través de la ventana, aunque Elexa estaba más concentrada en mirar a Murdo que en las afueras del bosque.

-"¿El vino, te diste cuenta?" Elexa le murmuró, estirando de sus propios guantes mientras miraba a Murdo con una sonrisa cómplice. Murdo soltó una risita antes de sonreír mientras en el fondo de su mente recordaba.

-"Lo tuve frente a mis narices, Elexa, claro que lo noté." El chico respondió con cierto sarcasmo, mantuvo su sonrisa débil mientras seguía viendo a través de la ventana; un suspiro se escuchó venir de Elexa, ella intentó volver a la conversación.

-"Pensé que estabas emocionado de que él viniera..." Elexa espetó.

-"Lo estaba, solo no fue como...no fue como pensé, yo me imaginé que tendríamos alguna interacción además de que él me ignorara olímpicamente." Más que con molestia, lo dijo con un poco de tristeza.

Elexa pensó; una sonrisa acaparó su rostro.

-"Bueno, después de todo, él vino a verte a ti. No te ignoró, tal vez estaba nervioso, y me dijiste que estaba molesto por algo que su hermana hizo, ¿no es así?" Murdo asintió con una sonrisa, sus esperanzas regresando a su ser.

La conversación entre Murdo y Elexa continuó mientras observaban el paisaje nocturno a través de la ventana. La lluvia persistía, creando un suave murmullo que acompañaba sus palabras.

Elexa, con su sonrisa cómplice, rompió el silencio

 -"Entonces, ¿qué harás ahora? ¿Vas a intentar hablar con él de nuevo?".

Murdo reflexionó por un momento antes de responder

-"No lo sé. Supongo que sí, pero no quiero parecer demasiado insistente. Tal vez debería darle algo de tiempo".

Elexa asintió comprensiva, pero luego sugirió

-"Quizás podríamos organizar algo todos juntos, algo más relajado. Una cena o algo así. Sería una oportunidad para que conversen en un ambiente más tranquilo".

-"Elexa, si ni siquiera nos conocemos... bueno, lo hacemos, pero no directamente, además, no hay excusa para que los dos estemos en el mismo lugar..." Elexa interrumpió.

-"Claro que la hay, los dos son famosos." Antes de que Murdo interrumpiera para decir que no era así, Elexa elevó la voz.

-"En nuestra comunidad, los dos tienen un estatus, los dos son mis amigos, y los dos tienen la oportunidad de asistir a una de mis fiestas." Elexa concluyó; una sonrisa satisfecha arremetía contra su cara pálida. Murdo la miró con sinceridad antes de suspirar y ladear la cabeza rendido.

-"Creo que, de nuevo, ganaste, tienes razón." Una risita victoriosa se mantuvo en Elexa.

Aplaudió silenciosamente y se paró rápidamente del lugar donde estaba; emocionada, habló.

-"Entonces, más me vale ponerme a trabajar desde ahora. Queremos que el príncipe coronado tenga a su nuevo amigo recién salido del horno..." Murdo cambió su sonrisa a una mueca de confusión; el raro chiste de Elexa desapareció mientras ella se alejaba de él dando pequeños saltitos y tarareando algunas de sus propias canciones. Claro que Elexa era una cantante también.

Residencia Tepes.

La linda casa se mantenía despierta; desde fuera, se podían ver las luces amarillas traspasar las ventanas con cortinas. Dentro de la casa, risas y algunos regaños juguetones adornaban el ambiente.

En la mesa del comedor, Elvira reía mientras miraba a Daka y Silvania discutir divertidas. Daka insistía en que vería las cartas de su hermano mayor, quien se había retirado un corto tiempo para ir a responder una llamada de algún amigo suyo.

-"¡Okey! Déjalo ya, no veas sus cartas... ¡Eso es trampa!" La rubia alzó un poco la voz, haciendo rechistar a su hermana, quien dejó las cartas desparramadas en la mesa.

-"¿Terminaron? No es para tanto, niñas..." Elvira sonrió mientras miraba a su hijo mayor regresar.

Después de la breve interrupción, Raz, se reincorporó a la mesa con una sonrisa cómplice. Observó las cartas desparramadas y el rostro juguetón de sus hermanas con diversión.

-"¿Qué están tramando aquí, chicas?" preguntó Raz con una ceja alzada, sumándose al ambiente lúdico de la casa.

Silvania le lanzó una mirada traviesa y señaló a Daka con una risa contenida

-"Daka quería espiar tus cartas mientras estabas fuera. ¡Es una tramposa!".

Daka, en respuesta, hizo un gesto de inocencia exagerada

-"¡Solo quería asegurarme de que no estuvieras haciendo trampa tú también, hermanito!".



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Hermanos Vampiro / Murdo x Lector Masculino.Where stories live. Discover now