Capítulo 4: Abriendo tu corazón.

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¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!

Si no me fallan las cuentas, solo quedan dos capítulos para que cierre este primer arco de esta historia.

Antes de comenzar, me gustaría responder algunas reviews:

Camilo Navas: Probablemente todos ya quieran ver ese momento, pero creo que es importante construir estos cimientos previos, especialmente por todo lo que está por llegar.

Kishinoshi: Muchas gracias. El desarrollo de los personajes son una de las cosas que más me fascinan, por lo que es gratificante leer que a la gente le guste tanto.

ReanDarkReaper24: Me alegro mucho que te esté gustando, y por supuesto, la afición de Hirano ayudará mucho para que en el momento que tengan que utilizar armas de verdad no sepan usarlas con tanta precisión solo porque sí. Eso no significa que sean unos maestros desde el inicio, pero la adaptación sería muy rápida.

Sin nada más que agregar, es momento de comenzar.

¡Disfruta!

CAPÍTULO 4: ABRIENDO TU CORAZÓN.

El murmullo entre los estudiantes se extendió a lo largo de todo el laboratorio. El único grupo que se encontraba en completo silencio era en donde estaba Takashi, y las causas eran más que obvias.

Solo necesitabas ver como Rei se encontraba cruzada de brazos mientras perforaba a Takashi con la mirada.

Saya ni siquiera le daba importancia, mientras que Hirano se veía realmente incomodo a causa de la situación. Mientras tanto, Takashi tan solo permanecía con las manos en los bolsillos mientras observaba lo que hacía Saya.

Pero, aunque intentara disimularlo, era obvio que se sentía realmente incomodo ante la presencia de la que fue su mejor amiga, y más que eso.

"¿Acaso ustedes no piensan hacer nada?" Saya miró a los miembros de su grupo con el ceño fruncido. "Dejen esta tensión estúpida a un lado y tráiganme una pipeta y un matraz esférico." Ordenó la pequeña pechugona con los ojos entrecerrados.

"¿Qué es una pipeta?"

"¿Cuál era el matraz esférico?"

"¿Es en serio?" Saya no pudo evitar poner los ojos en blanco ante las preguntas de Takashi y Hirano. "¡Podría esperarlo del idiota que abandonó las clases por tres meses, pero no de ti!" Gran parte de su acusación recayó sobre Hirano, quien no pudo hacer otra cosa más que achicarse ante el aspecto amenazante de la mujer en miniatura, que, chistosamente, era más grande que él.

La discusión cayó en un segundo plano cuando una risa para nada amable resonó sobre todos, haciendo que miraran hacia el origen del sonido.

"¿Qué se podría esperar del inútil de la academia?" Declaró Rei con claro veneno en su voz, dicho veneno era dirigido exclusivamente hacia su antiguo amigo.

"Supongo que tienes razón. Pero, ¿no vas a ayudarla? Después de todo, era más lista que yo." Comentó Takashi con una mirada aburrida, haciendo que la adolescente frunciera el ceño de inmediato al notar que el insulto no había afectado a Takashi en lo más mínimo.

"¿Y por qué debería salvar a alguien como tú? ¿Acaso ni siquiera tienes decencia para abandonar este grupo? Tan solo quieres aprovecharse de mi y Saya..." Rei siseó con claro disgusto.

"Si convences a ese tipo, entonces no tendría ningún problema en abandonar el grupo." Declaró Takashi cuando señaló al profesor, haciendo que Rei gruñera por lo bajo.

"Basta de charla. Rei, si eres tan buena, entonces continua con la destilación." Declaró Saya, poniéndose en medio de ella y Takashi. "Yo me llevaré a estos dos tontos para que por lo menos aprendan a diferenciar los matraces." Saya ni siquiera esperó una respuesta de Rei, ya que tomó la mano de los hombres y los arrastró con ella de inmediato.

La nueva promesaWhere stories live. Discover now