¿Amar de nuevo?

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El tiempo sana el corazón de alguien, pero no era el caso de nuestra querida ojiazul, ella había estado una semana en el palacio real junto a Lily y la emperatriz Kali, se empezaba a sentir feliz, pero eso no quitaba el hecho de que ella no se sentía del todo en paz, dejo lo que llamaba hogar, sus amigos, su hermana, la cuál se lamentaba de no haber protegido del veneno aquel día, su linda Jeanette, tenía esa carga desde que dejaron Obelia, Lilian y Kali habían notado eso, se le notaba inquieta y emitía un aura un poco triste, a pesar de eso se ganó el cariño de los aldeanos, era amable con todos y siempre ayudaba a quien lo necesitaba, todos sabían quién era, la emperatriz había comentado lo sucedido, aún así prometieron que ese secreto nunca saldría de las paredes de Siodonna, pues al ver que Athanasia era una buena chica la aceptaron como una de ellos, incluso se le dió un apodo:

"Kioko"

(En términos japoneses significa "mujer inteligente y hermosa")

Pero aún con todo el amor del pueblo, Athanasia sentía que algo le faltaba, tal vez necesitaba un amigo con quién hablar y pasar el rato, tal vez pasear por el pueblo para relajarse, no sabía exactamente que era, pero quería encontrar aquello que no la dejaba dormir en las noches, aquello que inundaba su cabeza cada día

L: Athy te noto algo inquieta, ¿Segura que estarás bien si nos vamos por unas horas?

A: Todo estará bien Lily, tu y Kali deben ir a arreglar sus asuntos, yo me quedaré aquí con la señorita Luisse, no te preocupes

K: Lily, no quiero interrumpir pero ya hay que irnos, Athy por favor cuídate y no salgas del palacio sin compañía ¿Si?

A: Lo prometo Kali, ustedes vayan sin problemas

?: No se preocupe su majestad y compañía, protegeré a Kioko con mi vida

K: Se que lo harás Emily, por algo eres la guardiana personal de Athy y la mejor de todo Siodonna

E: No le fallaré mi reina

Así Lily y Kali se dirigieron a un pueblo vecino para unos tratados comerciales, Lily la acompañaba debido a que no solo se volvió una sirvienta, aprendió sobre tratados comerciales y se volvió la ayudante personal de Kali, claro que Athy estaba feliz por ella, pero eso significaba no pasar más tiempo juntas, lo cuál la ponía un poco triste, pues Lily era con quién más tiempo paso toda su vida

E: ¿Necesitas algo Kioko?, pareces decaída

A: Estoy bien en serio, solo iré al jardín si no importa, no es necesario que me acompañes Emily

E: Sientete libre de estar donde quieras Kioko

A: Puedes decirme Athy sin problemas Emily

E: Está bien Kio-... Athy

Así Athy se retiró dejando a Emily como la "emperatriz" sustituta de Siodonna. Una vez en el patio, subió por un árbol cercano y lo trepó hasta llegar a una rama lo suficientemente fuerte para aguantarla, se acomodo y saco un libro que tenía en su bolsa, pasó una hora de total calma, cuando de pronto se escuchó desde el otro lado del jardín como alguien se había caído

A: *Tal vez una sirvienta se cayó, iré a ver*

Bajo del árbol y se dirigió al origen del ruido, cuando lo vio quedó sorprendida, era un chico con miles de golpes en sus brazos, muy probablemente en las piernas y sangre cayendo de su nariz y labio, no sabía quién era aquel chico, pero no lo iba a dejar así, llamo a Emily alertandola, al ver que la joven estaba con un chico entre sus manos trajo a una sirvientas y a un doctor.

Las herederas de Obelia •Una historia alterna de LP•Where stories live. Discover now