Capítulo 2O

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Tres meses habían pasado ya, Jimin tenía un vientre muy grande y pronto llegaría el día tan esperado para los emperadores, los cachorros que fueron salvados del reino Camelot ya tenían una dulce familia, afortunadamente encontraron a los omegas adecuados para esos cachorritos. Por otro lado Jungkook seguían teniendo de prisioneros a Minjae y a los padres de Jimin.

—Cariño... Hoy mataré a tus padres y a Minjae —confesó.

—¿Siguen vivos? —Jungkook asintió—. Pensé que ya se habían muerto.

Jungkook sujeto la mano del pelirosa—. Los estuve torturando... Ellos desean la muerte como no te imaginas, los quiero hacer sufrir más pero es un fastidio tener que bajar todas las noches con ellos.

—Ordena matarlos y ya —habló mientras se acurrucaba en el pecho del pelinegro.

—¿No quieres verlos? —cuestionó.

Jimin negó—. No quiero levantarme de la cama, mi vientre pesa mucho.

El alfa acarició el vientre, sintiendo como el cachorro se movía—. Es tan lindo, ¿También se emociona así con otras personas?

—No, solo se mueve mucho cuando lo tocas tú o yo —respondió.

—Mmmh solo espero no sea muy apegado a ti, suficiente tengo con bam —comento con una sonrisa burlesca.

—Bam es así porque tú lo educaste así —respondió simple.

Jungkook hizo un pequeño mohín mientras se acurrucaba en el pecho del pelirosa, le gustaba estar de esa manera con su omega y poder oler el aroma de fresa y leche que desprendía.

「✿」

—Cariño, respira profundo... —pidió mientras sentía su mano doler, su omega estaba tomando su mano con mucha fuerza.

—Duele, duele mucho —se quejo mientras lloraba.

—Dense prisa, rápido —ordenó Jungkook a la partera y su ayudante.

La partera asintió con nervios—. Su majestad cuando vuelva a sentir otra contracción, puje fuerte, por favor —pidió.

El Omega asintió, su frente estaba sudorosa y sentía su parte baja doler mucho, sentía mucho dolor. Pujó con fuerza cuando sintió una contracción.

—¡Jeon Jungkook! ¡Te odio! —grito.

Jungkook tapó los pechos del omega con el camisón mojado que se le había resbalado a su esposo.

Soltó un suspiro de alivio cuando escuchó el lloriqueo de un bebé—, ya pasó... Ya pasó todo —hablo Jungkook.

—¡Son dos! ¡Majestad puje un poco más! ¡Falta un cachorro! —exclamó.

—¡Todo es tu culpa, Jeon! —se quejó antes de volver a pujar con fuerzas.

Momentos después escucho otro cachorro llorar, se sintió feliz mientras se sumergía en a la tina llena de agua. Volteó a ver a su esposo quien sonreía feliz—. Tráeme a mis cachorros... —ordenó.

Jungkook soltó la mano del pelirosa y se acercó con algo de miedo a dónde estaban las betas calmando a sus cachorros.

—¿Qué son...? —cuestionó nervioso.

—Son dos cachorros varones, su alteza —contesto con una sonrisa mientras cubría a los cachorros con una manta.

—Señora, la emperatriz está muy débil —hablo la otra beta con mucha preocupación al ver a la emperatriz muy pálida y débil.

—¿Que le pasa? ¿Estará bien? —cuestionó con preocupación.

La beta la dió a los cachorros al emperador y corrió hasta donde estaba la emperatriz, Jungkook trataba de tranquilizarse para no alterar a sus cachorros.

「✿」

Jungkook estaba sentado en la puerta mientras estaba con un pequeño mohín, los guardias reales que pasaban por ahí solo observaban al emperador estar sentado ahí durante horas.

—¿Por qué no entra? —cuestionó Jieun parándose frente al alfa.

—No puedo... Quiero pero no puedo —respondió con tristeza.

Jieun se sentó a lado del pelinegro—. Debe ser muy difícil para usted...

Jungkook miro a la omega y sonrió levemente—. ¿Crees que me gruña otra vez?

—No lo creo, en la noche siempre lo busca. Solo tiene miedo de que le pase algo a sus cachorros —dió unas leves palmaditas al pelinegro antes de levantarse.

—Ya acabé con Choi y sus padres...

—Inténtelo, le deseo mucha suerte —sonrió levemente antes de irse caminando.

Jungkook soltó un suspiro antes de levantarse y abrir la puerta con delicadeza, inmediatamente el aroma a fresas y leche llegó a sus fosas nasales, sonrió con felicidad al ver como su esposo estaba en la cama dormido junto a sus dos cachorros en un nido que había hecho al día siguiente después del parto su omega.

—Jiminie... ¿Puedo entrar a tu nido? —cuestionó desde la puerta.

Jimin se despertó al percibir un aroma diferentes al suyo y sus cachorros, sin pensarlo dos veces empezó a gruñir, provocando que Jungkook quisiera ir a darle muchos besitos.

—Jiminie... ¿Me dejas entrar? —pregunto con una sonrisa tímida.

El omega sonrío levemente—. Alfa... Ven, los cachorros necesitan nuestro calor.

—¿Si puedo entrar? —pregunto con una sonrisa, acercarse a la cama.

—Nuestros cachorros tienen frío, métete rápido —ordenó.

Jungkook corrió hasta la cama, se quitó sus botas y su chaqueta, luego se metió al nido con mucho cuidado, sonrió al ver a sus cachorros de cerca, Jimin era muy territorial con sus cachorritos y solo los podía ver en las madrugadas de vez en cuando, se acurrucó en el nido mientras Jimin lo miraba con una sonrisa

—Jiminie, ¿De que color son los ojos de los cachorros? —pregunto con mucha curiosidad.

—Son color miel... ¿Por qué? —soltó un pequeño bostezo.

—Quería que tuvieran tus ojos azules —respondió con una sonrisa.

—Se parecen a ti, confórmate con eso —dijo Jimin antes de volver a dormirse.

el omega del emperador jeon ✧ kookmin.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz