Jack podía decir que a sus veintiocho años ya había conocido el amor, y al mismo demonio en una sola persona.
Su hermoso, tierno y diabólico, omega en estado de gestación era la viva imagen de Lucifer y Satanás... Hasta piensa que esos dos le tendrían miedo a Pablo.
Sí, Pablo Martín Páez Gavira, era su omega enlazado.
Verán...
Dos años atrás.
–¿Me ves cara de niñera o qué? Pep una cosa es que ya sepa español, otra que me envíes como niñera de un club de españoles.
–No serás una niñera, además Gündoğan esta ahí, también Ferran.
¿La cuestión?
El City y el Barcelona habían llegado a un acuerdo, un intercambio de jugadores sin dinero de por medio.
¿Los afortunados?
En el Barcelona era Lamin, Xavi consideró que sería bueno para el muchacho un poco de experiencia fuera de casa.
El desafortunado del City fue Jack Grealish, ¿La razón? Era el único Alfa que no estaba emparejado. Todos sus compañeros tenían un lazo con otros compañeros, Erling con Julian, Ruben con Bernardo y más.
Él era el único Alfa soltero, perfecto para ser sacrificado por Pep.
–¿Y qué con eso? No conozco a nadie y no conozco el lugar ¿Qué pasa si Xavi no logra entenderme? Pep por favor deja que me quede, mira puedes enviar a Rodri, el no esta enlazado con nadie del club.
–No, pero si tiene un omega en estado de gestación, el cual no puede irse de su hogar y mucho menos estar separado de su Alfa.
Jack usu su última estrategia.
–No.
–Pep...
–No, deja de usar esos ojos de cabrá degollada, Jack no será tan malo, capaz y encuentras a alguien y finalmente sientas cabeza.
–Eso nunca, no voy a dejar que un omega me mangonee de aquí y allá.
–Siempre dicen eso.
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No logro convencer a Pep por lo que ahora se encontraba en un avión con destino a Barcelona, España.
No hace falta preguntar si ha cambiado de parecer, su cara de muerte da a entender muchas cosas.
Unas horas después ya estaba pisando suelo español, bueno al menos el clima no era tan malo.
Se supone que alguien del club iba a ir por él, esperaba que no se tarden mucho, no le gusta estar en un lugar solo, y sin saber dónde demonios está parado.
Estuvo sentado por unos buenos quince minutos, estaba a nada de ir y pedirle a la bonita omega que le diera el boleto del primer vuelo a Inglaterra, una cosa es que soporte las órdenes y las cosas de Pep.
