☁ 𓏲 𝟑. 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓

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La época de proyectos se acercaba en la universidad de Wonbin, por lo que este se quedaba hasta tarde en la biblioteca de la facultad. Anton sabía que el omega vivía un poco lejos de la institución, por lo que había decidido esperarlo y así, acompañarlo hasta su hogar. Y tal vez, aprovecharía para robarle insistentemente a Wonbin para que lo dejase ser su alfa.

El castaño estaba de pie, recargado sobre la pared faltando diez, exactos, minutos para que el omega saliera. No es que lo espiaba para saber su horario; Anton jamás haría algo así. Había usado sus tácticas y persuadió a Eunseok para que le preguntara a Wonbin a que hora salía naturalmente, los viernes, de la universidad; su gran amigo no se resistió a su ternura y lo hizo. Y ahora, esperaba a su mayor en la salida del lugar.

Cuando Wonbin venía caminaba hacia la salida, si vista se enfocó en la silueta tan conocida esperando por él. Rodó sus ojos y suspiró; Anton nunca lo dejaría en paz hasta que aceptara ser su omega. Con las manos dentro de las bolsas de su hoodie, llegó hasta donde se posaba el menor.

Park se quería dar un golpe en la frente por no poder quitarse de encima al chico pero, al ver su carita de felicidad de Lee al verle, su corazón se pinchó de dolor. Era un omega con fuerte carácter, pero no se podía resistir a la linda sonrisa del alfa.

── ¿Qué haces aquí? ──Preguntó hastiado, el mayor, con su fija mirada en el castaño sonriente.

──Es muy tarde para que un omega tan lindo como tu ande solito, ──decía con un leve sonrojo y una tímida sonrisa adornando su aniñado rostro. Ese tierno cumplido y el adorable gesto hicieron reír bajito a Wonbin. ── ¿Me permitirías acompañarte.

Nadie se había preocupado tanto por él, como lo hacía Anton.

── Está bien.

Era extraño aceptar una petición del menor pero no se retracto. Era mejor tener una buena compañía en una ciudad tan repleta de ambiciones y violencia que sobraba en las calles de seúl, donde los omegas siempre serán las principales víctimas y tomados por las autoridades como culpables.

Caminaban lentamente, sobre la brisa fría otoñal; Wonbin, a pesar de llevar puesta su sudadera, la tela no era capaz de retener todo el frío, así que rozaba sus manos cada vez que el viento rozaba su cuerpo.

Anton al ver las acciones del mayor, sacó su chaqueta de mezclilla clara y la colocó sobre los hombros de Wonbin. La cara de sorpresa le hizo sonreír creídamente por su gesto; Park odiaba que lo trataran como si estuviese vulnerable, pero hoy, sus mejillas adoraban estar más rojas que nunca.

Hasta que se percató que no le había dado el obsequio que había comprado para el omega. Se acercó hasta la chaqueta y sacó, del bolsillo, una pequeña bolsa marrón, la cual fue extendida hacia Wonbin.

── ¿Qué es esto, Anton?

── Es un obsequio para tí, ──y le entregó la bolsa, la cuál fue aceptada gustosamente.

── Gracias, pero no dejaré que seas mi alfa.

Park abrió la bolsa y dentro habían cuatro galletas decoradas con dibujos de conejos azucarados. Y tomó una y la pobró; se había vuelto sus favoritas en el mundo, le entregó una al menor y el resto las guardó.

── ¿Por qué conejos?──Preguntó curioso mirando el resto que quedaba de su galleta.

── Me hacen recordar a tu encantadora sonrisa,── Wonbin golpeó en la cabeza a Anton con su mano,-── ¡oye!

── Yo no veo como un conejo.

── Claro que sí.

En el camino iban peleando por el mismo tema, hasta que Anton ganó la discusión porque Wonbin vio un conejo blanco atrás de un vidriera y este admitió que si, se parecía un poco. Así fue, hasta que llegaron a la casa del mayor, donde se despidió de Anton antes de entrar.

── Wonbin,──exclamó para evitar que el nombrado entrará y no fue en vano. ── Hasta mañana.

── Hasta mañana, gracias por todo, es muy lindo estos gestos pero...

──¿Me dejarías ser tu alfa?── preguntó el menor, haciendo un puchero en sus labios.

Wonbin rió sarcástico porque sabía que esa pregunta iba llegar en cualquier momento. Fingió pensarlo unos segundos y respondió: ──  ya te dije que no, ── y cerró la puerta de su casa, dejando al castaño con sus mejillas infladas por lo molesto que estaba; hizo algo bonito por el omega con tal de que lo aceptara, pero el o se iba a rendir, el sería el alfa de Wonbin.





Las galletas:

Las galletas:

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