Postales.

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Hola, mi nombre es Do KyungSoo. Soy una persona sencilla y extrañamente normal (?) si se puede decir. Vivo felizmente casado con la persona que más amo en mi vida, y esa persona es Kim JongIn. Y muchos creerán que por el hecho de que estemos casados, nuestras vidas son iguales a las de los cuentos de hadas... pues se equivocan. JongIn y yo trabajamos juntos en una empresa junto con su hermano JunMyeon y nuestros amigos Sehun y Chanyeol. Pero por mi cuenta trabajo en otra empresa, de la cual yo soy el Director general.
Debido a ciertas complicaciones que hubo con mi esposo y en la empresa, decidí irme de viaje con algunos compañeros de mi trabajo y darnos a JongIn y a mí un respiro de todos los problemas y dificultades por las que estábamos pasando. Claro que nos mantendríamos en comunicación todo el tiempo, no era que ya no quisiéramos volvernos a ver o algo así.

*

Los días pasaron y el tiempo del viaje por Europa comenzó. Estaba más que nervioso, pues no vería a mi esposo en un largo tiempo, además de que no se encontraba muy bien de salud. Solo espero que se mejore y que su mente y la mía se aclaren.

-Primera parada-
Londres, Inglaterra.

Llegamos al hotel y todo era perfecto; las habitaciones, los baños, la cama, la televisión... Incluso teníamos una preciosa vista del Big Ben frente a nosotros. Nos tomamos el día que llegamos para descansar y repasar para una junta que sería dentro de pocas horas...

Una vez que dimos por finalizado la primer reunión de nuestra pequeña "gira", nos regresamos al hotel a descansar. Antes de subir a mi habitación, compré una postal de una tienda de recuerdos que había en el Lobby y comencé a escribirle una carta a mi amado, para que supiera que estoy bien.

"JongIn...
¡Hola! Saludos desde Londres. Todo hasta ahora va de maravilla, la presentación de hoy fue todo un éxito!... Amor te extraño, lamento todos los errores que cometí en el pasado y... sólo espero que me perdones.
PD. Te estaré mandando una postal de cada lugar que visite.
Con amor, KyungSoo."

Una vez que el trabajo por Londres terminó; nos movilizamos directo a Alemania, la tierra de la mejor cerveza y gente más seria del mundo.
Una vez que desempacamos en el hotel, salimos mis compañeros y yo a darnos un pequeño tour por la hermosa ciudad alemana. No tardé mucho en encontrar una tienda de postales y comprar una del paisaje más hermoso que existiera en la ciudad.

"JongIn...
¡Hola de nuevo! Como lo vez, Alemania es el segundo país que visito. Esta noche expondremos y me siento algo nervioso por no decir ansioso jeje... Aún te extraño y cada vez que me alejo más de donde tú te encuentras siento un enorme vacío dentro de mí. Espero verte pronto y que este trabajo termine.
Te ama, KyungSoo <3"

Los días pasaban lentos, como si duraran un siglo cada uno. No sabía por qué era así, quizá por el repentino cambio de horario... o quizás, quizás porque las ansias de volver a los brazos de JongIn me están matando. Necesito verlo... saber cómo está, poderme comunicar con él más que por estas simples postales.
Espero... espero y que por favor las estés pudiendo leer lo más pronto que te lleguen mi amado JongIn.

*

Nos encontrábamos ya en Italia, pero nuestras reuniones se desprogramaron y no tuve tiempo en ningún momento de mostrarle el maravilloso lugar donde me encontraba: Venecia, Italia. El lugar que alguna vez soñamos con visitar.
"Mil perdones JongIn...
Pero nuevamente casi olvido enviarte una postal. Lo siento, pero ¡Hey! No te enojes conmigo, sino con el trabajo... que no me permitió enviarte postal alguna. JongIn, estoy a una presentación de volver a verte, nuestro siguiente destino es España.
PD. Espera mi postal desde ahí. Saludos desde Italia.
KyungSoo."

Gracias al cielo los días se pasaban muy rápidos pero tranquilos. Llegamos a Madrid, España para dar nuestra última junta y gracias al cielo que así era, pues exactamente el día que aterrizaríamos en Seoul sería el día de nuestro aniversario de bodas.
Estaba tan emocionado que di la mejor exposición de mi vida. Si fuera un concierto por supuesto que se o dedicaría a JongIn, pero es sólo una reunión de trabajo, pero aún así lo hice sólo por él. Cuando todo terminó, tomé la postal y comencé a escribir...

"JongIn!
Amor, muero por verte! Te extraño y no puedo esperar a que salgamos de aquí... ya quiero estar contigo!
PD. Tengo una sorpresa para ti <3
KyungSoo."

Una vez dada la mañana siguiente, nos encontrábamos a primera hora en el aeropuerto esperando a que nos llamaran para abordar.
La misteriosa voz de la mujer que resonaban en las bocinas del aeropuerto nos indicaba el pase de abordaje rumbo a Seoul. El viaje en el avión fue eterno, no pude esperar más, me asomé por la ventanilla y pude notar una gran cantidad de edificios... en ese momento pensé: "llegamos".
Eran casi las 11:00 pm, habíamos regresado un día antes de mi aniversario debido al clima que hacía por allá. Me apresuré a tomar un taxi, el equipaje me lo llevarían luego a mi hogar. Mientras estaba casi a punto de llegar, detuve al taxista en una florería que por suerte aún seguía abierta. 11:40 pm, si que era largo el camino desde el aeropuerto. Salí del auto y le pagué a aquél hombre. Por fin había llegado a mi destino... tú.
Entré como sin nada a la habitación y allí te encontré: recostado, con tus ojos cerrados, con una bata blanca que se camuflajeaba entre las sábanas blancas.
- Veo que aún sigues tal y como te dejé – dije acercándome lentamente a su rostro. – Feliz aniversario, mi amor.– susurré para nosotros mientras le colocaba a un lado de la cama el ramo de rosas que había comprado para él. – Te amo – dije acariciando sus oscuros cabellos mientras besaba su frente.
Me quedé así contigo todo lo que restó de la noche y parte de la mañana también.
Me desperté totalmente a dolorido por la posición en la que había dormido. Me separé de ti y fui al lavabo a lavarme el rostro, tú aún continuabas dormido y la verdad es que no me sorprende... llevas en coma más de dos meses... justo el tiempo en que yo estuve ausente... pero bueno, era esto o verte morir en ese accidente. Elegí la mejor opción para ambos, ¿no crees?
El resto del día le pedía a la enfermera que dejara estar contigo... tú no te movías en lo absoluto y eso me preocupaba a veces. Pero en fin, me pasé todo el día platicando, contándote cada cosa que pasábamos en nuestro viaje. Algunos relatos eran graciosos, la mayoría de ellos, y otros un tanto no muy agradables.
- Como quisiera que me escucharas... y si es así dame una señal para saber que aún sigues conmigo y que todavía tengo esperanzas de rescatarte de las garras de la muerte.- dije entre sollozos mientras gotas saladas caían de mis ojos.

De pronto sentí presión en mi mano derecha... ¿JongIn? ¡¡SÍ!! Sujetaba mi mano con leve fuerza... él, había despertado.

POSTALES.  [Kaisoo~]Where stories live. Discover now