Mundos distintos, corazones iguales

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Capítulo 22: Mundos distintos, corazones iguales

Esperaba una noche tranquila después de que Imri y yo por fin tuviéramos intimidad. Todo marchaba bien, me encontraba en el calor de sus brazos hasta que sonó mi celular.

Tengo el pensamiento de que una vez que se tiene una conexión con alguien, es muy difícil eliminarla; más cuando uno ha compartido muchos momentos con esa persona.

Creo que Fei es consciente de mi manera de ver las relaciones humanas.

Y por eso, no deja de joder.

—¿En serio? ¿A las dos de la mañana?

Faltan quince minutos para que lo sean, pero no importa. Lo relevante es lo loco que está el hombre, ¿cómo se le ocurre?

¿Será que pasó algo?

—Oh, sí es ella— esa no es su voz. De fondo se escucha música fuerte y las voces de varias personas —No puedo creer que haya ganado mi apuesta después de dos años.

—Disculpa, ¿quién eres y por qué me llamas del número de Fei?— cruzo los brazos.

—Dudo que este idiota se pueda levantar por su cuenta— escucho la voz de otro hombre.

De acuerdo..., ¿qué demonios ocurre? No quería preocuparme, pero ya lo estoy haciendo.

—Es normal que no te acuerdes de mí. Soy Santiago, era el baterista de la banda que tenía con Fei antes de que se fuera.

¿El baterista? ¿Y él que hace con este sujeto?

—Me alegra escuchar de ti, no obstante, dudo que me hayas llamado a estas horas para saludar; menos del celular de Fei. ¿Me puedes decir qué pasa?

—Ah, es simple. Eres de las primeras que está en su lista de llamadas recientes. Ver tu nombre me llamó la atención y por eso te elegí, ¿puedo decir que no me sorprende que tú y Fei hayan vuelto?

¿Qué?

—¿En serio la apuesta sigue vigente?— pregunta la otra voz —Está bien, los Chernóbil volvieron, pero ya han pasado dos años. ¡Una apuesta no puede durar tanto tiempo! No te daré un solo peso.

—Pudo durar cien años de espera y aun así en cien años me ibas a tener que pagar. Te dije que volverían. Se dieron más tiempo de lo que pensé; sí, pero al final tuve razón.

¿Pero de qué están hablando?

—Ponme a Fei— quiero que el hombre me explique por qué pone a sus amigos a llamarme, ¿cuál es su problema?

—Ese es el asunto, me temo que no se va a poder.

—Debes llevártelo de aquí— comunica el segundo amigo, el primero es el baterista —Por eso te llamamos. Te enviamos la dirección a tu número.

Oh, no, no. Espera.

—¿Pero de qué me están hablando? No tengo nada que ver con Fei, y si aparezco en su lista de llamadas recientes, es porque somos amigos.

—¿Amigos?

¿Por qué demonios le sorprende?

¿Y qué es eso de los «Chernóbil»?

—Ah, ¿ves? Quedaste en ridículo— critica la segunda voz —¡Oye, Lúa Estrella, lo sentimos por la equivocación! Llamaremos a su hermano para que se encargue de él.

¿Eh? Fei los matará si lo hacen.

—Hey, aguarda— sentí que iba a colgar —¿Por qué alguien tiene que ir a buscarlo? ¿Qué le sucede a Fei?

Ahora tengo una familia lobuna, ¿qué será lo siguiente?On viuen les histories. Descobreix ara