Capitulo 52 | Cuenta Regresiva

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—... ¿Como? ¿Cómo esperan que...todo salga bien? —pregunto Yvie con la voz casi quebrada por las ganas que sentía de llorar—

Los dos hombres no le dijeron nada, solo le dieron refugio en sus brazos nuevamente antes sumergirse en el silencio...fue en esa misma noche en la que Yvie decidió confiar y dejar todo en sus manos.

[...]

El pueblo de Arbezela estaba cada vez mas angustiado por el estado de su Emperador, desde que se esparció la noticia de que había caído enfermo los rumores sobre lo que podía estarle pasando y que la situación en el palacio no estaban para nada bien no paraban de llegar como chismes a las calles haciendo las cosas peores hasta que la noticia en el periódico de ese día exploto todo.

¿¡EMPERADOR ENVENENADO!? ¿¡ALTA TRAICION!? ¿¡CONDUCTAS INADECUADAS!?

Este día se emito un decreto imperial por parte de la Luna de Arbezela para mantener bajo custodia a los príncipes Bavilo de Secramise, Haveron de Secramise y Kamal de Secramise junto con la princesa Yvie de Secramise bajo la sospecha de haber atentado con la vida del Sol de Arbezela en complicidad con la Rosa Roja, Benela Verdi.

"Debido al delicado estado de su majestad se están investigando todas las opciones posibles para encontrar al responsable de tal atrocidad" Estas fueron las palabras de la Emperatriz de Arbezela.

Mientras que, en otras noticias, también se puso bajo custodia al Guardia Real de la Princesa Yvie, Haun Baek, que fue enviado desde Darhan como una muestra de lealtad hacia el Imperio por conductas inapropiadas con hombres y mujeres de la corte siendo el Segundo príncipe de Darhan una victima y testigo de los hechos de los que se le acusa al hombre, su caso estará bajo los Reyes de Darhan una vez sea trasladado.

Mientras el pueblo no podía creer lo que leía, la sala del consejo se encontraba la Emperatriz encabezando la mesa en la silla del Emperador con su hija Ariana a su lado junto con todos los concejales importantes del imperio, representantes de la iglesia y los importantes invitados políticos para una reunión.

—Agradezco mucho la presencia de todos—dijo la Emperatriz con un tono serio y lúgubre mientras venia de tonos fríos y opacos, justo como hija—La situación de nuestro Emperador es muy delicada y me gustaría discutir muchos temas con ustedes

—Lo comprendemos su majestad, créame que cuenta con todo nuestro apoyo —aseguro uno de los ministros del imperio—

Nell estaba sentando en esa mesa con una cara estoica, intentando retener todas sus emociones dentro de sí, pero por dentro estaba ardiendo en furia.

—El apoyo de todos ustedes es muy importante para nosotros —aseguro la Emperatriz—Su majestad el Emperador presenta mejoras y oro a la diosa Astotelia para que pueda recuperarse, pero aun así los médicos temen por su salud

—Hemos encomendado todas nuestras oraciones a su recuperación y estamos dispuestos a ayudar en lo que sea necesario —aseguro la representante de la iglesia—Sin embargo, hay algo que me inquieta su majestad ¿Por qué mando a encerrar a la princesa Yvie de Secramise?

Toda la sala se sumergió en un silencio muy pesado, algunos se removieron incomodos y otros solo permanecieron estoicos como la princesa Tetra, Nell, Raymond y el Duque Krytiel.

—La princesa Yvie es una de las médicos mas competentes del imperio, me atrevería a decir que la mejor vista en incontables generaciones y ella estuvo atendiendo a su padre hasta ahora ¿Hay alguna razón importante para eso? —pregunto la mujer—

Emperatriz | FinalizadaWhere stories live. Discover now