Fifteen

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Alexander estaba concentrado conduciendo, mientras de Giselle le miraba de reojo y se preguntaba a donde la llevaría.

El silencio que existía era un tanto incómodo, pero manejable.

Alexander habló.

-¿Quieres escuchar algo de música?

-Sí, por favor.

-En la guantera hay CD' de música, escoge el que te apetezca.

Giselle abrió la guantera con cuidado y buscó los CD's. Cuando los ubicó, los sacó y fue viendo uno por uno.

Él tenía CD's de: rock, pop, rap, electro, entre otros.

Giselle tomó el de Sleeping With Sirens y lo coloco delicadamente. Segundos después, ella manipuló el aparato y sonrió complacida cuando empezó a sonar Heroine.

My eyes roll back
The ceiling fades
I breathe you in
Exalt your flames
Let's lose our minds
Come here to me
We're wasting time
Darling can you hear me?

Heroine my sweetest sin
I can't seem to get enough
Pull me under, wake me up
Feel the rush
Morphine, lover make me numb
Make it so I can't get up
Paper thin 'til you sink in
Could you be my heroine?

Cantó Giselle moviendo su cabeza al ritmo de la música.

-¿Te gusta Sleeping With Sirens?

-Sí- respondió sonriendo.- Could you be my heroine? - terminó.

«...»«...»

Estaban esperando a que llegaran con sus pedidos.

Alexander y Giselle ya habían llegado a un restaurante elegante, bonito y acogedor con camareros agradables.

Se miraban fijamente, sonriendo.
A Alexander le encanta la sonrisa de Giselle, ya que refleja su bondad y cariño en ella.

Giselle ha visto sonreir pocas veces a Alexander y las pocas que ha visto son sinceras. Sin caretas. Propias de Alex.

La comida llegó y en silencio ambos empezaron a comer, pero no por mucho tiempo, puesto que ambos querían conocerse más; no comer.

-¿Cómo te trata la Universidad?- preguntó Alexander.

-Bien, supongo- hace una mueca-¿Y a ti?- continúa.

-Pues a mi me va bien, no tengo de que quejarme.

-Una pregunta...¿Por qué siempre pides limonda?

-No lo se, supongo que me gusta como lo haces... Ups, eso sonó mal, mi error.

-Mente cochina- rió un poco.

Dios, como le encantaba su risa.

-Por cierto..., tu preparas los cupcake's, ¿Verdad?

-Si, al igual que la limonada- dijo giñandole un ojo.

Rió.- Cierto. Y ¿Quién te enseñó a cocinar?

-Mi mamá, ella me enseñó todo lo que sé. Estuvo en clases de repostería, así que sus aprendizajes me los dejó a mí.- Dijo orgullosa.

-Ya veo..., extraño que no le pongas azúcar a mi limonada- sonrió de lado.

-Fue algo muy torpe, no entiendo porqué lo extrañas.

-Porque cuando te llamaba podía verte sin parecer un acosador.

-Ya lo veo- rió recordando.- Aún recuerdo lo que dijiste.

-¿Qué dije?- preguntó haciendose el desentendido y Giselle rodó los ojos.

-Azúcar para esta limonada, por favor- ambos sonrieron ampliamente, ya que esa frase hizo que todo empezara.

-No creo que solo la limonada necesitaba azúcar.

Giselle lo captó.

n/a: Millones de años después actualizo xd (?)

Escuchen la canción es tan sjfldg perfect *-*

Como esta historia está inscrita en los premios Watty (#Wattys2015) les pido que voten, comenten y recomienden este libro. Por favor, háganlo por mí, aunque se que no ganare xdd

Si lees mi otra historia (PTW), sabrás que estoy haciendo un grupo en wsp. Si quieres estar en el grupo deja tu número en privado o en un comentario (?)

~MrsPeace xoxo

Psdt: Cap del asco, so acepto sus críticas :)

Azúcar para esta limonada [1.0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora